2. Un apestodo llamado Gibbs

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Barbie

Pasó la semana que tenía para quedarme en Nueva York, mis amigos y compañeros de clases me hicieron una fiesta "sorpresa", a la cual todos fueron, incluyendo a Gus, Tony y las modelos de mamá.

Mis papás me llevan al aeropuerto. Me siento nerviosa, con nostalgia y hasta siento que mis manos me sudaban.

"Tú eres Barbara Molly Miller Vivaldi, no tienes por qué estar nerviosa" me repetía cada vez más seguido.

- el vuelo UX7801 a destino Los Ángeles California está listo para despegar - anuncian los altavoces, como casi siempre me pasaba cuando viajaba y escuchaba esa voz empezaba a ver por todas las partes con la cabeza mirando hacia arriba como si el que me hablaba era Dios.

- apresúrate, Barbie - exclama papá haciéndome una seña con la mano, ya estaban adelante. Reía ver como papá estaba vestido: lentes negros de sol (aunque estábamos en sombra), gorra y una polera con capucha para que ningún presente lo reconozca.

- ya voy - grito cogiendo mejor mi bolso de mano y empezando a caminar hacia donde estaban, con la prisa no me di cuenta que había un triángulo amarillo con las letras: Cuidado, piso mojado en el centro del camino, tropecé con él y cono llevaba tacos la caída fue más dolorosa, aunque mi metro cincuenta no era casi nada.

Me quedo tirada en el suelo -pues estaba muy fresquecito y todavía sigue el verano- hasta que siento que unas manos se posaron en mi espalda. Cuando me giro a ver era un chico con cabello castaño y ojos miel, me sonreía y yo le sonrió. Me ayuda a levantarme ante la atenta mirada de todos los presentes, papá y mamá estaban a lo lejos también mirando hacia mí.

- gracias - digo reincorporándome de la caída y poniéndome el zapato que se me ha salido.

- no es nada - el chico se encoge de hombros - oye ¿tú eres la hija de Victoria Vivaldi?

- si... - contesto alargando la "i".

- es grande

- lo sé - contesto haciendo una mueca - adiós y gracias otra vez

El chico se despide y yo me alejo de él. Cuando ya estaba cerca de mis papás, Jack está con los brazos cruzados y aun debajo de sus lentes oscuros podía sentir la mirada asesina que me mandaba.

- ¿y ese qué? - pregunta con el típico tono de padre sobreprotector.

- nada - hago un encogimiento de hombros - además no era mi tipo - papá respondió con un "de que hablas" y yo reí - era gay

Y pues ojo de loca no se equivoca, llevo conviviendo con ellos por años y ya sé diferenciarlos y nunca me equivocaba, además que el chico no lo ocultaba, algo bueno en realidad.

Llaman otra vez por el altavoz a los de mi vuelo y me despedí de mis padrea, le di un abrazo a Jack y este me lo devolvió casi rompiéndome los huesos y a Victoria le di un sonoro beso en la mejilla, y con lágrimas en los ojos fui hacia el check in.

Una vez en mi asiento, me puse la almohada de cuello y me recuesto en el asiento, una persona se sienta a mi lado y giro la cabeza para morirlo. Era el mismo que me había recogido hace un momento, este al verme y recordarme me sonríe.

- hola - me saluda moviendo la mano.

- hola tú, otra vez -contesto divertida - con que vas a California

- si... - este se encoge de hombros - mi escuela queda ahí, es un internado

- ¡no te creo! - digo casi gritando mientras muevo mis manos cono si algún día pudiera volar y ganándome las miradas de las demás personas en el avión - ¿a qué internado vas a ir?

¡No soy una barbie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora