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—No... no sé qué decirte –confesé

—No digas nada. Es patético escuchar ahora un "Lo siento, Marshall. No siento lo mismo".

—¿Qué sabes?

—¿A qué te refieres?

—¿Y si en realidad siento cada una de esas cosas que acabas de decir? ¿Qué pasaría si también estuviera perdidamente enamorado de ti pero siempre tuve un miedo incontrolable por el que dirías o pensarías de mi luego de confesártelo? Dime, ¿qué pasaría?

—Pero... ¡Maldito! ¿¡Cómo, por qué!? ¿¡Y Michael!?

—Todo fue... una... una trampa –aproveché que sabía de la presencia de Michael tras la puerta para decir toda la verdad– Te amaba... No, te amo... Y tú estabas con Avan. ¿Cómo crees que me sentí? Por si no tienes respuesta, me sentí fatal. El beso, su confesión: todo. Cada cosa destruía cada vez más mi corazón y alma. Luego supe que Michael estaba en la misma situación, pero locamente enamorado de Avan...

—Así que intentaron hacer lo mismo pero...

—Uniéndonos él y yo –completé su frase.

—Entonces, ¿estuve con una travesía mental cada maldita noche por una "farsa"? –preguntó desafiante Marshall mientras fruncía el ceño.

Asentí, cabizbajo.

—¡Eres un...!

—Te amo –le dije sonriendo.

Sin esperar ni un segundo más, me lancé para besarlo y... quién sabe... Quizás para algo más.

Narrador

Cada caricia y beso que se proporcionaban mutuamente esta "nueva pareja", era un poco más que se les olvidaba algo importante a ambos.

Algo que los dañaría por completo.

Travis duraría tres meses en el internado de los cuales dos... ya están cumplidos.

En la esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora