22. Tal vez no tan solo

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BMo

Me siento en la sala de espera, hace aproximadamente media hora han metido a Trevor a una habitación y hasta ahora nadie me dice qué le ha pasado. Lea está a mi costado y aunque ella intenta ser disimulada la escucho llorar en silencio.

Papá esta con Gus, quien al parecer se le ha torcido algo en la muñeca y lo están curando, aparte de las heridas superficiales.

Tengo miedo de que algo malo le haya pasado, para ser más directa, tengo miedo que muera porque siempre mueren. Salvo que sea Mía y pueda sobrevivir con la música de Yo-Yo Ma aunque dudo que Trevor escuche eso. El punto es que no quiero que muera o por lo menos que le queden consecuencias. Después de otra media hora, el doctor sale con la típica cara de doctor cuando dicen "lo sentimos, no pudimos hacer nada". Se acerca a nosotras con un papel.

- lo... - comienza a decir, pero yo lo interrumpo.

- ¡no, no diga que lo sientes y que hicieron lo que pudieron! - grito histérica - ¡no hubiera muerto si lo hubieran hecho mejor! ¡POR QUÉ, TREVOR! ¡No me agradaba pero no quería que su vida acabara así! ¡TODO POR LS MALDITA CARRERA!

Todos los que están alrededor voltean a mirarme como si estuviera loca, pero no importa, Trevor murió. Trevor murió.

- señorita, es un hospital, no puede gritar - me dice el doctor intentando tranquilizarme.

- ¡NO ME VAN A CALLAR! ¡NO SE MERECIA MORIR!

- ¡PERO ÉL NO MURIO! - me grita el doctor al borde de la desesperación.

- okay, okay, pero no me grite, recuerde que es un hospital - replico alzando las manos en símbolo de paz - no lleguemos a la desesperación

El hombre respira varias veces antes de volver a hablar.

- pensábamos que tenía una conmoción cerebral, pero nos equivocamos, solo fue superficial y al final tenía un golpe que lo dejó momentáneamente inconsciente

- y traducido seria - digo esbozado una sonrisa, odio cuando me hablan en términos médicos que solo ellos pueden entender.

- Trevor Gibbs está bien, está despierto en este instante si desean pueden entrar a verlo - dice este revoleando los ojos.

- gracias, doctor - dice Lea quien hasta ahora se ha mantenido callada.

Ambas recogemos nuestras cosas y nos dirigimos a la habitación en donde Trevor esta. Lea entra primera y se dirige a la cama para darle un fuerte abrazo, yo me quedo en el umbral de la puerta.

- pensé que te había sucedido algo malo - le susurra ella con las lágrimas contenidas.

- tranquila, la muerte vino, pero me vio y me dijo que era demasiado bello como para morir y que cuando me vuelva feo, o sea nunca, la vuelva a llamar - dice este y yo suelto una risita.

Idiota.

Siguen hablando sin notar mi presencia y me doy cuenta que a Lea le importa mucho Trevor, hasta estoy segura que le gusta y mucho.

Cuando llega mi "turno" para hablar con él, la chica se va para dejarnos "privacidad" me quedo parada a un costado de la cama.

Me doy cuenta que verlo así o más bien pasar un momento como ese con Trevor ha hecho que algo que pensaba que nunca iba a existir aparezca y se retuerza en mi pecho y se extienda por todo mi pecho. Me gusta Trevor.

¡Aich! maldición.

Maldito cliché.

- entonces... ¿te preocupaste por mí? - pregunta elevando y bajando las cejas.

- no te ilusiones, solo no quería que papá tenga problemas - replico resoplado.

- ¿y por eso le gritaste al doctor?

Rayos.

- tal vez si me importes un poco - admito cruzándome de brazos - pero solo quería que no mueras

- no seas terca, admite que te importo más de lo que dices - me dice.

- aja, nunca en tu miserable vida - replico.

Trevor aparta las sabanas de su cama y se pone de pie para luego acercarse a mí.

- ¿q-que haces? - pregunto nerviosa por su cercanía - burbuja personal

- intento agradecerte - me dice

Intento escapar, pero me toma de los brazos para mantenerme quieta. Inspecciona cada centímetro de mi cara y sé que me va a besar. ¡Me va a besar! !Pero no! Yo no lo voy a besar, yo no.

Piensa, BMo, piensa una súper-salida no mortal.

Miro a todos lados en busca de alguna oportunidad por salir de este incómodo momento. Hasta que se me ocurre una gran idea.

Trevor

Estoy cerca de besarla y ella no se ha apartado. Estoy a milímetros de sus labios cuando pasa eso.

- ¿acabas de estornudarme en me cara? - pegunto incrédulo, limpiándome toda la cara.

- sí, disculpa, es que el olor a hospital me da alergia - dice Barbie con una sonrisa nerviosa antes de irse casi corriendo.

Acabo de perder mi mejor oportunidad, pero por lo menos ahora sé que a ella también le gusto.

Después de un día en la clínica, me dan de alta. Solo he recibido una llamada de mis padres para asegurarse de que no he muerto o algo parecido, regreso a mi casa, hoy es Noche Buena.

Cuando entro, todos los que trabajan en mi casa me esperan con carteles de "Bienvenido", suelto una risa y voy a saludarlos.

- me alegro que este bien, joven Trevor - me dice Ryan dándome la mano.

- gracias, Ryan - contesto sonriendo.

Tal vez no este con mis padres, pero ellos también son mi familia, fueron ellos quienes me vieron crecer en lugar de mis padres.

Me voy a mi habitación para cambiarme antes de cenar por Noche Buena, Harriet hará su delicioso pavo y todos comeremos.

Cuando son como las diez, tocan la puerta y para no molestar a nadir yo mismo la abro.

- ¿Barbie? ¿Qué haces aquí? - pregunto sorprendido.

- hola, Trevor - sonríe nerviosa - vine a ver si estabas bien, bueno, vinimos a ver si estabas bien

Dirijo mi vista hacia atrás de Barbie y diviso a Jack, Gus, Lea, Megan, Brian, Ansel, Will, Jota y Scott ¿pero que mierda hace él aquí?

Bajo los escalones y voy directo hacia mi mejor amigo para abrazarlo.

- ¿qué haces aquí, imbécil? - lo molesto - pensé que estarías en Londres

- al final no fuimos, mis tíos se irían de viaje y no estarían en su casa

- oye, Tribbs ¿cómo estas, hermano? - me pregunta Jota dándome un golpe en la espalda.

- bien, no fue nada

- oye, Trevor... me quería disculpar por la carrera - me dice Gus.

- sin rencores

Y así uno a uno me van saludando, hasta el idiota de Will, Lea me abraza muy fuerte y me dice que estuvo muy preocupada yo le devuelvo el abrazo y le digo que estoy bien.

Al final los invito a pasar y unirse a la cena. Todos aceptan.

Tal vez esta Navidad no la pase tan solo como me lo esperaba.

¡No soy una barbie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora