¿Qué pasó ayer? Sí, es el nombre de una película cómica pero también es la pregunta que me he formulado más de ocho veces en todo lo que va de día.
¿Por qué hice eso?
¿Por qué besé a Marshall?
¡Entiendo que él sea gay! Pero yo no lo soy.
Además que él está enamorado, o al menos le gusta Avan, y es algo que es de poco interés para mí pues eso no me quita ni me da nada así que puede hacer lo que se le venga en gana. Pero lo que si me preocupa desde ayer es lo que hice, el beso. Sumándole eso lo que dije luego. ¿Acaso tengo una enfermedad mental y aún no me la han diagnosticado? No me extrañaría que así fuera pues la atención que me daban en casa no era la mejor.
Me levanté primero que Marshall debido a que no había dormido bien en toda la noche, se me había hecho imposible conciliar el sueño. Me pregunto qué pensará de mí ahora ¿pensará que soy gay?
¿Será que realmente... Realmente lo soy?
¡No! No debería ni ser capaz de formularme una pregunta cómo esa. Pero, lo que había hecho... realmente demostraban todo lo contrario a lo que decía.
Dentro de unas horas comienzan las clases, así que me alistaré intentando evitar a Marshall en todo lo que sea posible.
***
Ok, no sé si el haberme ido primero había sido una buena idea. Marshall aún no llegaba a la primera clase y me estaba comenzando a preocupar. Sé que debería contentarme por eso, pero me es inevitable no pensar en él.
Maldita sea.
El timbre que da por finalizada la primera hora sonó, haciendo que todos guardáramos las libretas y saliéramos del aula.
Hoy definitivamente no es mi día. Además de estar preocupada por Marshall, también lo estoy por la materia que tenemos a la segunda hora: literatura.
No sé qué hacer al tener a Avan frente a mí, dándome clases. Bueno, tampoco es que debería hacer algo. No es como si deba insultarlo o golpearlo solo por lo que Marshall me había dicho ayer. Solo... Debo mantener la calma. Se supone que lo que sienta o no sienta Marshall no me debe importar ni mucho menos afectar.
Fui al comedor y luego de escoger mi comida me senté solo en una de las tantas mesas que allí están. Me sentía extraño pues me había acostumbrado a la constante habladuría de Michael o Marshall. Realmente había logrado acostumbrarme a su compañía.
Sigo preguntándome en este momento porqué besé a Marshall. Fue un error garrafal, eso es lo que pienso. Sé que Marshall me correspondió y no puedo evitar emocionarme por eso, aunque realmente odie admitirlo. Pero es algo que... definitivamente no debía de hacer.
Tampoco sé si debo disculparme, tal y como lo hizo él la primera vez que nuestros labios entraron en contacto. Al final entendí que me había besado por celos, celos de Zachary. Pero ¿qué argumento tenía mi beso? No tenía ninguno. ¿Mi gran argumento sería que me dieron ganas de besarlo al confesar su sexualidad? ¡Pues, vaya excusa de mierda!
Me dispuse a terminar mi comida, mientras seguía pensando en absolutamente todo lo que había pasado.
Mi pecho comenzó a sentir una molestia cuando veo a Avan y Marshall entrando al comedor, mientras hablaban amenamente con una sonrisa dibujada en el rostro de ambos. De forma instantánea, fruncí el ceño.
¿Por qué me molestaba? Es estúpido.
Luego de terminar mi comida y notar las rápidas miradas que me daba Marshall de vez en cuando, puse la bandeja de la comida en el lugar que va y salí del comedor.
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En la espera
RomanceSoy un chico como cualquier otro. Mis padres, realmente, no son mis padres; soy adoptado. Ellos deciden enviarme a un internado de chicos. Si tanto soy una molestia para ellos: ¿Para qué me adoptan? En fin, el hecho es que tenía mi vida completame...