Capítulo 16.

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Andrea.

Llegamos y al primero que vi fue a Rubén, le saludé y me acerqué a los chicos. Abracé a Dani, a Magí, a Blas, a Álvaro y a David.

-¿Y Carlos? -pregunté extrañada.
-Le ha llamado una ex novia suya, decía que necesitaba hablar con él urgentemente. -me informó Dani.
-Quizás llegue antes de que despegues. -completó Álvaro.

Asentí sonriendo un poco falsamente, vale que nos conociésemos de hace apenas semanas y que no fuese nadie en su vida, pero al menos no sé, presentarse y darme un abrazo, tampoco era tanto. Bah Andrea, déjalo, es normal que al chico le importen más sus ex que una simple amiga, que a lo mejor ni eso eres para él.

Carlos.

Me senté en la mesa en la cual Yolanda me esperaba.

-Hola. - la saludé con dos besos.

Ella sonrió.

-¿Qué querías? Tengo que ir al aeropuerto a despedir a alguien.
-Necesito estar contigo mis últimos meses aquí. -tomó mi mano.
-¿Te vas a... -me cortó.
-Me voy a tener que ir a vivir a Estados Unidos, mi enfermedad va a peor cada día y necesito que me curen allí.

Suspiré aliviado, me había puesto en lo peor.

-¿Me estás pidiendo que volvamos por un tiempo? -asintió. -Está... bien. -dije pausadamente.

Realmente no la amaba pero si era lo que ella deseaba, tampoco me costaba tanto complacerla durante un tiempo. No penséis que es por pena, sino porque después de todo algo de cariño aún queda.

Sin darme tiempo a decir nada más me besó. Al separarnos le sonreí y cuando estaba a punto de despedirme de ella para ir al aeropuerto me pidió que la acompañara a casa. Ahora no podía negarme, era mi novia.

Una vez dejé a Yolanda en casa me monté en mi coche dispuesto a ir con los chicos al aeropuerto. Miré mi reloj y ya no merecía la pena que me apresurara tanto, el avión de Andrea había salido hacía una hora según me informaba un mensaje de David. Ya la llamaría en otro momento para desearle suerte allí.

**

Me despertó el sonido del despertador anunciando que eran las 10 de la mañana. Sin prisa me levanté y me dirigí al baño para ducharme. Cuando terminé de arreglarme y cogí algunas cosas necesarias me encaminé a una cafetería para desayunar. Hoy nos esperaba un día bastante completo.

Andrea.

Una vez teníamos nuestras maletas salimos a la calle.

-Hola Londres. -susurró Rubén mirando el gran tráfico que había.
-¿Sueles hablar solo? -reí y él negó acompañándome.
-Voy a llamar a un taxi, ¿me sujetas las maletas?
-Bonito pareado. -volví a reír.
-Fíjate que no te recordaba con tanta chispa.

Me encogí de hombros con una sonrisa. Estaba bastante feliz.

Una vez llegó el taxi nos subimos y Rubén dió una dirección a la que llegamos en unos 20 minutos. Pagamos y nos bajamos cogiendo de nuevo nuestro equipaje.

-Creo que te va a gustar la casa. -dijo buscando las llaves. Abrió y me invitó a pasar primero.

Entré y observé lo enormes que eran las pocas estancias que alcanzaba mi vista.

-Wow, ¿desde cuando no vienes aquí?
-Desde que tenía 16 años o así. -cerró la puerta tras él. -¿Quieres ver tu habitación?

Asentí y le seguí escaleras arriba.

-Es... Espectacular. -exclamé.

Rubén rió al ver mi reacción y yo le abracé.

-Gracias por darme esta oportunidad.
-No hay de qué. -sonreí ante estas palabras.

The perfect kind of crazy. (Carlos Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora