Capítulo 28

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Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Capítulo 28

"Es una locura amar, a menos que se ame con locura"

(Proverbio latino)

Me levanto contenta que esta noche pude dormir sin ninguna pesadilla. Me estiro en la cama mientras pienso en lo que hare el día de hoy.

-- Hola- saluda Peeta con una gran sonrisa desde el otro lado de la cama.

-- Hola- digo sentándome y atrayendo su rostro para besarlo.

Lo veo sonreír cuando me aparto de él. Cariñosamente se coloca en mi regazo y yo juego con sus rizos por un rato, hasta que pienso que debo ir a bañarme y comenzar a acomodarnos en nuestra nueva vida.

-- Ayer me sentí celoso.

-- ¿Celoso?- pregunto- ¿De qué?

-- Del beso que te dio Chaf- dice riendo.

Molesta lo aparto de golpe para intentar levantarme, pero él me retiene y con un movimiento termino yo en su regazo.

-- Ya solo bromeaba. En realidad estaba hablando de Rue.

-- ¿Rue?

-- Quedaste prendada de ella ¿Verdad?

-- Sé que físicamente no se parecen, pero me recuerda a Prim...

-- Por su esencia- dice él.

-- Sí. Su mirada, la manera en que sonríe, todo me recuerda a Prim.

-- ¿La extrañas?

-- Sí, pero extrañarla es algo a lo que me he acostumbrado.

-- ¿Por qué te fuiste al 13?- pregunta de golpe.

-- Por ti- contesto sinceramente- Después de que te llevaron a la clínica. Respirar me costaba trabajo, caminar se me hacía pesado y evitar pensar en ti se estaba volviendo demasiado complicado. Estaba triste e intente no estarlo por eso cometí el error de estar con Gale- confieso- Creí que por el tiempo de amistad que teníamos, él lograría sacarte de mi mente, pero no fue así...todo se fue volviendo tan insoportable que tuve que escapar y me fui al 13 donde nada me recordaba a ti y poco a poco tu recuerdo se fue desplazando a un lugar oscuro en mi mente donde evitaba sacar a la luz.

-- Es triste que yo sea la razón, por la que dos veces has dejado a Prim.

No digo nada, porque no estar con Prim todo este tiempo y volver a irme sin despedirme es la única cosa por la que me arrepiento.

-- Solo espero que lo entienda-digo.

-- Gracias- me agradece.

-- ¿Por qué?- pregunto.

-- Por estar aquí conmigo.

-- De hecho si deberías agradecerme todos los días con un beso.

Ambos nos besamos cuando tocan la puerta. Me alejo de Peeta, pero él no me suelta, así que lo tengo que aventar.

-- Espera, aun no te agradezco lo suficiente.

-- Ya- le doy golpes a sus manos- Están tocando.

Me levanto entre risas para abrir la puerta y ahí con una gran sonrisa me encuentro con Rue.

-- Hola- saluda- Les traigo el desayuno.

-- Gracias, pero no era necesario.

-- Aún no han comprado comida ¿cierto?- pregunta entrando a la casa.

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