32. Pesadilla

4.7K 230 12
                                    

 ''Necesito una señal.''




—Interesante—una voz, bastante lejana a mi parecer, me sobresalta.

Me encuentro en un lugar que desconozco, hay charcos a cada lugar en el que clavo mis ojos, se oyes los ratones correr de un lugar a otro tras unos contenedores que se encuentran contra una pared de ladrillo que parece que vaya a caerse a cachos en cualquier momento.

Giro mi rostro con fuerza intentando divisar a alguien, pero lo único que consigo ver es una carretera a mi espalda. Al frente tengo un muro de piedra, por lo que adivino que estoy en un callejón.

¿Que mierda?¿Dónde diablos me encuentro?

—¿Asustada, tal vez?—vuelvo a escuchar esa voz, esta vez más nítida. Me giro dando cara a la carretera y miro hacia arriba, los lados y al suelo, desesperada por saber de donde proviene esa voz.

Mi respiración se vuelve pesada a medida que pasan los segundos, y sin pensármelo más me dirijo a paso rápido hacia la carretera, iluminada por simples farolas anaranjadas. Mientras camino, la acerca parece moverse más lejos, haciéndome imposible mi misión por salir de ese callejón sin salida.

Gotas de sudor humedecen mi frente y gotea cayendo sobre mis hombros. Mis nervios están a flor de piel y mis piernas comienzan a temblar. Corro, o eso intento, porque enseguida me falta la respiración. Tengo el ceño fruncido y me apoyo sobre mis rodillas, respirando con fuerza tratando de no ahogarme.

Necesitaba ayuda y sabía perfectamente a quien recurrir. Busqué mi teléfono en algún bolsillo de mis pantalones, pero no. No estaba el teléfono, ni mis llaves de casa, ni mi cartera. Nada.

—Justin no vendrá en tu ayuda—de nuevo esa voz, esta vez se escucha frente a mi. Estoy a punto de levantar mi mirada para saber de quien se trataba, pero un pinchazo en mi cabeza fue lo suficiente fuerte para que me la agarrara con fuerza y cerrara los ojos.—Solo eres una persona más en este mundo rodeada de mientras. Tu me has quitado algo que yo quería en mi vida, yo ahora te lo haré pagar con sangre.

El dolor en mi cabeza va disminuyendo muy lentamente, y vuelvo a hacer un intento de levantar mi vista hacia la persona de pie frente a mi. Veo que es una chica, pero no consigo ver bien su aspecto gracias a la luz detrás de ella que provoca contraluz. Entrecierro los ojos cuando a pasos lentos se va acercando, estirando su brazo izquierdo frente a ella. Trago saliva cuando veo su pulgar moverse sobre un gatillo. La forma de una pistola me revuelve el estomago.—La felicidad esta rodeada de sufrimiento.

Boom.

Me incorporo sobre la cama, grito con fuerza a la vez que me agarro la cabeza. Noto la camiseta holgada de color blanco incrustada contra mi cuerpo y unos brazos rodeando mis hombros. Respiro con dificultad y abro los ojos.

Las paredes de color azul marino invaden mi campo visual, desorientando todos mis sentidos. Me doy cuenta de que chorreo sudor y miro mi regazo. La superficie cómoda en la que me encuentro se trata del colchón hinchable que me había preparado Macy. Ya no es de noche, no hay oscuridad a mi alrededor.

Todo había sido una pesadilla. Una que me había puesto los pelos de punta.

—Cariño—una voz femenina me susurra al oído suavemente, apartando el cabello pegado de mi frente para colocarlo detrás de mis orejas—. Ya esta, ¿de acuerdo? Sólo ah sido una pesadilla.

Bad; j.b Donde viven las historias. Descúbrelo ahora