Bad; j.b

17. Something together

''Esta noche hay fiesta, en la pista. Hay carrera.''

Cassie Delaney

—¡Despierta pequeña bella durmiente!— Escuché que alguien me gritaba y la puerta de mi habitación se abría con fuerza para chocar con la pared provocando que un sonido molesto inundara el cuarto. Gruñí y tapé mi cara con la almohada violentamente. ¿Qué mierda?

Unos brazos me mueven de lado a lado y yo gruño de nuevo. —Déjame en paz, joder.— Grito a la vez que saco la almohada de mi cara. Me encuentro con el rostro inexpresivo de Macy mirándome, ya no se mueve, solo me mira mientras su entrecejo se fa frunciendo con lentitud. Me mira, la miro, nos miramos y ninguna de las dos dice nada. Finalmente bajo mi mirada.

Llevo toda la noche sin poder pegar ojo. La conversación con Kate se sigue repitiendo-se en mi cabeza una y otra vez martirizándome. Y aunque no quiero, me jode, porque sé que en fondo, en alguna parte escondida, ella tiene razón. Yo solo he sido un muñeco para pasar pasar su rato. Después mis padres, sus insultos, sus palabras de nuevo y es como otra apuñalada más en mi estómago. Mi hermano y el sueño -o sueños, mejor dicho- se vienen a mi mente como un tsunami y mi boca se tuerce en una sonrisa melancólica mientras mi cara comienza a arrugar-se.

Mi cabeza se vuelve a subir encontrándome con la mirada de Macy, quien sigue callada, pero, al ver mi rostro, su expresión cambia drásticamente a una más preocupada. —Cass...¿Estas bien?— Me pregunta y se sienta justo en frente de mi.

Yo, sin responder, arrugo más la cara, sé lo que se viene ahora y sé que me voy a arrepentir de ello más tarde, pero no puedo evitar que una lágrima traicionera salga de mi ojo resbalando libremente por mi mejilla. Macy al verla abre los ojos y niega con la cabeza. —Cassie...— Pero su intento de decir que no llore queda fallido cuando mis sollozos la interrumpen a media frase.

Cierro los ojos con fuerza y noto como cascadas comienzan a caer por mis ojos, y de repente siento algo que hace tiempo necesito y no he recibido. Unos delgados brazos rodean mi cuerpo, apretando mis brazos contra mis costados y, Macy, que en ese momento no para de murmurar 'no llores' me aprieta contra ella con una fuerza monumental.

Lloro mientras aprieto el pequeño cojín que tengo entre mis brazos. No quiero abrir los ojos y ver la realidad de la situación.

—Cassie, por favor, dime que ha pasado.— Me pide Macy mientras me separa un poco de ella y me mira a los ojos. Inclinó la cabeza hacia mi izquierda y me la quedo mirando, trago saliva y suspiro. No quiero admitirle que estaba llorando por lo mismo que un día me sacó sonrisas. Pero en estos momentos ya poco había para hacer, y seriamente quería decirse-lo.

—Siempre hay uno que ama más que ambos.— Dijo y me rió cínicamente antes de ponerme seria otra vez y bajar mi mirada. Siento la confusión de mi mejor amiga en el ambiente y la miro.

—¿Justin?— Adivina ella con solo mirarme a la cara. Asiento, pero recuerdo a Dylan. La rabia me consume por dentro y en un acto reflejo muevo mi puño a la pared junto a un grito. Mi puño choca contra el duro hormigón de mi pared y un dolor sube con rapidez por todo mi brazo. —¡Cassie!

—Mierda.— Gruño y hago una mueca por el dolor. Me agarro la mano para intentar calmar el dolor pero es inútil, aunque me aguanto y hablo. —¿Por qué no le gusto?— Le pregunto desesperada.

Se me queda mirando, no dice absolutamente nada hasta que no pasan unos segundos. —No creo que no le gustes...

—¡No le gusto, Macy!— La interrumpo entre lágrimas y aprieta los labios entre sus dientes. Suspira. —He sido su Oops! juguete, ¿sabes? Y ahora, ayer, fue cuando me di cuenta. La realidad me golpeó en la cabeza como una roca. Antes solíamos hablar todas las noches, ahora las noches me son una mierda, las paso solas, me saben a soledad. Y me siento una gilipollas por haber tardado tanto en haberme dado cuenta de lo que de verdad yo significaba para él. Nada.