Capítulo 29.

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Carlos.

Nos separamos por falta de aire y me levanté rápidamente.

-Lo siento, me he dejado llevar. -dije suspirando.

Este podía ser el final de nuestra amistad. Bien Carlos, acabas de cagarla de forma monumental.

La miré con algo de miedo pensando en la que podía liarme pero para mi sorpresa comenzó a reírse.

-¿Qué? -pregunté desconcertado.
-Tranquilo no pasa nada, ha sido un impulso y ya, mañana ni nos acordamos de esto ¿sí? -volvió a reír levemente de nuevo, supongo que debido a mi nerviosismo.

Asentí no muy convencido, no sabría ni decir bien el porqué.

Andrea.

Acabamos de desayunar y ayudé a recoger hasta que vi a Carlos salir fuera y le seguí. Había estado muy ausente e incluso se había sentado alejado de mi en la mesa. Me llegaba a preocupar y todo.

-¿Qué te pasa? -me senté a su lado pero solamente se encogió de hombros sin ni siquiera mirarme.-Carlos...
-Nada. -me miró y dijo seco.
-Mentira. -solamente silencio, silencio y más silencio. -Ahí te quedas, tengo cosas mejor que hacer que estar regalándote el oído.

Me levanté y le oí suspirar, pero ni se movió, por eso decidí irme. Me sacaba demasiado de mis casillas esto.

-¿Os pasa algo?
-¿A nosotros? No, sólo que Carlos es idiota.
-Si alguien te escucha lo que acabas de decir vuestra mentirijilla se va al traste ¿sabes? -bromeó relajando el ambiente.

Me senté en el sofá y rápidamente Sofía siguió mis pasos.

-Me da igual ya. De todas formas seguro que se han dado cuenta, no pegamos ni con el mejor pegamento.
-Lo negarás y no querrás creerlo pero todos hablan de lo buena pareja que hacéis.
-Les regalaré unas gafas a cada uno las próximas navidades. -mi amiga carcajeó hasta que oímos la voz de Carlos detrás nuestro.

"Nos vamos en dos horas", dijo para después subir las escaleras hacia la habitación que compartíamos.

-Más idiota y no nace. -dije cabreada. -Voy a hacer la maleta, te veo luego. -suspiré.

Entré a la habitación y le encontré tumbado en la cama con la vista fija en el móvil. Me dirigió una mirada pero la apartó rápidamente. ¿Qué clase de mosca le había picado a este?

**

-No puedo creer que acabe el fin de semana y no os haya visto daros ni un solo beso, ¿estáis mal?

Mierda, ¿tan psicoanalistas eran mis amigos?

Última actuación. Miré a Carlos, que se encontraba a mi lado, e intentando que mi sonrisa pareciese lo menos falsa posible me acerqué a sus labios para volver a unirnos en un beso. Espero que nos hayamos visto creíbles al menos.

Terminamos con las despedidas y nos montamos en el coche dispuestos a volver a Madrid.

-Qué beso más falso, ¿se lo habrán creído? -hablé a mi amiga.

Carlos me dirigió una mirada extraña que no entendí demasiado bien, pero cualquiera entendía a este hombre...

-Todas han muerto de envidia, Carlos ha sido foco de muchas miradas este fin de semana. -rió mi amiga y la miré frunciendo el ceño inconscientemente.

Pocos minutos después me llegó un mensaje suyo que me dejó algo desconcertada. "Los celos no son nada buenos amiga. ;)" ¿A qué se refería con esto?

**

-Levanta tu pesado culo del sofá y sube a cambiarte, nos vamos.
-¿Dónde? Estoy muy bien aquí. -hice un puchero intentando dar pena a mi amiga.
-No me vale eso, además tú eras la que quería escuchar el disco de los chicos ¿no?
-¿Nos llevan a oírlo? ¡Ya vengo! -corrí escaleras arriba.

Una vez estabamos listas salimos en dirección a unas oficinas de las que íbamos a recoger a los chicos de una sesión de fotos para que nos llevaran al estudio.

Hoy, después de más de una semana sin saber absolutamente nada de Carlos le volvía a ver, y si soy sincera, estaba algo nerviosa por como podía reaccionar. Le había llamado y enviado miles de mensajes, pero nada de esto obtuvo respuesta. No sé que le pasaba conmigo, pero algo muy grave debía haber hecho o dicho para que tuviese tal enfado conmigo.

Llegamos y nos hicieron esperarles en una pequeña sala, no tardaron mucho en venir y quitar la paz y tranquilidad de aquel lugar, eran tan geniales y les quería tanto.

Salimos y todos junto a Lizeth iban riendo y haciendo todo tipo de bromas, en cambio, Carlos iba algo apartado de sus amigos, sin haber pronunciado palabra aún desde que nos habíamos encontrado, yo sólo me limitaba a intentar introducirme en la conversación mientras pensaba en mis cosas.

**

-Entrad ahí. -nos señaló David una pequeña habitación.

Hicimos caso y entramos quedando ellos fuera, se les veía súper felices, y eso me encantaba, se lo merecían.

Un señor, al cual no conocíamos, nos tendió dos auriculares, los llevamos a nuestros oídos bastante entusiasmadas y a continuación, comenzó a sonar la música.

Última nota. Estaba perpleja, no soy alguien que se quede sin palabras fácilmente, pero en esta ocasión, no existían para describir el trabajo de los chicos, era totalmemte maravilloso.

Lizeth y yo acordarmos salir con caras que expresasen desaprobación para así asustarles un poco.

-¿Y bien? -preguntó Álvaro.

Nos encogimos de hombros a la vez intentando que no se escapase ninguna risita.

-Podéis decir lo que queráis, aceptamos todo tipo de opiniones. -le siguió Dani algo frustrado.

Mi amiga contó hasta tres para que solo yo pudiese oírla y saltamos sobre ellos felicitándoles por el magnífico trabajo que habían hecho.

Llevábamos un largo rato hablando cuando Lizeth quiso llevarse a los chicos a buscar a Magí para dejarme sola con Carlos, ten amigas para esto.

Silencio. Un silencio bastante incómodo, la situación era demasiado tensa.

-Habéis hecho un trabajo genial con este disco. -decidí romperlo.
-Gracias. -dijo secamente.
-¿Qué he hecho mal? No me gusta nada estar así de enfadados Carlos.
-No has hecho nada Andrea, solo qué
... Déjalo, está todo bien.
-¿Todo bien? Sabes que no. -insistí.

Suspiró y en ese momento llegaron nuestros amigos acompañados de Magí para comunicarnos que habían decidido que podíamos ir a comer todos juntos y celebrar que nos había gustado el disco.

-Yo no estoy de humor, prefiero irme a casa, salgo con vosotros otro día. -se levantó rápidamente del sofá en el que nos encontrábamos.

"Ven, por favor". -le envíe, al instante su móvil sonó y lo sacó del bolsillo de su pantalón. Lo leyó dispuesto a guardarlo pero volví a enviar otro mensaje para frenarle. -"Necesito hablar contigo".

Volvió a leer y tras un corto silencio miró a sus compañeros.

-Hay comida para vegetarianos en ese restaurante decís, ¿verdad? -bromeó para mirarme antes de salir y dedicarme una sonrisa.

Qué bipolar era el jodido.

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Mil perdones por no subir capítulo desde hace un montón, después de tanto sin poder escribir aquí tenéis un capítulo nuevo, espero que os guste. :)

Tal y como os dije, la primera temporada está acabando, de hecho apenas creo que le quede un capítulo más. Como habéis insistido algunas personas que me leéis siempre, sí que habrá una segunda temporada.

Espero que me dejéis todas vuestras opiniones sobre el capítulo y millones de gracias por leer. ❤

The perfect kind of crazy. (Carlos Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora