Bad; j.b

34. Cárcel

''Ilusiones rápidas, mucho sufrimiento.''

Justin Bieber

—De un paso y mira a la cámara—dice el guardia sujetando la cámara reflex con sus dos manos y flexionando un poco sus rodillas. Miro al frente, con un cartel entre mis manos en el que hay escrito un largo numero y mi nombre y apellidos. El flash se dispara y me contengo con todas mis fuerzas para no cerrar los ojos.

¿Por qué narices la justícia es tan injusta en este maldito país? Otro guardia diferente me saca el cartel de las manos y me vuelve a poner las esposas, dejando mis manos a mis espaldas.

—Camina—me empuja. Me entran ganas de girarme y darle un puñetazo en la cara, pero hay un par de razones por las que no lo hago.

Primera: voy esposado.

Segunda: Estoy en una comisaría y es policía.

Me guía delante de él por unos pasillos de paredes color gris oscuro. No es como yo me lo imaginaba, ni siquiera como sale en las películas. El suelo está limpio y no hay rastro de sonidos extraños ni goteras. Todo parece bastante normal si no fuera porque es una cárcel.

Veo a mis amigos sentados en unos bancos y suspiro cuando me desabrochan las esposas, pero el alivio dura poco cuando abren la puerta de la celda y me empujan dentro, cerrando detrás de mi con llave. Me giro para enfrentar al guardia, quien pasea su mirado por los cuatro.

—Estáis vigilados—nos señala antes de dar media vuelta y marcharse por donde hemos venido. Enfoco mi vista a mi lado izquierdo, encontrándome a Tayson apoyado contra las rejas mirando a la nada.

Trago saliva cuando se empuja a él mismo hacia atrás, su expresión es seria y es que no es para menos. Lo sigo hacia uno de los bancos de color blanco que desde lejos se ven bastante incómodos y nos sentamos, clavando nuestra mirada en el frente. A mi otro lado se encuentra Katrina, que juega con los dedos de sus manos con su cabello planchado cayendo en cascada por los costados de su cara, tapando esta. Macy está en otro banco, mirando hacia otro lado.

—Así es la cárcel—escuchamos a Katrina, que levanta la mirada y se apoya contra la pared, rompiendo el incómodo silencio que se había formado entre las cuatro paredes—. No está tan mal; bancos de acero, suelo de hormigón, water en la esquina—lo señala, intenta parecer relajada pero su tono de voz la delata por completo.

—Cállate—suelta Macy por primera vez en lo que lleva de tarde cuando ve que la chica sentada al lado mío esta a punto de continuar hablando, apenas a hablado desde que nos hemos visto y me sorprende el tono tan brusco que utiliza con su ''vieja amiga''. Los tres nos la quedamos mirando, pero Tayson no hace ningún gesto de querer ir hacia ella, ni siquiera cuando sus ojos comienzan a cristalizarse y una lágrima resbala por su mejilla a la vez que se pone de pie—. Necesito salir de aquí, son las jodidas 10 de la mañana—camina hacia las rejas, agarrándose a estas y apoyando su frente. Y sé que no pasará mucho tiempo hasta que rompa a llorar.

—¡Chicos!—escuchamos una voz femenina y unos pasos corriendo que se acercan cada vez más, una voz demasiado conocida para mi.

Se para frente a los cuatro, que nos hemos puesto de pie al verla venir y ahora nos encontramos enganchados contra las rejas de la celda. Nos mira con los ojos abiertos, sin saber si creerse o no vernos metidos en la cárcel. Frunce el ceño, parece agitada y su respiración falla.

—Cassie—dice Tayson detrás mío entre Macy y yo—. No vas a creerme, ¡estoy en la cárcel!

Todos lo miramos con los ojos entrecerrados, y me pregunto si es gilipollas o el hecho de que nos hayan arrestado lo ha vuelto un completo estúpido. Quiero darle una hostia, pero me aguanto cuando su novia se la da por mi antes de volver la mirada a Cassie, quien lo mira seria y con expresión incrédula.