Like Crazy

Capítulo 30

Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Capítulo 30

"Yo no sufro de locura...la disfruto a cada minuto"

(Anónimo)

La carta de Prim tardo en llegar dos semanas después. En cuanto me la entrego Chaf, yo decidí pedirle a Peeta que me dejara leerla a solas, gustoso y con un suave beso acepto dejarme sola. Bajo el atardecer con un suave viento dándome en la cara leí la carta que me mando mi hermana. Después de leerla entre a la casa donde encontré a Peeta haciendo una de las deliciosas comidas, que nunca me imaginé que sabía hacer.

-- ¿Cómo estás?- pregunto con ternura.

-- Bien. Ten- digo estirándole la carta.

-- ¿Puedo leerla?- pregunto sorprendido.

-- Sí- acepto.

Debo admitir que también me sorprende hacerlo, usualmente me cuesta compartir esas cosas con la gente, pero sé que Peeta es diferente aparte hay algo en la carta que es para él.

-- Tiene algunas palabras para ti.

Con tranquilidad se sentó y tomo la carta para leerla. Vi sus hermosos ojos azules moverse en línea tras línea, mientras yo recordaba alguna que otra palabra que estaba escrita ahí.

"Katniss, a pesar de que te hayas marchado no me puse triste, ya que el saber que fue con la persona de la que estas enamorada, me hizo feliz. Sé que para ti es difícil amar después de la muerte de Papá quizá no haya habido un hombre al que hayas sentido capaz de amar, pero si Peeta logro romper esa coraza, me hace pensar que él será el amor de tu vida".

Al final de la carta Prim había colocado unas palabras para Peeta, que yo había leído antes de entregársela a él.

"Peeta, aunque la gente siempre me dice que soy muy joven para comprender algunas cosas, logro comprender que lo que pasaste fue duro y que ni Katniss, ni tú se lo merecían. A pesar de que no tuvimos la oportunidad de hablar, sé que lo que sientes por Katniss es intenso, lo sé por la manera en que la miras. Solo te pido que la hagas feliz, confió en que lo harás y que jamás la lastimaras."

Veo a Peeta bajar la carta e inmediatamente taparse los ojos con una de sus manos. Me acerco a él para ver, que ocurre y con un movimiento suave bajo su mano para que me deje ver sus ojos azules llenos de lágrimas.

-- Ella, confía en mí para cuidarte- dice.

-- Sí.

-- ¿Y si no logro cuidarte? ¿Y si los monstruos que traigo dentro ganan? ¿Y te lastimo?

-- Ya te dije que eso no va a pasar- tomo su mano entrelazándola con la mía- Peeta de ahora en adelante confía no solo en mí, también en ti y si lo hacemos juntos venceremos los traumas del pasado.

Besa mi mano con devoción y apartando algún otro mechón de mi frente. Con la intensidad con la que me mira cuando estamos solos en la intimidad, me dice.

--Te amo.

Y esas dos palabras que salen de esa boca que me gusta que me bese y de esta persona que durante mucho tiempo ha sido importante aunque lo niegue, me parecen fuertes y significativas, pero no sé, que decir, ya que lo quiero, pero amor. Amor es lo que mi Papá sintió por mi Mamá y eso tiene otro nivel, otro grado, sin embargo algo me dice que es lo mismo, porque por algo estoy aquí con él y por algo sé que nunca me iré de su lado.