Sí, profesor [TERMINADA]

Capítulo 25: ¿Dónde me llevas?

¿QUE HA OCURRIDO HASTA AHORA?

―Veréis... ―Dije. Y les conté lo que había ocurrido. Dejando aparte, claro, la parte en que yo hablaba con Jack―. Y eso es todo. Por culpa de ese maldito coche, ahora Eulàlia se tendrá que quedar unos días en el hospital.

Cuando llegué a casa, estaba abriendo la puerta cuando oí una voz a mis espaldas.

―Lo siento Nadia, Lucas se ha cabreado contigo.

CAPÍTULO 25: ¿DÓNDE ME LLEVAS?

Me quedé un rato callada, pensando en lo que acababa de oír: "Lo siento Nadia, Lucas se ha cabreado contigo". ¿Quién, a parte de mis amigas, sabía lo nuestro? Me volví a guardar las llaves en el bolsillo y me giré lentamente:

―¿Qué quieres decir? ―Dije deslizando las palabras.

―Lucas... En el hospital se ha cabreado ―Era Jack, quien me estaba hablando.

―Eso... ―Dije sin saber bien que decir―. Explícate.

―Lucas, tú. Lo vuestro ―Dijo haciendo señas estúpidas con los brazos―, estabais saliendo...

No le dejé terminar, ¿había dicho: ESTABAIS saliendo? ¿Qué quería decir eso? ¿Quería decir lo que realmente quería decir? ¿O lo había dicho sólo por decir? Mi cabeza me daba vueltas.

―¿Qué quieres decir con ESTABAIS saliendo? ―Dije remarcando la palabra "ESTABAIS".

―Pues... No soy estúpido, me enteré de lo vuestro... ―Empezó a decir.

―Sí, sí... Vale, muy bien. ¡¿PERO QUE QUIERE DECIR "ESTABAIS"?! ―Corté yo desesperada.

―Cuando entraste en la habitación de Eulàlia dijo: "Se acabó, dile a Nadia que lo nuestro ha terminado". Y se fue corriendo. ―Dijo Jack de una tirada.

Yo no podía creer lo que acababa de oír, no lo quería creer. Los ojos se me empezaron a llenar de lágrimas. "¡MENTIROSO!", le grité mientras lo empujaba lejos de mi casa. Me giré rápidamente, cogí las llaves de mi bolso con las manos temblorosas y abrí la puerta de casa. Al entrar subí corriendo las escaleras y me lance llorando a mi cama. Sin saber lo que hacía, cogí el móvil y marqué el número de Lucas; pero cuando empezó a sonar, colgué y lo tiré con fuerza.

Entonces me tranquilice y me paré a pensar:

1. ¿Cómo es que Jack sabía lo nuestro?

2. ¿Y si Jack me estaba mintiendo para que acabara con Lucas?

A la primera pregunta decidí apartarla, ahora eso no era lo importante. Respecto a la segundo, decidí pensar en que la respuesta era que sí, que me estaba mintiendo. Me convencí a mí misma que así era y después de cenar rápidamente me fui a dormir.

A la mañana siguiente me desperté y mire el reloj.

―¡Mierda! ¡Las siete y media! ¡Voy a llegar tarde al Instituto! ―Pensé―. ¿Por qué carajos no me ha sonado el móvil? –Entonces me acordé: Lo había tirado con furia el día anterior. Lo busqué por la habitación rogando que no se hubiera roto. Al fin lo encontré. La batería se había soltado. La puse y.... ¡Eureka! ¡Se encendió! Me lavé la cara rápidamente, me vestí y me peiné. No tenía tiempo de ducharme. ¡No llegaría al Instituto a la hora ni en broma!

Me tomé un café con leche rápidamente para no parecer una sonámbula y salí disparada de casa. El bus, obviamente, ya se me había escapado. Eran las 7:50h. Estaba asegurado, llegaría tarde al colegio.

Entonces oí una bocina de coche a mis espaldas.

―¿Subes? ―Me dijo el conductor abriendo la ventanilla. Era Jack.

En situaciones normales se habría dicho que no, pero era muy tarde y era mi única solución. Tuve mucha suerte de que pasara por ahí a esas horas.

Subí al coche agradeciéndole. Iba vestido con una camiseta de color gris y tenía una camisa de cuadros en el asiento de copiloto, que tuve que retirar y dejarla en el respaldo para no sentarme encima. 

―¿Qué hacías ahí? ―Me preguntó―. ¿No tendrías que estar ya en el colegio?

―Sí, pero me dormí. No me sonó el despertador ―Contesté yo―. Puedes darte prisa por favor, voy a llegar tarde ―Añadí cuando me percaté de que iba como si fuera un paseo.

―Sí, perdona ―Dijo a la vez que apretaba el acelerador―. Respecto a lo de ayer... Lo siento.

―Déjalo ―Fue mi única respuesta.

A los cinco minutos, me di cuenta de que no estábamos hiendo a la escuela.

―¡Jack! ¡Para! ―Dije yo histérica.

―¿Qué pasa? ―Dijo él tan tranquilo.

―¡Que no me estás llevando al Instituto! —Dije mirándolo enfadada, pero el miraba enfrente sin mirarme.

―¿Y quién te ha dicho que te llevaría al Instituto? ―Continuó él igual de tranquilo. No me lo podía creer―. Yo te he dicho que subieras al coche.

―¡Llévame al Instituto por favor! ―Le dije yo gritando y volviendo a girar mi mirada para mirar enfrente, hacia la carretera.

―¿Por qué? Vas a llegar tarde igualmente —Dijo girando un momento la cabeza hacia mí y sonriendo burlón.

―Sí, ¡Por tu culpa! Llévame, por favor ―Dije yo intentando tranquilizarme, pero él negó con la cabeza tranquilamente―¡Qué! ¿Perdona? ―Dije atónita―. ¿Y tú qué, tampoco piensas ir?

―Hoy no doy clases por la mañana ―Me dijo, y continuó conduciendo.

―Está bien ―Dije ya resignada a que no podía hacer nada―. ¿Y a dónde me llevas? —Dije al cabo de unos segundos de silencio, en los que Jack se limitó a mirar hacia la carretera como si no estuviera ocurriendo nada.

―A la playa.

―¿A la playa? ―Dije yo. Él asintió con la cabeza―. Vale, vale... ¿Y por qué carajos a la playa?

En ese momento sonó mi móvil. Lo busqué dentro de mi bolso y cuando lo encontré miré la pantalla para ver de quién se trataba. Era Mariona.

―No lo cojas ―Me dijo Jack al ver de quién era.

―¿Por qué no lo tengo que coger? ―Pregunté yo mientras me disponía a responder. Entonces él soltó la mano izquierda del volante y me lo arrebató de las manos pinchando el botón rojo para colgar―. ¡¿Pero qué haces?! ―Dije cabreada y sorprendida a la vez. Inmediatamente él se lo guardó en bolsillo del pantalón y volvió a coger el volante―. ¡Devuélvemelo! ―Él me miró, se rio, hizo como si nada y continuó conduciendo.

NOTA DEL AUTOR: 

Hasta aquí hoy!

He seguido algunos consejos y estoy intentado no alargarlo demasiado para que no pierda el interes... :3

Por favor, decidme que os parece eso de hacer un resumen en el principio de cada capítulo! ;)

Hasta pronto!! Y no olvideis de pichar en la estrellita :p