Andrea.
Terminé de abrazar y hablar con Dani con los ojos ya húmedos y me acerqué al único que aún no había saludado, Carlos. Levantó su mirada encontrándose con la mía y pude ver como tenía unas ojeras enormes y una mala cara muy preocupante. Le abracé fuertemente pensando que quizás lo necesitase.
-Aunque no lo creas a ti también te he echado de menos. -susurré en su oído.
-Y yo. -rió levemente.Desice nuestro abrazo para besar su mejilla y le miré sonriendo.
-Me debes una explicación sobre tus ojeras y esa palidez en tu cara, recuérdalo. -asintió bajando su rostro.
**
Decidí preguntar por Sofía ya que no la había visto por ningún sitio.
-Sofía no ha que.. podido venir por cuestiones de trabajo. -se rascó la nuca Álvaro, se vía nervioso.
-La esperaremos en casa entonces. -sonreí.
-No es que en la que era vuestra casa ya no podrás vivir, tu habitación la ocupa ahora la novia de Carlos.¿Enserio? Pero si ella misma justo antes de irme me prometió que la habitación estaría tal y como la deje cuando volviese. No debía darle más vueltas, es normal que haya decidido buscar a alguien que le ayude con los gastos, han pasado 6 meses.
-¿Te importa que nos quedemos en un hotel, Lizeth? Mañana buscaremos casa.
-No, que va. -sonrió tranquilizándome.
-¿Preferís quedaros en mi casa? Yo no tendría problema. -ofreció David.
-Gracias, pero no, tranquilo. -besé su mejilla.Tras presentarme a sus padres, los cuales le esperaban en el aeropuerto, Rubén se unió a nosotros para salir de allí.
-Espera, no puedes salir sin esto. -colocó un pañuelo tapando mis ojos.
Reí notando su torpez al intentar hacer el nudo.
-Yo voy a buscarlas. -oí decir a Carlos.
-¿A buscarlas? ¿A quién?
-Si eres un poco paciente lo descubrirás en un momento. -Rubén besó mi mejilla y cogió mi mano.Caminamos y creo que salimos a la calle puesto que podía oír el tráfico.
Alguien se acercó a nosotros y tomó mi mano libre.
-¿Quién eres? -reí.
-Carlos, encantado. ¿Y tú? -rieron.
-Sois unos capullos. -les acompañé.Tras pocos pasos más soltaron mis manos y uno de los dos me quitó el pañuelo que cubría mis ojos. Delante de mi pude ver a dos de mis mejores amigas. Corrí rápidamente a abrazarlas, llevábamos sin vernos como 2 años o así.
-¿Qué hacéis aquí? -dije con los ojos aguados riendo.
Ellas rápidamente señalaron a Carlos y a Rubén.
En ese mismo instante a ellos dos se unieron el resto de los chicos, Lizeth y Magí. Les presenté a Laura y Noelia y decidimos poner rumbo a algún hotel donde quedarnos.
**
Carlos.
-Carlos ven, ayúdame con las maletas. -me llamó Laura.
Me acerqué a ellas y las acompañé a la recepción junto con Rubén.
-No voy a poder ayudaros a subir, me tengo que ir, os dejo con Carlos ¿vale? -dijo este con móvil en mano y dando un beso a su novia.
Se despidió de las chicas con un beso en la mejilla y a mi me tendió su mano sonriendo.
-Luego nos vemos. -asentí ante sus palabras.Cogieron las llaves de sus habitaciones y decidieron subir, puesto que Andrea quería hablar conmigo.
-Dime. -la miré.
-¿Cuándo podemos quedar?
-Yo... Tengo muchas cosas que hacer. ¿Pasado mañana?
-Está bien.Tenía que esperar a que Yolanda se fuese a Estados Unidos, no podía arriesgarme a que se arrepintiese de irse tal y como me dijo.
-Hablamos, ¿vale?
Suspiró y asintió.
-Si necesitas algo llámame, ya sabes que aquí tienes una amiga.
Sin pensarlo dos veces la abracé, me hacían sentir tan bien sus abrazos.
Besó mi mejilla a modo de despedida y se guiró dispuesta a irse.
-Por cierto Andrea, -volvió a girar- hacéis una pareja genial tú y Rubén, es muy majo.
Rió levemente y susurró un "gracias" con una enorme sonrisa.
**
Andrea.
Salimos de la inmobiliaria y nos encaminamos a una cafetería en la acera de en frente.
Una vez tomamos algo nos encaminamos a casa de Sofía, iba a recoger todas mis cosas que aún estaban allí.
Tocamos al timbre y nos abrió un Carlos cabizbajo. Levantó su rostro ante los saludos de David y Álvaro que nos acompañaban. Automáticamente se me encogió el estómago de una forma indescriptible. Tenía ojeras aún mayores que las de ayer y los ojos rojos e hinchados de haber llorado.
Nos invitó a pasar y se sentó en el sofá, nosotros repetimos esa misma acción observándole con detenimiento, era una imagen suya que nadie estaba acostumbrado a ver.
-Y, ¿habéis encontrado casa chicas? -dijo casi en un susurro.
Lizeth asintió.
-De echo a eso veníamos, a por las cosas de Andrea para la mudanza. -completó Álvaro.
Sin decir ni media palabra más se levantó y entró a la cocina. Minutos después volvió tendiéndome una llave que yo cogí.
-Están todas en el trastero. -volvió a sentarse.
-¿Me hacéis el favor de llamar vosotros al camión y esperar a que se lleve todo? Quiero hablar con Carlos. -les miré suplicante y asintieron con una sonrisa para a continuación salir de la casa.Nos quedamos un par de minutos en silencio hasta que fue él quien lo rompió.
-Andrea.. ¿puedes.. hacerme un favor? -dijo con la voz rota.
Incluso me sentía mal por no saber que le pasaba y como podía ayudarle.
-Claro, dime.
-¿Puedes darme.. un abrazo? Lo necesito. -susurró.Sin pensarlo me acerqué a él y cumplí su petición. Noté mi hombro húmedo. Estaba llorando como nunca había visto llorar a nadie.
-Gracias. -dijo para deshacer nuestro abrazo y salir del salón secándose las lágrimas.
Le seguí. Estaba bastante preocupada.
-¿Qué haces aquí?
-No quiero que me veas llorar, vuelve al salón anda. -secó alguna lágrima más de sus mejillas.
-Para eso me he quedado, para que te desahogases. Mírame. -tomé su mentón y le obligué a mirarme.Observé detenidamente sus ojos. Estaban tan apagados e hinchados que me daba demasiada pena verle así, el no era ese chico, sino uno totalmente risueño y alegre.
-¡Carlos! -un grito desde la parte de arriba nos hizo separarnos rápidamente.
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The perfect kind of crazy. (Carlos Auryn)
Фанфик-¿Sabes algo? Creo que somos el tipo perfecto de locura, y eso me encanta.