35. Guerra de divos y celos por doquier

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Trevor

No podía creer lo que me dijo Barbie aunque no era una de las grandes cosas que pasen en esta vida como caminar en la luna. Pero para mí lo es.

- ¿es en serio? - pregunto y ella asiente varias veces con la cabeza - yo...

- no digas que también me quieres, porque yo no te he dicho eso - dice ella interrumpiéndome y me confundo - dije que lo sentía que es algo muy distinto, cuando dice "Te quiero" también es como decir "quiero esa comida", creo que no es lo mismo a decir que lo sientes porque para eso están los sentimientos... para sentir ¿cierto? Como la música de Beethoven - veo a Barbie a los ojos y estos están cristalizados - porque de verdad siento eso y no lo sé, solo...

Le hago todo esto más fácil y la beso, comienza a dar rodeos, parece que también quiere llorar y sinceramente no quiero que eso pase.

- entonces yo también siento que te quiero - digo volviéndola a besar.

El baile sigue y también ponen "nuestra canción" la cual sin dudarlo la bailamos.

BMo

Ya ha pasado casi un mes del baile, eso quiere decir que la fiesta de cumpleaños de Trevor se acerca y cada vez más rápido.

Tiene que ser la mejor y pues sé que sola no lo podre lograr así que decido llamar a la mejor.

- ¿Hola?

- hola, Mia, soy Barbie

- te odio, no me has llamado hace muchos días - hace énfasis en "muchos" - ¿y ahora apareces así sin más?

- ¿con un lo siento bastara? - pregunto, y pues es que siempre he tenido la "suerte" de tener personas cercanas demasiadas exageradas.

- no

- ya lo sabía así que ¿qué te parece venir a California y organizar una fiesta?

Si, puede que me lo esté tomando demasiado a pecho, pero prometí que sería la mejor fiesta y la será además no puede ser la mejor fiesta sin que –a la que yo considero– la mejor organizadora este.

- ¿estás de broma? Porque juro que si es una broma iré, pero para golpearte

- nop, no es una broma

- entonces... ¡claro que sí!

Pasaron días hasta que Mia llegó de Nueva York tan solo faltaban cinco días para el cumpleaños de Trevor. Claro que pedí permiso al director para que se pueda quedar y milagrosamente me dijo que si, así que tendré a Mia viviendo en mi habitación.

- bien, mamá me dio hasta el domingo - dice mi mejor amiga como modo de saludo.

- sí, Mia también es un gusto verte - comento divertida - han pasado casi medio año que no nos vemos

- cómo crees - replica ella habiendo un ademan con la mano - ¡te extrañé muchísimo! - chilla para luego abrazarme.

El cumpleaños de Trevor caerá sábado –por suerte– así que podremos hacer la fiesta el mismo día además de ser el día que todos podemos salir.

- yo también - contesto devolviéndole el abrazo. Después de un rato nos separamos - ya vámonos

- ¡cierto! - Mia me toma la mano y hace detenerme - mamá no me dejó venir sola...

- ¿qué quieres decir?

- ¡hola, Barbie!

Ay no ¿es en serio?

¡No soy una barbie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora