4. Adios orgullo

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Trevor

El maldito sonido del despertador retumba en mis oídos y de un manotazo lo arrojo. Me tapo la cabeza con las sábanas, pero mi compañero de cuarto me levanta otra vez.

- ¡arriba, bello durmiente! - grita en mi oreja y jalo las mantas.

- mierda, Scott - me siento en la cama.

- es nuestro primer día de clases - contesta este dándome una sonrisa prepotente. Es mi mejor amigo, mi mejor amigo estudioso y que también odio - vamos que llegaremos tarde

- como sea

- y hoy tienes la apuesta con la nueva, Barnie

- Barbie - la corrijo sin saber por qué, no es que me interesa la engreída esa.

- sí, ella, así que alístate - me mete al baño y me encierro en él.

Me restriego la cara con las manos. Camino hasta el armario y saco un conjunto de uniforme.

Luego de casi treinta minutos, ya estoy casi listo, y no, no digan que me demoro demasiado como una chica porque no es así.

Me meto al baño -otra vez - para arreglarme la ridícula corbata, la cual no me importa si estaba bien, pero es para dar a las chicas una primera buena impresión.

Salgo un poco tarde para la primera clase y corro, corro porque me tocaba Francés y madame Curie quien no es tan amable con los alumnos que llegan tarde a su clase.

Cuando llego veo a Barbie sentada en una de las primera filas hablando con el gay de Brian, quiero molestarlos un poco así que paso por su lado.

- hola, nena - le deposito un corto beso en la mejilla y puedo notar que se pone tensa, sonrío con suficiencia y me voy a sentar a la última fila, al costado de Scott.

- ¿qué hay con ella? - me pregunta este señalándome a la nueva con un movimiento de cabeza. Scott es uno de esos tipos estudiosos, pero que no dejan de lado algunas bromas o a chicas.

- nada - me encojo de hombros y saco mi libreta de apuntes - es tuya si quieres

- genial, porque esta buena

- lo pondré como una de las cosas que le haré hacer cuando gane la carrera - voy a decir algo más, pero madame Curie entro y todo el salón se queda en un silencio fúnebre.

- bonjour étudiants - saluda la profesora y todos tenemos que contestar a su saludo - ¿pero que pasa aquí? - escanea todo el salón con la mirada mientras niega con la cabeza - ya saben que en mi clase yo soy la que escoge los sitios. Así que párense

A mala gana me pongo de pie y me recuesto en la pared sin dejar de mirar a Barbie.

- señor Gibbs, me parece que no es su cama - me regaña la madame Curie.

- eso es lo que usted quiere - replico en voz baja y provocando la risa de los demás.

- ¿qué ha dicho?

- nada, madameCurie, solo que este año la veo más joven - le doy mi mejor sonrisa de galán combinada con inocente y la vieja se lo cree, hasta puedo decir que se pone roja.

- Aldrich - llama a Scott y lo manda a un sitio en la fila de adelante, como a él le gusta - Miller - llama a Barbie y esta se tiene que sentar al costado de mi buen amigo, por lo menos ahora la tarea va a ser más fácil.

Después de un rato llamando por apellidos, toca el mío y me tiene que sentar en una de las filas de atrás, junto a otra nueva, una rubia y linda, esta me sonríe coqueta y yo le devuelvo la sonrisa.

¡No soy una barbie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora