EPÍLOGO

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Sofía salió de la escuela, el primer día de colegio después del verano. Su madre ya estaba en la puerta esperando, junto Eulàlia, otra mamá.

—Mira —Dijo Eulàlia señalando a Sofía, que iba riendo junto a otra niña de pelo moreno y ojos oscuros: Paula—, ya vienen. ¡Qué bien que se hayan hecho tan amigas!

—Sí —Confirmó Nadia, que se miraba a las dos niñas feliz—, es una suerte.

Las dos niñas estaban jugando a juegos de manos, mientras reían y gritaban. Paula se paró de golpe y buscó en su mochila.

—¡Mama! –Gritó a Eulàlia, su madre—. ¡Voy a buscar el libro de Naturales que me lo he dejado en clase! ¡Ahora vuelvo!

—Qué desastre... —Comentó Eulàlia a Nadia, riendo—. Siempre se deja cosas. Voy para allá con ella.

—Oye —Le dijo su amiga antes de que se fuera—, ¡Que te parece si venís un día a cenar a mi casa? Step también está invitado, evidentemente.

—¡Buena idea! Se lo comentaré a Step, seguro que estará encantado. Justo el otro día me dijo que, por culpa del trabajo hace mucho que no ve a su hermano... —Coincidió Eulàlia, que seguía siendo una charlatana—. Me parece perfecto. Hace mucho que no nos vemos los cuatro... Y así las niñas pueden estar las dos juntas jugando un rato. Ya hablaremos, ahora voy con Paula.

En ese momento llegó Sofía, que se lanzó a los brazos de Nadia.

—¿Qué tal ha ido el día? —Preguntó la madre.

—¡Súper bien! —Le respondió contenta Sofía. Sofía era una niña de 6 años muy alegre. Tenía el pelo rubio, igual que sus padres, y de color rizado, como su abuela. Los ojos eran grandes y de un color azul marino, con las pestañas muy largas—. ¡Todos los profesores son nuevos este año! Y el que nos hace matemáticas es muy guapo.

—Sofía —Le respondió la madre removiéndole el pelo—, no te fijes en los profesores, tu haz amigos de tu edad y si te hechas algún noviete ya nos lo contarás...

—Pero papá era tu profesor —Le respondió la niña.

La mujer bajó la mirada y sonrió para sus adentros, no era un buen ejemplo para su hija. Y, pensando en esto, madre e hija se dirigieron al conservatorio, donde Sofía asistía a clases de música, como sus padres habían hecho años atrás.



NOTA DEL AUTOR

Bueeeeeno, ¡hasta aquí llega la historia! Ha sido una experiencia increíble para mí, y no hubiera sido posible sin vosotros. Por eso os quiero dar las gracias a todos y cada uno de vosotros, gracias de todo corazón.

Da penita dejar la historia... Le había cogido cariño a los personajes (Nadia, Jack, Eulàlia...). Pero al fin y al cabo, todo tiene un final, y este es uno de ellos.

Antes de despedirme de todos vosotros quería deciros que tengo en mente una nueva historia. Así que si no queréis dejar de leer mis historias... Ya sabeis (No quitéis esta historia de vuestra biblioteca, porque iré informando por aquí de lo que pase por mi mente tan y tan privilegiada)

Y si dios quiere voy a publicar otra historia en un tiempo (dejadme un respiro porfis, más ahora que empieza el colegio de nuevo ), y si dios no quiere... Pues también, que se joda un poco (Em verdad no, pobrecito... Todo el mundo se caga en él, debe estar un poco fastidiado de tanta mierda por ahí ).

Ahora sí, muuuuchas gracias por todo, ha sido una experiencia increíble

¡Un beso muy grande a todos y un fuerte abrazo!

PD: Recordad que podéis comentar aquí abajo ⬇ que os ha parecido la historia 
Bueno, en realidad podeis comentar lo que queráis (hombre, si me comentais la receta que utiliza vuestra abuela para preparar las albóndigas pues.... ¡Voy a ponerla en practica! )
Ahora en serio, comentad aquí abajo (aquí, aquí ⬇⬇) alguna cosilla 

¡¡¡¡UN BESAAAAZOOO A TODOOOS!!!!


Sí, profesor [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora