31. Brother

4.1K 223 8
                                    

 ''Me gusta escuchar tu voz, también.''


Justin Bieber

Uno, dos y hasta tres pitidos suenan antes de oír como la otra línea se descuelga. Me quedo estancado como un idiota sin saber que decir, las palabras no salen de entre mis labios cuando su dulce voz responde:

—¿Justin?—pregunta por segunda vez, pero yo sigo en silencio tropezándome con mi propia voz hasta que Tayson me da un codazo.

—Hey, Cassie...—dejo alargar el saludo tan soso que se me acaba de ocurrir antes de pasar mi mano libre por mi pantalón. Estoy seguro que si no lo hubiera hecho acabaría goteando sudor de las puntas de mis dedos.

—Hola—su voz suena alegre ahora, simpática e inocente. Pero en seguida su tono cambia a uno de preocupación:—¿Estás bien?

Una sonrisa inconsciente se dibuja en mis labios y una sensación de comodidad me invade todo mi interior, pero esta vez ya estoy más confiado y no soy torpe al responder.

—Sí, mi hermana ahora esta dormida—miro el pequeño cuerpo de Jazzy descansando, su pecho subiendo poco a poco por su tranquila respiración.—Una fractura en su brazo, solo ha sido un susto.

Oigo un suspiro al otro lado de la línea y algo me dice que no es solo por lo de Jazzy, sino que por saber que estoy bien. Sacudo mi cabeza queriendo alejar esas ideas tan estúpidas de mi cabeza y me dispongo a continuar:—¿Como vais?

—Bien—responde enseguida y una repentina alegría se desata desde sus cuerdas vocales. Escucho unos ruidos lejanos y después una puerta cerrarse, y antes de siquiera poder preguntar su voz me interrumpe respondiendo mis dudas.—Macy se ha ido a dar una ducha, ¿tu te crees? A estas horas...

Doy una ligera carcajada y seguimos hablando, el tiempo va pasando y puedo sentir las miradas de Tayson y mi mamá sobre mi. Ni siquiera la han apartado cuando una enfermera ha entrado diciéndonos que ya nadie podía quedarse en la habitación a parte de una persona, la que obviamente fue mamá, por lo que Tayson y yo decidimos salir hacia su coche. Mi conversación con Cassie continúa, Tayson lleva dos cafés y yo simplemente deseo que este diálogo entre los dos no termine nunca.

Es tan diferente, siento mi corazón acelerado y una sensación dentro de mi cuerpo que por primera vez sé identificarlo, y no quiero que se marche. Ya es de noche, pero no me preocupo de mirar la hora, simplemente abro la puerta del auto de Tayson y me siento en el asiento del copiloto, sin abrocharme el cinturón.

—¿Estas ocupado?—pregunta en seguida ella cuando, supongo, que escucha el ruido de la puerta cerrarse.—Si quieres puedo llamarte en otro momento.

Tayson se ríe a mi lado por lo que supongo que ha escuchado lo que ella me ha dicho, y también se identificar el significado de su risa. Pero no le doy importancia cuando ya le estoy dando una respuesta con impaciencia:

—No, espera no, no cuelgues.

—¿Por qué?

Puedo sentir su sonrisa desde aquí, y los extremos de mis labios comienzan a elevarse como si fuera un reflejo. Pienso largo y tendido qué decir y todo nuestro alrededor en silencio, miro hacia mi izquierda y veo a Tayson mirarme fijamente con otro café para llevar.

Solo me faltan las palomitas, gesticula con los labios y resisto una carcajada.

Después de esperar unos minutos más, por fin las palabras salen de mi boca. Entre duda y duda me decido a hablar, y es con realmente no sabía si la iba a cagar o qué me diría ella, pero quien no arriesga, no gana.

Bad; j.b Donde viven las historias. Descúbrelo ahora