Capítulo 33

955 86 15
                                    


Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Capítulo 33

"He amado hasta llegar a la locura; y eso a lo que le llaman locura, para mi es la única forma sensata de amar"

(Francoise Sagan)

-- Iré a llamarlo- dice.

-- Puedes quedarte con Chaff- pido.

-- Sí- suspira- Luego vengo por mis cosas.

-- Las preparare para ti.

Él no dice nada, lo veo dirigirse a la puerta deteniéndose, pero sin voltear a verme sale y al cerrarse la puerta se me rompe el corazón. Me aprieto intentando retenerme para no ir tras él. Lloro porque dolió haberle dicho lo que le dije ayer y hoy, pero me repito.

--Luego iré por él. Le rogare que me perdone y aunque tenga que suplicar hare que vuelva a mí.

Pero ¿y si no quiere volver a mí? Pregunta una voz en mi cabeza, que hace que dude y quiera ir nuevamente tras él, pero me vuelvo a detener y me digo.

--Es por su bien, esto es por su bien y no me puedo arrepentir de nada.

Voy al baño para limpiarme, saco la grabadora que compre colocándola en la sala y cuando escucho que tocan la puerta me obligo a pensar que es Peeta, así que respiro hondo y me dirijo a abrir la puerta. Siento que quiero correr en cuanto lo veo parado frente a mi puerta. Inclusive la voz de hace un momento me pide que corra, pero no lo hago y solo saludo a Cato.

ooooooooooooooooooo

Había tenido una pesadilla donde el secuestrador de Peeta nos perseguía hasta que me separaba de mi chico del pan, desperté sudando y atemorizada, pero sin los brazos protectores de Peeta. Mire al lado de su cama y lo encontré dándome la espalda. Una parte de mí se alegró por no haberlo despertado, pero otra quería que me consolara, así que lo tome del hombro para hacerlo girar.

--¿Qué?- pregunta, pero su voz me parece rara- De verdad eres una molestia.

Me asusto al ver que no es Peeta, que el que está a mi lado es Cato. El cual me sonríe con malicia y me sostiene haciéndome daño.

--Tranquila- dice una voz que si conozco bien.

Abro los ojos encontrándome con Peeta, aunque me alejo temiendo que en realidad solo este alucinando y aun siga con Cato. Cuando Peeta me confirma ser él le permito que me abrace y me dejo arrullar por su aroma y su suave voz en mi oído. Aun asustada por lo que acabo de soñar decido no contarle nada a Peeta y solo me aferro fuerte a su espalda.

Cansada y sin ganas voy a trabajar. Al llegar me pongo nerviosa de que pueda encontrarme con el capataz, pero me digo que si no lo había visto en todo este tiempo tal vez ya no me lo volvería a encontrar.

-- Hola Katniss- me saluda con mucha seriedad Thresh.

-- Hola-saludo a mi amigo- Oye ¿y el jefe?- pregunto.

-- Ahí- responde.

Volteo y veo a nuestro jefe directo- No ese no.

--El capataz encargado pidió unos días y no vendrá.

Siento que me tranquilizo y que mi humor mejora al escuchar eso. Tomo mis cosas y me dirijo a los campos con Thresh a mi lado.

--El otro día te mando hablar el capataz ¿verdad?

Like CrazyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora