Capítulo 38

914 98 18
                                    


Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Capítulo 38

"Aprendo a ser loco, un loco total en la locura real"

(Raul Seixas)

Antes de iniciar el juicio había ido a buscar a Johanna. Prim me había dicho que se estaba quedando en la casa de Madge. Después de platicar con mis amigas, decidí dar un paseo por el Distrito.

--Katniss- escuche que me hablaban.

-- Hola- salude a Delly la amiga de Peeta.

-- ¿Qué haces aquí?- pregunto.

-- Tuve que venir al Distrito por el juicio de los secuestradores- explico.

-- ¿Y Peeta?- pregunta.

-- Él está en la clínica.

-- ¿Y cómo está?

Por alguna razón le termino contando a esta chica, con la que tuve un enfrentamiento hace tiempo, que Peeta no me deja verlo y que no le pude avisar que venía. Le conté lo triste y preocupada que estaba por eso y como preferiría estar en el Capitolio. Ella solo dijo que tenía que estar aquí por una razón de peso y se despidió de mí.

La idea del abogado es que tenía que estar presente para que el jurado me viera y sintiera una conexión, junto con los medios. El primero que se iba a llevar acabo era el de Cato. Hubiera preferido que fuera al revés, ya que aún me sentí temerosa por enfrentarme a él. Principalmente porque a veces tenía pesadillas con él. Cato tenía dos cargos por el secuestro de Peeta y por mi ataque.

-- ¿Cuándo terminara esto? Quiero regresar al Capitolio- digo a mi Padrastro. Después de una semana de estar aquí.

-- En este momento eres más necesaria aquí. Principalmente porque aún falta que testifiques en el juicio de Alma. Escucha cuando todo termine iremos juntos, presionaremos al Doctor para que nos deje hablar con él y le contaremos todo. Solo aguanta.

-- Está bien- acepto aunque no estoy convencida.

Después de terminar el juicio me dirigí a la casa de Haymtich porque me pidió que fuera a verlo. Resulta bastante extraño caminar por el sendero donde toda esa pesadilla comenzó, pero lo hago porque quiero ser valiente, para Peeta y para mí.

-- Hola- saluda.

-- Hola- contesto. Feliz por verlo lo abrazo.

-- ¿Ningún problema para venir?

-- Parece que no.

-- Siempre has sido valiente. Solo necesitabas superar algunas cosas.

Sonrió porque espero que nuevamente vuelva al bosque, pero ahora con Peeta a mi lado. Recorro la casa con nostalgia, porque desde el secuestro ya no había vuelto. Me siento en la mesa donde tenía mis lecciones y volteo a ver la ventana donde Peeta se sentaba a pintar.

--El chico simulaba que pintaba algo de afuera, cuando en realidad solo te veía a ti.

No me sorprende, ya que algo dentro de mí ya lo sabía. Haymtich me trae algunas maletas y unas cajas.

--Lo manda Chaff. Es lo que dejaron en el Distrito 11.

--Gracias, ¿pero no me lo pudiste mandar a la casa?-digo. Preguntándome como me voy a llevar todo esto.

Like CrazyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora