- ¿A-a tu habitación?
- Sí. No tienes nada que hacer ¿o me equivoco?
- P-pues no, pero...
- ¡Entonces estamos listos!
Dijo para levantarse de la silla, agarrar mi muñeca, haciendo que me levantara de mi asiento igualmente.
- E-espera... ¡L-las bandejas!
- Ya las recogerán.
Y Michael seguía arrastrándome (prácticamente) fuera del enorme comedor. Agradecía a Alá, a Dios, a quién fuera por haber hecho que Marshall se fuera antes de que Michael causara este espectáculo en el comedor. Todos van a sacar malas conclusiones.
Salimos fuera del comedor y él suelta mi muñeca, parándose frente a mi, sonriente como si lo ocurrido dentro de ese comedor fuera sido lo más gracioso y divertido del mundo. Mi expresión... Aseguraba que era de agotamiento debido al forcejeo que hacía, pero qué más da, ya estoy fuera.
Pero... Esperen... Veo una figura... Un chico está a unos muy pocos centímetros de Michael... Tiene un cigarrillo en la mano... No logro ver su rostro. ¿Quién coño es y por qué está fumando dentro del establecimiento? ¿Se permite?
- ¡Eso fue genial, Travis, debías ver tu expresión!
- A mi no me pareció tan genial...
Michael rió y solo me limité a bufar.
- Vamos a mi habitación.
Dio la vuelta, comenzó a caminar y yo a seguirlo. Vamos a pasar frente al fumador, veré quien es. Si no podía conocer sus personalidades, me gustaría al menos conocer sus rostros. Estaba deseando que Michael caminara más deprisa, quería pasar frente aquel chico y ver al fin de quién se trataba.
El muchacho anónimo dejo caer el cigarrillo y lo pisó, apagándolo por completo, dio media vuelta y comenzó a caminar a la misma dirección en la que Michael y yo nos dirigíamos. Demonios, debemos pasarle por un lado.
Michael iba con el mismo paso, parecía ir sumido en sus pensamientos, mientras que el chico anónimo parecía ir subiendo su velocidad al caminar cada vez que nos acercábamos. Noto que Michael observa a tal chico y sonríe ¿Lo conoce?
- ¡Hey, hey! - grita Michael por el pasillo - ¡Voltea!
El chico lo ignoró y caminó más rápido, a lo que Michael comienza a reír. Íbamos a llegar al ascensor, ahí lo alcanzaríamos.
- Vamos, rápido - susurra en mi oído Michael - Ahí alcanzaremos a ese idiota.
Asiento. Apresuramos el paso, al igual que él. Y el ascensor estaba frente a nosotros, él apretó el botón que tenía la flecha con la punta hacia abajo, desesperadamente más de veinte veces. Realmente no quería que fuéramos con él.
Michael y yo comenzamos a prácticamente trotar, y las puertas del ascensor se abren. Maldita sea. Nosotros comenzamos a correr y el chico se sube al ascensor sin aún dar la cara. ¿Qué le pasa? Dios. Comienza a apretar el botón repetitivamente para que las puertas se cierren. No llegaremos. No llegaremos. ¡No llegaremos! Las puertas del ascensor se comienzan a cerrar, y en eso la mano de Michael entra en el pequeño espacio que faltaba para que el ascensor se cerrara. Lo logramos.
El chico se ubica en la esquina del ascensor, dándonos totalmente la espalda, sin mostrar su rostro. Nosotros estamos tomando aire aún. No sé quien sea este tipo, pero ya me empezó a caer mal.
- Eres un idiota - ríe Michael mientras aún agarra un poco de aire de vez en cuando - ¿Por qué hacías eso?
Se encogió de hombros el chico. Ahora no piensa hablar.
- ¿Estás enojado?
Negó con su cabeza.
- ¿Entonces?
No hubo ni negación, ni asentimiento. No respondió.
- Deja de ser tan infantil - dijo Michael, endureciendo su expresión - Por eso te encerraron aquí, por comportarte de una manera tan inmadura. Por eso no somos tan buenos amigos como me cuentas que eres con tu compañero de cuarto.
El chico pareció enfurecerse realmente, y volteó. Dejándome ver su rostro... Su... Su rostro... Su... Rostro... Y en eso, Michael recibe un golpe en su mejilla, dejando sangrando su labio inferior.
- No es tu problema si me llevo bien con mi compañero de cuarto o no, estúpido. Y no somos buenos amigos porque sé como eres realmente.
Marshall... ¿Qué hacías justo fuera del comedor fumando? ¿Por qué te fuiste cuando salimos? ¿Podría ser que... Me estuvieras... Me estuvieras esperando?
N/a:
holaaaa, en mi país son las 3:20 a.m y ayer en todo el día no pude actualizar así que como premio acá les dejo dos capítulos más y espero que los disfruten.
saquen palomitas y refresco y pónganse a leer jajaja, bueno, ahora no son tantos lectores pero de verdad me hacen muy feliz porque siguen ahí, leyendo cada palabra que escribo para ustedes, precisamente.
realmente, pude haberme mantenido en cinco lectores y seguiría porque sé que al menos a cinco personas en todo el mundo les interesa lo que escribo, así que les agradezco ya que forman una parte de mi felicidad
y ya me puse cursi, así que me voy, actualizo pronto, lo prometo!!
As se despide, xx.
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En la espera
RomanceSoy un chico como cualquier otro. Mis padres, realmente, no son mis padres; soy adoptado. Ellos deciden enviarme a un internado de chicos. Si tanto soy una molestia para ellos: ¿Para qué me adoptan? En fin, el hecho es que tenía mi vida completame...