Marshall.
- Entonces, Daniel le dijo a Travis que sólo quería que estuvieran ellos dos en el descanso ¿puedes creer eso? Es decir, yo estaba primero con Travis, y él solo le preguntó "¿Quieres pasar el descanso conmigo?" y Travis no esperó nada para decir que sí. Qué molesto.
- Oh - dice Michael para tomar un sorbo de su jugo - Es decir que estás celoso.
- ¿¡Celoso!?
- Si que sí. ¿No te das cuenta?
- En realidad, no.
- Odias el hecho de que se haya ido con Daniel y no contigo. Eso, en este mundo, es conocido por celos.
Asentí, en entendimiento.
- ¿Y cómo debo hacer para quitarme los celos?
- ¡Debes decirle a Travis!
- ¿Qué?
- Decirle que estás celoso.
- ¡No!
- Bueno... Tienes que darle celos también.
- ¿Con quién?
- Hazlo conmigo. Me comprometo a actuar perfec-
- Nunca.
- Ok. Entonces... No lo sé.
Veo pasar a mi profesor de literatura, al profesor más joven que veré alguna vez. Su cabello era gris, era hermoso. Y sus ojos reinaban por un color azul, como los de Daniel. Maldito.
- ¡Ya sé! Con el nuevo profesor de literatura. Voltea.
- Tienes razón. Ve y habla con él.
- Pero... ¿Por qué tendría que intentar darle celos a Travis? Eso es algo que hacen los maricas.
- Ah ¿no es que te gusta Travis?
- ¡¡¡Por supuesto que no, idiota!!!
Fui a hablar con el profesor de literatura, esperando que me tratara bien ya que en la clase de literatura es donde mejor me comporto.
- Hola, profesor...
- Llámame Avan.
- Hola, Avan.
- Hola... ¿Martín?
- Marshall.
- Lo siento. ¿Qué se te ofrece?
- Nada, quería charlar contigo.
- ¿Perdón?
- Deja de ser tan educado, da igual, tenemos la misma edad.
El timbre sonó, no podía seguir hablando con él.
- ¿Vamos juntos a los salones?
Me ruboricé ¿por qué? Asentí después de su pregunta y comenzamos a caminar. Es que, realmente me parece guapo. Pero no soy gay, maldición.
- ¿Tienes novio, Marshall?
- No...
- Extraño en verdad. ¿No te parece guapo nadie de todo el instituto?
Tú... Y Tra- ¡¡No!!
- ¿Por qué preguntas eso...?
- Eres hermoso - sonrió - Es extraño que no tengas nadie. En verdad, un desperdicio.
Comencé a reír, levemente, pero realmente me puse tenso, nervioso y mis mejillas estaban muy pero muy calientes. ¿Cómo este profesor podía ponerme de tal manera? Maldita sea. No sé ni qué estoy pensando. No sé ni qué estoy sintiendo. Esto solo era para darle celos a Travis y ni él está por aquí.
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En la espera
RomanceSoy un chico como cualquier otro. Mis padres, realmente, no son mis padres; soy adoptado. Ellos deciden enviarme a un internado de chicos. Si tanto soy una molestia para ellos: ¿Para qué me adoptan? En fin, el hecho es que tenía mi vida completame...