Bad; j.b

21. Memory

''¿Quien soy?''

Cassie Delaney

—Eres una persona que no cree en el amor, alguien que nunca esperó nada de nadie, entonces de la nada llega alguien a tu vida que te cambia completamente la forma de ver las cosas, crees madurar, crees que todo es posible, empiezas a hacer cosas que jamás pensaste hacer, haces locuras por ese amor, empiezas a sentir cosas que nunca sentiste, crees en el amor aunque te haya costado trabajo llegar a ese punto, y empiezas a ver todo de la manera positiva y te das cuenta de esos pequeños detalles que nunca notaste y que lo volvieron más especial, de cada beso, caricia, roce, mirada, que todo es diferente. Terminas escuchando canciones que jamás creíste escuchar, sientes esas famosas —mariposas— y te das cuenta que estas total y perdidamente enamorada. Entonces en ese momento sabes que no hay vuelta atrás, puedes terminar hecha trizas, que puede ser solo una felicidad temporal, o que puede ser un para siempre.— Esa voz, esa que me lleva persiguiendo cada vez que duermo vuelve a sentirse.

A veces pienso que me estoy volviendo loca, pero no, todo es blanco y él está ahí diciéndome esas palabras, como si leyera mi mente, como si me conociera más que yo misma. Como si estuviera dentro de mi cuerpo controlando mis emociones en vez de ser yo. Y como si ya fuera algo normal, sonrío al verle. Tan rubio como siempre, tan sonriente como de costumbre cuando estaba contento, hasta que pienso en sus palabras y la sonrisa de mi rostro desaparece.

—No existe ningún para siempre entre él y yo.— Niego con la cabeza y suspiro, resignada. —Todo fue un error, conocerle, hablarle...enamorarme de él.— Mi voz se rompe, quiero llorar, pero no delante de mi hermano. No quiero que me vea destrozada, no más.

—Prometiste que serías fuerte, que lucharías y que seguirías adelante, ¿recuerdas?— Me dice y da un paso hacia mi, pero sigue estando bastante lejos. Lo recuerdo, ¿como no hacerlo? Fue el peor día de mi vida.

—A veces me es imposible, todo me esta matando, destrozando por dentro.— Doy un suspiro cansado y miro a otro lado, pero nada cambia, sigue siendo todo blanco.

—Te dije que no corrieras.— Dice de repente después de unos minutos de autentico silencio.

Lo miro y frunzo el entrecejo antes de hablar. —También me dijiste que nos volveríamos a ver, y que algo malo iba a pasar.— Le digo recordando mi último sueño en el que aparecía él.

Lo veo sonreír aún más. —Lo sé. También sabía que no me ibas a hacer caso.— Niega con la cabeza y suelta una pequeña risa.

Miro a mi regazo de nuevo, estoy vestida con un camisón blanco y tengo mis piernas al descubierto, pero no tengo frío, ni calor. Estoy completamente templada y eso me gusta.

—Cariño...— Escucho que dice. —Pronto...pronto te vas a enterar de algo, eso cambiará muchas cosas, ¿sabes? Solo te pido, que cuando te enteres, no hagas ninguna locura. No quiero que te enfades, no quiero que te rompas, porque yo voy a estar a tu lado sujetando tu mano para levantarte cuando te caigas. Pero para eso necesito que entiendas y comprendas, y que no hagas nada al respecto. Simplemente, entiende y deja ir.

Lo miro completamente confundida ante sus palabras, ¿a que se refiere?¿Que quiere decir? —¿Como que...? Pero, ¿te vas?— Le pregunto. Otra vez se iba de mi lado, lo perdía de nuevo.

Mi respiración se hace pesada al ver como ya no da ningún paso hacia mi, ahora los da marcha atrás mientras no aleja su mirada de mis ojos. —No, Cass. Te vas tú.— Me dice. —Recuerda, te estoy cuidando.— Me manda un beso con su mano, pero yo no me muevo, simplemente lo veo desaparecer desde el mismo sitio que llevo todo el rato.