Andrea.
-¿Ya te has enfadado? Que enfadica eres a veces.
-Tú eres idiota y no te lo digo. -me giré.
-Vale, vale, estamos en paz. ¿Te quedas a comer? Tengo lasaña.
-Vale. -dije volviendo a entrar en su casa, era mi comida favorita, no podía negarme.Escuché como reía desde la entrada y yo también lo hice entrando a la cocina.
**
Nos encontrábamos sentados en el sofá en completo silencio.
-¿Me puedes dejar un momento para explicartelo de forma que lo entiendas?
-¿Y esa pregunta? Por supuesto. -sonreí.Me devolvió la sonrisa y yo a continuación me levanté del sofá para dirigirme a una pequeña estantería llena de CDs y películas.
-¿Potterhead? ¿Tú?
-Sí, ¿tienes algún problema? -dijo con aires de superioridad para luego reír.Le acompañé y mientras tanto saqué una de las carcasas, "Harry Potter y la piedra filosofal". Perfecto.
Cogí el mando que abría el DVD e introducí el disco para luego sentarme en el sofá y pulsar el play.
-Como si estuvieras en tu casa eh. -bromeó sentándose a mi lado.
-Vale, ¿dónde hay una manta?
-Allí. -señaló una de las sillas.La cogí y volví al sofá arropándome con esta.
-Comparte o algo ¿no? -dió un pequeño tirón.
Me acerqué a él todo lo que pude y acabamos arropados los dos.
Tras un buen rato y en la parte más interesante cogió el mando y la paró.
-Jo Car... -cortó mi queja.
-¿Quieres que te cuente?No dije nada y esto él lo entendió como un sí. Se aclaró la garganta dispuesto a hablar.
-A ver por donde empiezo.. Yolanda está enferma y por eso se ha mudado a Estados Unidos. -asentí.- El día que tú cogías el avión a Londres había quedado con los chicos en que pasarían a recogerme, pero justo una hora antes me llamó ella para que quedásemos porque tenía que decirme algo. -hizo una pausa y suspiró. "Tranquilo, sin prisa" le susurré para intentar calmarle. -Entonces me pidió que volviesemos a estar juntos, pero sólo hasta que ella se fuese. Yo acepté y ahí realmente empieza todo. El haber aceptado me hacía atarme a ella y a su enfermedad por completo, le he dedicado días y noches enteras para que al menos estuviese bien. Pensarás que era por amor, pero te aseguro que no, hacia ella sólo siento un poco de cariño, porque siempre algo queda. Al principio todo iba medianamente bien, pero cuando se dió cuenta de que hablaba demasiado contigo me dijo que me tenía que alejar de ti, de los chicos, de Magí, incluso de mi madre... Si no lo hacía me amenazó con no irse a Estados Unidos para su tratamiento, lo cual implicaba una muerte segura y no podía cargar con eso en mi conciencia, por eso te cortaba llamadas o directamente no te las cogía, e intentaba no mostrarme demasiado cariñoso contigo por el miedo a que se replanteara lo de irse. Seguro te ha molestado todo y de verdad, lo siento. -agachó su cabeza.
-¿Te dejas de tonterías y me das un abrazo? -bromeé.Sin pensarlo me miró y asintió avergonzado para seguidamente unirnos en un abrazo.
-Necesito que me ayudes a algo.
-Cuéntame, a ver.
-Quiero recuperar mi antigua relación con los chicos y con Magí, les necesito.Sonreí al oír esas palabras porque sabía que el resto también le necesitaban a él, y demasiado.
-Déjame eso a mi.
Pocos minutos después nos despedimos prometiendo vernos pronto.
**
-Hoy a las 21:00h en mi nueva casa para cenar. ;) -escribí en el grupo con los chicos.
-Dani: Hoy noooooo, hay fútbol. :(
-Me da igual :))
-Dani: Vale vale, voy, más te vale tener la tele a mi disposición.
-Magí: Allí estaremos TODOS. Y sin rechistar Daniel.
-Dani: Vais todos contra mi, eso no vale.
-Calla melón, cómo te gusta protestar por todo.Reí para mis adentros debido a mi último mensaje hacia Dani.
Quería que viniesen a cenar a casa, Carlos quería hablar con ellos y lo iba a hacer esta misma noche.
La tarde había pasado demasiado rápido y me encontraba colocando los últimos cubiertos en la mesa con ayuda de Lizeth. Sonó el tiembre y nos dirigimos a la entrada para abrir.
David, Dani, Magí, Álvaro y Blas. Les saludamos uno a uno y les invitamos a pasar. Faltaba Carlos, el que realmente tenía que venir no lo hacía. Maldito. Esperemos que no se haya arrepentido y haya decidido no venir.
"Si no te dejas ver por mi casa ahora mismo te prometo que esta me la pagas. Ya tardas en venir majo." -le envié este mensaje y respondió al momento.
"Que borde eres hija."El sonido del timbre hizo que nos sobresaltáramos.
Abrí la puerta y allí se encontraban mi novio y el rubio idiota que me acababa de llamar borde.
Les saludé e invité a pasar.
-¿Pero esto que es una encerrona? -se levantó rápidamente Dani de su asiento para salir cabreado del salón.
-Dani espera, ven aquí. -dijo Carlos pero su compañero no se detuvo.
-¿Voy a hablar con él? -se ofreció mi amiga.
-No, voy yo. -dijo seco y cortante Álvaro.A Lizeth esto le sentó tan mal que subió escaleras arriba supongo que a su habitación.
Nada de nada estaba saliendo bien. Qué caos.
-Yo me voy.
Perseguí a Carlos hasta el recibidor.
-Joder Carlos, ya vale. Tenéis que hablar. No te puedes ir.
-Tampoco les puedo obligar a escucharme, ya no me consideran su amigo. -una lágrima resbaló por su mejilla la cual yo sequé con la yema de mi dedo pulgar.
-Están un poco dolidos, debes explicarles todo. Ellos también te necesitan.Para cuando yo terminé de hablar él ya me abrazaba hecho un completo mar de lágrimas. Me daba pena verle así de mal.
-Hazlo por mi al menos.
Se separó y dedicándome una leve sonrisa mientras se secaba las lágrimas volvió a entrar al salón.
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The perfect kind of crazy. (Carlos Auryn)
Fanfiction-¿Sabes algo? Creo que somos el tipo perfecto de locura, y eso me encanta.