The perfect kind of crazy. (Carlos Auryn)

Capítulo 25.

Andrea.

-No puedo creer ese beso. -dijo mi amiga con cara de asombro después de que cerrara la puerta.
-¿Qué beso? -la miré desconcertada.
-El tuyo con Carlos, tía no te hagas la loca. -rió.
-Sólo le he besado en la mejilla. -me encogí de hombros.
-Sabes que no. -volvió a reír.
-¿A no?
-No, le has besado casi en los labios tía.
-Tienes visiones, sólo ha sido en la comisura por haberse girado, cómo exageras.
-Lo que yo decía, casi en los labios.
-Eres imposible. -reí viendo que mantenía su idea.
-¿Me dejas hacerte una pregunta? -me siguió hasta la cocina.
-Dispara.
-¿Te habría gustado que se girase un centímetro más? -dijo con la típica cara de pervertidilla.

Espera un momento, ¿me habría gustado besar a Carlos? "Andrea tienes novio". Las respuestas de mi conciencia casi siempre eran perfectas. Exacto, tenía novio.

-Obvio que no, tengo novio ¿recuerdas?
-¿Segura que no?
-Segurísima. -dije girándome. ¿Por qué me había puesto tan nerviosa esa pregunta?
-Hablaremos a la noche de esto mismo.
-¿Cómo a la noche? -fruncí el ceño sin entender el porqué.
-No te adelantes pequeña. -me revolvió el pelo y se fue dejándome desconcertada.

Dispuesta a ver una película me tumbé en el sofá. Cuando casi me dormía un pitido me despertó. Maldito móvil.

Mensaje de Rubén.

-¿Podemos quedar? Tengo que decirte algo :)
-¿Bueno?
-Creo que sí, ¿voy a buscarte en media hora?
-Claro, te quiero.

No obtuve respuesta a esto pero aún así lo dejé un poco de lado.

**

-Joder no Rubén, te prometo que no estoy enamorada de Carlos, que no me gusta ni lo más mínimo. Es sólo un amigo y si quieres, ni eso. Pero no te puedes ir dejando todo así, por favor. -dije llorando. Mis ojos creo que ya no podían más.
-Cálmate un momento ¿sí? -dijo con una tierna sonrisa.
-¿Cómo me dices que me calme? ¿Y esa sonrisa? Lo de Carlos es sólo una excusa barata para acabar todo esto ¿verdad? No te creía así. -grité haciendo que toda la gente que caminaba por aquel parque nos mirase.
-Tranquilízate Andrea, por favor. Ven, siéntate de nuevo. -me dijo bastante calmado. -Volveré a explicarte sin dar lugar a que pienses algo que no es cierto.

¿Cómo podía estar tran tranquilo después de todo? Me ponía de muy mala leche su relajación.

Me senté junto a él de nuevo pero sin mirarle a los ojos. No me acababa de creer esa historia.

-Eres una persona maravillosa, y te prometo que estoy muy muy feliz contigo...
-Mentira. -le corté.
-¿Me crees un mentiroso? Si no lo estuviera te prometo que no habría pasado tantos meses a tu lado. -suspiró.- ¿Sigo? -asentí. -Pero hay algo que me dice que las peleas sin sentido y los momentos con Carlos darán lugar a algo muy especial con él, estoy seguro.
-Cabezota. No hay absolutamente nada con él, te lo he dicho. -le volví a cortar.
-No ahora, pero lo habrá Andrea, ¿o no ha habido algún momento con él que te haya hecho pensarlo? -me miró. -Tranquila no tienes que responder. -sonrió y esta vez si le miré a los ojos, los cuáles tenían una mezcla de tristeza. -Por eso quiero dejar vía completamente libre a Carlos, es muy buen chico. Como te dije me voy a volver a Londres, vendré a visitaros a menudo, los chicos me han caído bien. ¿Puedo darte un abrazo? -asentí y me estrechó fuertemente entre sus brazos
-No quería que esto acabase así. -susurré y otra lágrima cayó por mi mejilla.
-Todo está bien ¿vale? Esperaré la invitación de tu boda con Carlos. -bromeó.
-Espérala sentado entonces, no vaya a ser que te canses de que no llegue.

Sonrió besando mi mejilla para decir un te quiero e irse.

Me daba tanta pena que una relación de meses acabase así por una tonta especulación que ni siquiera es cierta. ¿De dónde saca que habrá algo entre nosotros?

Iba caminando a casa cuando comenzó a llover. Y yo sin paraguas. Decidí entrar al centro comercial.

Sonó un mensaje en mi móvil. Con suerte era Lizeth y podía venir a buscarme. Pero no, la suerte no estaba de mi parte y era Carlos.

-Holi, acabo de ganar dos entradas para la bolera. ;)
-Enhorabuena.
-Borde.
-Esquina.
-Yo que pensaba invitarte.
-Gracias, pero gástalo en otra persona. No sé jugar a los bolos, ni tampoco me apetece.
-¿Qué te pasa?
-Nada, estoy genial.
-Sabes que no.

Iba a responder cuando comenzó a vibrar lo que indicaba que me estaba llamando.

-¿Qué?
-Café. -bromeó.
-Voy a colgar. -le avisé.
-No no, espera.
-Di. -volví a hablar cortante.
-Sabes lo que voy a decir.
-Y tú la respuesta a eso.
-¿Y porqué tu cara?
-Que sabrás tú como está mi cara.
-La estoy viendo. -rió.
-¿Cómo? -miré a mi alrededor intentando encontrarle.
-En la fuente. -rió y volví a buscar esta vez dando con él. Me saludó y sin hacerlo yo, colgué.

En cuestión de minutos alguien se sentó a mi lado en el banco.

-Creía que cuando las chicas venís a un centro comercial os encanta comprar mil cosas, ¿a ti no? -reconocí enseguida su voz.
-No tengo ganas. -me encogí de hombros.
-¿Qué haces aquí?
-Está lloviendo y no podía volver a casa.
-¿Te llevo? -dijo amablemente.
-Si no te importa, por favor. -se levantó y le seguí.

El trayecto fue totalmente en silencio. Entramos, saludé a Lizeth y subí a mi habitación.

Estaba sacando mi libro favorito de la mochila cuando alguien entró cerrando la puerta. No le dí importancia puesto que creí que era mi amiga.

-¿Qué libro es?
-Ciudades de papel. -me giré.
-¿Me vas a contar que te pasa? -se sentó en la cama.
-¿Por qué te preocupa tanto?
-Somos amigos. -sonrió.
-Asentí. -Rubén y yo hemos cortado.-suspiré.
-¿Enserio? -abrió sus ojos como platos.
-Sí, dice que tenemos un futuro.
-¿Nosotros? -dijo tranquilo.

¿Por qué todo el mundo estaba tan tranquilo y a mi me alteraba tanto este tema?

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¿Qué pensáis vosotros de la situación de __________? ¿Os ha gustado el capítulo? Recordad comentar que os ha parecido, qué os gustaría que pasase en próximos capítulos y además quiero saber si os apetece un maratón de tres capítulos el próximo fin de semana, para que salga adelante me gustaría recibir al menos 5 comentarios a favor de hacerlo. Gracias por leer. xx