23.

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CAPITULO 23

April

Me acababa de enterar de que Jason se encontraba en el hospital. Me mire en el espejo por última vez y me monte en un taxi. Las ojeras estaban demasiado marcadas debido a que me había pasado la noche llorando en vez de dormir. Había dormido dos escasas horas. Me sentía cansada y no solo físicamente. Estaba cansada de presenciar este tipo de escenas y de terminar siempre llorando.

Pague al taxista y entre al hospital con prisa. La enfermera de recepción me había dicho que Jason se encontraba en la habitación 302. Antes de entrar tome una bocanada de aire y llame a la puerta.

-Adelante- se escuchó.

Al entrar lo primero que hice fue cubrirme la boca con las manos. Jason estaba cubierto de moratones y tenía la cara llena de heridas.

-¿Cómo...como te encuentras?- dije en un susurro.

-April-dijo con la intención de sonreír- Me encuentro mejor-

-Lo siento-dije mientras me resbalaba la primera lagrima.

-Ey April acércate- me acerque lentamente- Ven aquí, no llores.

Yo lloraba en su pecho mientras que el me acariciaba la cabeza. Me sentía terriblemente culpable de lo sucedido.

-Escúchame, no fue tu culpa fue la mía-

-¿Cómo puedes decir eso?- pregunte sorprendida.

-Sí, fue culpa mía. No sabía que eras la chica de Malik-

-No soy su novia-

-Vale, pero está claro que eres algo para el-

Me quede callada.

-Yo... Jason-

-No, no digas nada. No soy una persona rencorosa, de hecho debería pedirte yo disculpas por haberte besado-

-Está bien-

-Me alegro que hayas venido-

-¿De verdad?-dije sonriendo un poco.

-Claro, me alegras la vista-dijo bromeando.

-¡Jason!-

Él se rio y yo me uní a las carcajadas. Una enfermera entro y me dijo que Jason debía descansar. Me despedí de él y me fui. Salí del hospital y me senté en el banco más cercano. Las lágrimas volvieron a salir. Por mucho que Jason había intentado convencerme de que no había sido mi culpa, en el fondo era consciente de que yo era la culpable. Yo era la causante. No me di cuenta de que alguien se sentó a mi lado. Esa persona me tendió un pañuelo. Lo cogí y mire a dicha persona.

-¿Qué haces aquí?-

-¿Por qué lloras?-

-¿No me vas a contestar?- dije enfadándome.

-Estoy aquí por ti-

Su respuesta me pillo desprevenida.

-¿Por qué?-

-Por qué ¿qué?- me dijo confuso.

-¿Por qué por mí?- dije mirándolo a los ojos.

El no contesto, lo único que hizo fue bajar su mirada al suelo.

-¿Por qué estabas llorando?-

-Por la culpabilidad-

-¿Acaso te sientes culpable de algo?- lo mire atónita.

Él no podía estar diciendo esto. No él no se podía atrever.

-¡Claro que sí!- le grite.

-No deberías, yo le golpee.-

-Por mi culpa-

-¿Qué hacías con Jason?-

-Hablar-

-¿Y cómo es que termino besándote?- dijo con un tono duro.

-No, no lo se- dije sincera.

-¿Y vienes a visitarle?- me dijo molesto.

-Si-

-April- dijo cogiéndome de la barbilla para que le mirara- El te beso contra tu voluntad, no me lo niegues porque lo vi.-

-Lo se, pero el se a disculpado-

-¿Lo ha hecho?-

-Si-

-Claro, sino yo-

-¿Tu qué?- le dije cortándole.

-Yo le obligaría-

-¡No! ¡Ya basta! ¡No puedes amenazar a quien te dé la gana!- dije levantándome y yéndome.

-¡April!-

-¡Que!- me gire para encararlo.

Fue un error porque estaba demasiado cerca. El me cogió de la mejilla y me beso. Rápidamente puse mis brazos en su cuello y le correspondí el beso. Se sentía como si no le hubiera besado en años. Sus labios y los míos jugaban como dos niños. Yo necesitaba de él y el de mí. A pesar de todo lo ocurrido, no podía negar que aún lo amaba y me odiaba por ello. Él no se lo merecía. Nos separamos por la falta de aire. El me miro y yo le mire.

-Lo siento-

-No es tan sencillo-

-Lo sé, pero no puedo dejar que nadie te aleje de mí-

-¿Qué?-

-Que estoy enamorado de ti April Smith. Muy enamorado de ti.-

Una lágrima resbalo y las otras no tardaron en llegar. Su mano me las soco y con su mano hizo que le mirara.

-¿Por qué lloras?- me dijo con una sonrisa de ternura.

-Porque yo, yo también estoy enamorada de ti. Muy enamorada de ti-

El me beso inmediatamente. Este beso comparado con el anterior era mucho más de deseo.

-No quiero compartirte-

-¿Cómo?-

-Que no quiero compartirte. Quiero que seas mía y de nadie más-

-Yo-

-April, no te asustes-

Me quede callada, no sabía que decir.

-April Smith- dijo separándose de mi- ¿Quieres ser mi novia?-

Hola!!!! 

He vuelto! Estoy subiéndolo desde el ordenador de mi hermana, que es nuevo. Bueno espero que os guste y ya sabéis comentar y darle a la estrellita.

Os quiero.Amelia.

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