Like Crazy

Capítulo 6

Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Capítulo 6

"Prefiero una locura que me entusiasme a una verdad que me abata"

(Christoph M. Wieland)

Después de aceptar "la fantástica idea" del señor Mellark sobre hacer una fiesta de bienvenida. Mi Mamá había ido a mi cuarto a agradecerme que estuviera más dispuesta a aceptar uno de los gestos de su futuro esposo en un intento de llevarse bien conmigo. Sin voltearla a ver solo le dije que eso sería lo último que haría y que no pidiera participar en más de la boda. Sin decirme más ella salió del cuarto.

Prim sabía que estaba enojada por la idea de la fiesta e intentaba animarme con el poco tiempo que pasábamos, ya que como la boda estaba próxima y con la fiesta de bienvenida, se dedicaba a ayudar a mi Mamá en todo lo que le pedía. Por mi parte había encontrando un refugio en el closet de abajo donde me encerraba y en esa oscuridad me sentí más a salvo que en ningún otro lugar, ya que nadie me molestaba. Por eso no le había contado a nadie, ni a Prim acerca de mi escondite secreto.

La mañana del viernes mi Mamá había salido con Effie para organizar los últimos detalles de la fiesta y que Prim había ido con unas amigas. Por eso aproveche para ir a mi escondite. Estaba tan cansada por las pesadillas que había tenido en la noche, que termine dormida en la posición más incómoda. Toda adolorida me levante y sin ninguna precaución abrí la puerta para salir, estaba tronando mi cuello, cuando escuche mi nombre.

-- Katniss- era Sae- ¿Dónde estabas? Te estuve buscando por todos lados.

-- Estaba por ahí- contesto.

-- ¿Y qué estabas haciendo en el closet?

-- Nada, solo buscando algunas cosas- digo tomándola del brazo- ¿Para qué me buscabas?- le pregunto.

-- Ah, tienes visita.

-- ¿Quién?

-- Alguien que te gustara ver- dice con una sonrisa.

Entramos a la biblioteca donde sentada se encuentra mi buena amiga Madge. Y aunque no somos muy expresivas nos permitimos abrazarnos con alegría y cariño. Madge es la hija del alcalde de la ciudad, la había conocido en la secundaria, ya que el señor Mellark había decidido pagar mis estudios en una de las mejores escuelas de la ciudad y ahí entre chicas vanidosas y chicos arrogantes estaba ella; una chica tímida, callada y agradable. Una chica con la que me parece hice una buena amistad, una amistad que quería conservar.

Sentadas empezamos con las típicas preguntas de; ¿cómo estábamos? ¿Qué habíamos estado haciendo? me conto que se enteró de mi regreso porque mi Madre le envió una invitación para la fiesta de bienvenida que estaban organizando para mañana.

-- Hubiera preferido que tú me hablaras.

-- Lo siento- digo.

-- Finalmente se va a casar tu Mamá- dice Madge- Mi Papá recibió una invitación para la boda.

-- Sí.

-- Eso...- calla.

Madge se caracteriza por ser una persona prudente, por eso nos tomó varios años contarnos cosas íntimas. Ni siquiera cuando murió mi Papá le revele mis sentimientos, (solo con él pude llorar), fue tiempo después en un ataque de lágrimas que comencé a confiarle lo que sentía.

-- Me molesta- contesto a la pregunta que no salió de su boca.

-- ¿Y que harás?

-- Nada. Ella se casara sin importarle mis sentimientos, así que por eso no hare nada. Estoy aquí por Prim, pero en cuanto esto se acabe me regreso al 13.