Like Crazy

Capítulo 35

Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Capítulo 35

"Pocas cosas hay más sorprendentes que la extraordinaria cordura de los locos"

(Hercule Poirot. Personaje de Agatha Christie)

-- ¡NO!- grito. Veo al Papá de Peeta salir de mi casa.

-- Tranquila- dice él- No lo alteres más. Es mejor que te apartes tu sabes que termina atacándote a ti.

Pienso que ayer cuando me impidió que me acercara después de haber derribado a Cato, seguramente fue porque el sentía que tenía un ataque. Durante un rato estuvimos solos y jamás me ataco, por eso estoy completamente segura que no lo hará que no me atacara.

--Se equivoca, él no me hará daño- contradigo.

Él me mira sorprendido, seguramente por la seguridad con la que menciono que su hijo no me haría daño. Cuando escuchamos unos gritos saliendo de la casa volteo y lo veo entre dos hombres que lo sujetan. Veo su desesperación por quererse zafar y sé que esos hombres vestidos de blanco también forman parte de sus pesadillas. Recuerdo que una noche me conto que una de sus pesadillas incluían a esos hombres alejándolo de mí y debo admitir que también ese era mi gran miedo.

Me suelto del Señor Mellark y me dirijo a Peeta que intenta soltarse y grita de manera muy desesperada. Totalmente confiada de que él no me hará nada, le tomo del rostro y recargo su frente sobre la mía.

-- Tranquilo- susurro- Todo estará bien.

-- Katniss- dice y veo sus ojos azules aparecer.

-- No dejare que te encierren. Te sacare de ahí. Solo comportante para que vean que no eres agresivo y que ya estás bien.

-- Sí.

Le doy un pequeño beso, un beso que resulta amargo cuando siento sus lágrimas caer sobre mis labios.

--Te amo.

-- También te amo.

Cuando lo siento más tranquilo me aparto, permitiendo que los hombres que lo sujetan lo lleven a la camioneta. Yo voy tras ellos y en cuanto lo meten adentro, yo intento subirme, pero ellos no me dejan.

-- Voy con él- digo.

-- No. Tú no puedes venir.

-- Pero no lo puedo dejar.

-- Katniss, ven tenemos que hablar.

-- Peeta- le hablo. Me mira y noto que sus ojos están ausentes- No te dejare en cuanto pueda estaré contigo.

El otro enfermero sube con Peeta y la camioneta se aleja de nosotros. Volteo con el señor Mellark y pienso en que quiero gritarle, en reclamarle por alejarme de Peeta, pero recuerdo que Peeta quiere que lo perdone y pienso que para él es importante que yo esté bien con su Papá.

-- No le dije a nadie en la casa que los había encontrado.

-- Gracias- digo- Pero bien que le hablo a los de la clínica.

-- Les hable porque me hablaron de aquí. Me informaron que Peeta había atacado a alguien.

-- Fue para protegerme.

-- Debí haber venido en cuanto me entere de que estaban aquí- dice más para él que para mí.

-- ¿Haymtich le dijo?- Pregunto molesta con mi ex tutor.