''No me provoques...''
Cassie Delaney
Miré a mi espalda, encontrándome con todas esas jodidas personas hablando y corriendo de una lado a otro moviendo sus coches hacia aquella linea roja que mostraba el comienzo. Sujeté la botella con fuerza mientras la subía hacia mis labios y bebía un largo trago, notando como el líquido quemaba en mi garganta a su camino. Sacudí mi cabeza y me estremecí, se me puso la piel de gallina como siempre me pasaba cuando bebía esta cosa.
─Ey, solo son las doce y media de la noche, ¿y ya bebiendo Delaney?─ Oí la voz de Macy diciendo mi apellido, mi mejor amiga, otra zorra como yo, una chica sin cuidado y a quien no le importa soltar tacos o simplemente meterte una hostia en toda la cara, pero era mi amiga y me amaba tanto como yo a ella. La conocí hace un año y medio, justo cuando empecé a meterme en esto, yo estaba destrozada y solo quería algo de lo que olvidarme, pasando por aquí. Ahí fue cuando ella me vio y me ofreció un porro. Y como no...acepté.
─Cuando una lo necesita..lo necesita.─ Respondí seca volviendo mi mirada de nuevo hacia atrás, viendo como ya se empezaban todos a ponerse dentro de sus coches justo delante de la línea roja, y una rubia vestida con poca ropa, dejando mucho a la imaginación de todas esas miradas carnívoras que se la comían, con dos pañuelos en la mano se ponía justo entre los dos coches del medio.
─Vamos, no te ralles. Sabes como es, además hoy hay muchos penes sueltos por aquí, esperando a un buen coño al cual visitar.─ Respondió ella. Sí, lo sabía. Lo sabía muy bien pero a mi ellos no me importaban, no desde hace unos pocos meses.
─Sabes lo que pasa, Macy.─ Le dije fría, por fin mirándola a los ojos. Ella me miró y, aunque parezca mentira, me miró con compasión. Podíamos ser perras, pero teníamos sentimientos aunque no los dejemos ver.
─Vamos a ver las carreras, a ver a quien te puedes llevar hoy.─ Ella insistió guiñándome un ojo. Suspiré y dejé que ella me arrastrara por el brazo acercándome a la gran hilera de coches ya encendidos y rugiendo.
Justo al llegar miré ese coche amarillo, un Porche con lineas negras en el techo. Me encantaba ese coche y, sobretodo, me encantaba quien lo conducía. La ventanilla del conductor estaba bajada dejándome ver su rostro contraído, su mandíbula apretada y su mirada de concentración clavada en frente.
─¿Preparados?─ Se escuchó una voz grave por el lateral de la carretera abandonada desde un megáfono. En ese momento los motores de los coches rugieron con fuerza a la vez. De repente, unos ojos claros chocaron con los míos, mirándome fijamente y enviándome un guiño, antes de volver su mirada al frente. ─¡Ya!─ Se escuchó la misma voz de nuevo y la rubia de bote tiró los pañuelos al suelo mientras los seis coches arrancaban a toda velocidad hacia adelante. Un escalofrío me recorrió la espalda, pero lo dejé pasar.
─Tía, será mejor que dejes de comértelo con la mirada o al final lo vas a desgastar.─ Escuché una voz masculina al lado mío, sobresaltándome. Me giré junto con Macy para encarar a unos ojos verdes y una sonrisa coqueta. Como siempre un tira cañas de cuidado.
─Deja de decir gilipolleces, Dylan.─ Dije rodando los ojos y volviéndome a girar para ver pasar el Porche amarillo por la linea en el suelo y el Ferrari rojo de Tayson pisando-le los talones, dando la primera vuelta de tres.
─Será mejor que hoy te vayas olvidando de pasarte por su cama, como ya has comprobado, tiene a otra que se abre de piernas hoy.─ Me susurró al oído, jodiéndome por dentro. Rabia comenzó a inundar mi cuerpo y Macy le metió una hostia en la cabeza. ─Ay.─ Se quejó sobándose la zona golpeada y mirando a Macy.

ESTÁS LEYENDO
Bad; j.b
Teen FictionNo paraba de pensar en ti y tú no parabas de ignorarme. Perdóname si alguna vez te traté como la basura que eres. Pero ese era el problema, las cosas no se habían detenido, habían continuado, pero sin mi. Cassie Delaney y Justin Bieber. ¿Quien de l...