Son casi las cuatro de la madrugada, mi vista sigue contemplando la oscura habitación y el extenso silencio de una fría noche en Seúl. Han pasado seis días desde que me encuentro en esta situación, seis días en que intento hallar una solución al inesperado afecto que ha surgido en mi interior.No puedo dormir debido a que analizo las razones de cómo llegué a fundirme en un maravilloso sentimiento hacia uno de mis compañeros, en que instante mi forma de quererlo pasó de una amistad a contemplar con amor cada gesto en su rostro y su existencia entera. Se trata del menor, me atormenta el pensar que soy muy evidente, que cada palabra sutil que le brindo, con ciertas intenciones, sean descifradas y él se aleje en consecuencia.
Sí, estoy enamorado de Jungkook.
La verdad esta situación es complicada para mí, no es un mundo color de rosas como creí. El enamorarse es doloroso algunas veces.
Soy mayor que él por una gran diferencia y realmente no exagero, apenas culminó la escuela media. Por otra parte, siendo yo el que encabeza la lista de edad en el grupo, debo cuidar de mis compañeros, no enamorarme de uno de ellos. Debo velar por su bienestar y estabilidad emocional, además de brindarle ánimos en los días de desaliento.
Las veces que me cuestiono sobre que hizo Jungkook para dejarme cautivado, pienso que quizás se debió a su ternura innata o la forma dulce en la que me habla, solo sé que no puede pasar un día sin estar a su lado, sin ver su deslumbrante sonrisa y escuchar mi nombre en sus labios.
Bajé al primer piso para beber un poco de agua e intentar conseguir alguna distracción. Durante mi trayecto escuché un ruido proveniente de la cocina, me acerqué con cautela guiándome de la señal y, para mi sorpresa, encontré a Kookie vestido con esa pijama de ositos que le regalé para sus 17 años.
Quiero evitar cruzar alguna palabra con la persona en la habitación porque aún necesito aclarar mi pensamientos sobre él, así que decido retirarme sin coger el vaso de agua por el que bajé. Cuando estaba cerca al arco de la puerta rumbo a mi habitación, la voz del menor emitió mi nombre y, en respuesta, regresé a mi anterior posición.
—Jin hyung. —Dulce melodía para mis oídos, pensé al instante.
—¿Kook? —Me acerqué a él. Estaba mirando algo en su celular, pero lo dejó de lado al sentir mi presencia.
—¿Qué hace despierto a estas horas, hyung? —preguntó con leve desconcierto.
—No puedo dormir y vine por un vaso de agua —respondí sin dar detalles de la razón de mi insomnio— Y tú, Kookie ¿por qué estás despierto?
—Hyung, estoy... triste —confesó tímidamente dirigiendo la mirada hacia su taza de café.
—¿Por qué, Jungkook? —cuestioné totalmente preocupado, es raro que él se sienta apenado por cosas simples.
—Es que... Jhope y Tae hyung lucen muy felices juntos, yo quiero sentir lo mismo —respondió lleno de esperanza. ¿Se refiere a entablar una relación amorosa?
—JungKook, tú recién estás empezando en el amor, no te preocupes. —Me acerco lentamente a él y lo envuelvo entre mis brazos, intento asegurarle una próxima solución a su angustia sabiendo que no será junto a mí.
—Hablando sobre esto. —Se separa y disuelve nuestro abrazo. Por mí, lo mantengo junto a mi pecho toda una vida— Hyung, yo... mañana... Invité a alguien a la casa.
—¿A quién, Kook? —interrogué al instante, ya que el miedo me invadió al escucharlo hablar sobre otra persona, alguien fuera del grupo.
—¡Sorpresa, hyung! —exclamó cambiando totalmente su estado de ánimo.
—Bien, voy a descansar —dije brindándole una pequeña sonrisa como despedida, aunque la verdad no me nació hacer aquel gesto tras escuchar la emoción de su voz por alguien más.
Estaba retirándome hacia mi habitación para intentar ordenar mis ideas y analizar que posible relación tiene el menor con su invitado de mañana, pero, antes de salir totalmente de la cocina, escuché unos pasos corriendo a mis espaldas y sentí un leve toque intentando retenerme.
—Hyung, hoy... ¿puedo dormir contigo? —Sus mejillas se tornaron carmesí al instante e inclinó el rostro para ocultarlo, además su agarre sobre mi brazo se hizo más fuerte.
Por unos segundos, me quedé observando la imagen frente a mis ojos, cautivado por la timidez y la dulzura con la que el menor emitió aquella cuestión. Al no escuchar alguna palabra de mi parte y, aún sin levantar la mirada, su pequeña mano movió la mía en busca de una respuesta.
—Claro, Kook. —Asentí junto a una enorme sonrisa por la emoción y el correspondió de la misma forma.
Me tomé un minuto observándolo, pero no dudé en la respuesta, quizás sea mi única oportunidad de dormir a su lado.
Subimos a la habitación luego de apagar las luces del primer piso, una vez dentro del cuarto, fui hacia mi armario por una manta extra para Jungkook. Ordenamos la cama, nos recostamos en las esquinas de esta e intentamos conciliar el sueño, pero inesperadamente cuando estaba logrando mi objetivo, sentí unos brazos envolverme.
—Gracias, hyung —habló intentando encontrar mi mirada en la oscuridad.
—De nada, Kook. Sabes que te quiero —confesé observándolo fijamente a los ojos para trasmitirle el verdadero significado de mis palabras.
—Yo igual, hyung. —Volvió a su anterior posición, pero manteniendo sus brazos alrededor de mi cuerpo.
—Más de lo que crees, Kookie, más de lo crees. —Pensamiento que se cruzó por mi mente antes de cerrar los ojos.
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Quiero ser correspondido-Jinkook
FanfictionEn el momento que Jin comprende que su amor por Jungkook abarca más que una amistad, se siente devastado. La diferencia de edad entre ambos es un impedimento para una relación según su criterio, pero el amor perdura aun cuando uno quiere ocultarlo. ...