- Este es el salón de Biología, y el que está a un lado es el de historia... Aquí. Te puedes ubicar por la mancha azul de pintura en el marco de la puerta, ese es el salón de historia. En el salón de Biología también hay una mancha, pero color amarilla. El salón de sociales queda en la planta de abajo, tiene una mancha en el marco igual pero color verde, el salón de Matemáticas tiene una mancha color rosa y bueno, me cansé de hablar. De todas formas, creo que compartiremos todas las clases, según le escuché a Dennis.
Asentí. ¿Compartir todas las clases con él es bueno acaso? Claro, sería genial si le cayera bien y fuera su amigo, pero si solamente soy un estorbo en su habitación, entonces estoy mal.
- Esa es la biblioteca, no sé si te guste leer pero... Bueno... Te contaré mi secreto ¿va? Me encanta leer pero, realmente vengo cuando casi no hay nadie. No me gusta que me vean leyendo.
- Ya veo, para mantener tu fachada.
- ¿De qué hablas?
- Tu fachada de chico malo... Ya sabes, de que todo te fastidia.
- Ah, ¿así que de esa forma me veo?
- O-oh, bueno, es lo que yo pensaba... No tomes en cuenta mi opinión, es decir, en verdad no impor-
- ¿Y qué piensas sobre ella?
- ¿Sobre qué?
- Sobre... Ya sabes, demonios... Mi, mi fachada...
- Bueno... Esa es una fachada, solamente, no muestras quien eres en realidad y es deprimente. Probablemente seas la persona más dulce del universo-
- No te pases.
- Ok. Pero, no lo das a demostrar porque, siempre fuiste así, mala conducta según lo que me cuentas y no te ves de otra forma que no sea repelando a las personas a tu al rededor.
- ¿Cómo te das cuenta de eso? No llevas ni un día conociéndome.
- Si realmente te gustara no hacer nada, si realmente todo el mundo te fastidiara, si realmente quisieras repelar a todos... No estarías aquí conmigo en este momento, ni siquiera teniendo esta conversación.
Y ahí, Marshall quedó sin palabras, con su mirada hacia el suelo. Y me sentí bien, evidentemente acerté en todo. Aunque a la vez es deprimente la realidad de este chico, quiere ser así para tener respeto y no perder su personalidad conocida por todos, no puede abrirse ante los demás y no puede ser quien es tal cual, y no porque no quiera, sino porque probablemente está tan sumido en su personaje de chico arrogante y engreído, que olvida realmente que se sentía ser una persona de buena fe.
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En la espera
RomanceSoy un chico como cualquier otro. Mis padres, realmente, no son mis padres; soy adoptado. Ellos deciden enviarme a un internado de chicos. Si tanto soy una molestia para ellos: ¿Para qué me adoptan? En fin, el hecho es que tenía mi vida completame...