Capítulo 32: Una cena con Lucas

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***El del Gif es Lucas***

_________

¿QUÉ HA OCURRIDO HASTA AHORA?

*NARRA STEP*

Jack me había pedido que averiguara si a Nadia realmente le gustaba Lucas, o si le gustaba él. Qué ilusionado estaba el pobre... Yo creo sinceramente que a Jack le había cogido una obsesión o algo por esa chica.

―¿Entre mi hermano y tu amiga hay algo? Es que los vi tan bien juntos el otro día... ―Cuando dije eso ella casi se atraganta con la pizza, y tuvo que beber un poco antes de contestar.

―No. Ya tiene novio ―Dijo sin mirarme.

***

―¡Ya sé que tiene novio! ―Me dijo mi hermano cuando se lo dije. Estábamos cenando los dos en nuestra casa, "espardenyes" con espárragos trigueros (sí, es un plato extraño, pero a los dos nos encanta cocinar y siempre hacíamos platos sofisticados), mientras le contaba cómo había ido mi "cita" con Eulàlia.

―Lo siento, pero es lo único que me dijo. ¿Y si ya lo sabías, porque querías que le preguntase a Eulàlia? Si tiene novio, se supone que lo quiere a él y no a ti.

―Yo no estaría tan seguro...


CAPÍTULO: UNA CENA CON LUCAS

*NARRA NADIA*

―¿Y cómo fue tu cita con Step? ―Le pregunté a mi amiga Eulàlia ya en el bus, después de un día de clases.

―Ya te he dicho mil veces que no era una cita ―Contestó ella―. Y fue bien, gracias. Por cierto, Step me preguntó si había algo entre tú y Jack... ¿No te parece extraño?

―¿Qué Step se interesó por mí y Jack? ¿Y por qué? ―Dije sorprendida. ¿En serio le había preguntado eso? Quizás se lo había pedido Jack... Ese era capaz de todo―. ¿Y qué le dijiste?

―Que ya tenías novio, pero no le dije de quien se trataba. ¿Hice bien?

―Sí, sí. Gracias -Dije. Eso había sido extraño, Jack era extraño, Jack hacía cosas extrañas.

―Bueno, nos vemos mañana ―Dijo Eulàlia una vez fuera del bus, dirigiéndose ya a su casa―. ¡Adiós!

El día de hoy había sido más tranquilo. Examen sorpresa de Naturales y nuevo trabajo en parejas de Historia. A mí me habían puesto con Alberto, el antiguo amor platónico de Eulàlia. Cuando el profesor lo anuncio, mi amiga casi me mata con la mirada. Pero no sé por qué, por lo que parece, ahora le gusta Step. Pero quizás aún tenga un trocito de su corazón guardado para él... Bah, da igual.

―¡Nadia ―Dijo mi madre nada más entré en la casa―, vete a cambiar que me vas a ayudar en la cocina! Como hace mucho que no veo a Lucas, lo he invitado a cenar.

―¡¿Qué?! ―Lancé un grito ahogado. ¡Eso me lo tenía que haber preguntado antes! ¿Y si yo no quería que viniese a nuestra casa?―. Enseguida voy... ―Añadí a regañadientes.

Subí rápidamente a mi habitación y me puse un vestido de tirantes que me regaló mi abuela tres años atrás. Era blanco con bolsillos de colores por todas partes, era horroroso. Siempre me lo ponía cuando había peligro de ensuciarme, aunque mi madre siempre me lo volvía a lavar para que estuviera bien limpio.

―¿Ya te has vuelto a poner ese vestido? ―Me dijo mi madre cuando me vio―. ¡Lo vas a manchar otra vez! ―"Eso es lo que quiero" pensé yo―. Con lo bonito que es, y siempre me tengo que pasar horas para quitarle las manchas. ¿Por qué no te lo quitas y te lo pones para la cena?

―Mama....

―¿Qué pasa? Te queda monísimo. Tu abuela tiene buen gusto para la moda. Seguro que a Lucas le encantaría verte con él.

―¿Qué tengo que hacer? ―Dije para cambiar de tema―. ¿Qué estás preparando?

―Tallarines ―Me informó―. Puedes ir aplanando la masa y cortándola. Yo, mientras, iré preparando la masa para la tarta.

Me puse el delantal y empecé a aplanar la masa, que ya había preparado mi madre anteriormente, con el rodillo; hasta que se quedó con 1mm de grosor. Entonces empecé a cortar las tiras. ¡Menudo aburrimiento!

―¿Cuándo pensamos comer? ―Le pregunté a mi madre cuando ya tenía la mitad de la masa cortada en tiras―. Tengo hambre.

―¡Ay, es verdad! ―Contestó ésa, mientras se pasaba las manos por el delantal y cogía el teléfono―. Tanto cocinar se me había olvidado, ¿te lo puedes creer? Llama para que traigan algo, no tenemos tiempo para preparar nada. Si nos ponemos a cocinar para nosotras, no terminaremos lo de la cena.

―¿Por qué te empeñas en que salga todo perfecto?

―Lucas me cae muy bien, quiero que siempre que venga a casa se sienta de maravilla. Creo que hacéis una pareja perfecta, y si cuando viene no se lo pasa bien, tengo miedo de que corte contigo. ¡Yo no quiero que corte contigo! Se te ve tan feliz cuando estás con él... Ya me imagino en un futuro, tú y yo buscando un vestido de boda para el casamiento, ¡tiene que ser el más bonito de todos!

―¡Mamá! ―Dije avergonzada.

―Lo siento cariño, es que yo ya me hago ilusiones ―Se disculpó―. Anda, llama si quieres comer.

―¿Sushi te va bien?

―Si a ti te apetece sushi, a mí también.

―Gracias mamá.

***

Eran las seis de la tarde cuando por fin termine de cortas los tallarines.

―Ya están los tallarines, ¿Qué más tengo que hacer?

―Ya está, si quieres ya lo termino yo. El pastel casi está, solo falta esperar a que se enfríe y decorarlo.

―Vale, me voy a mi habitación.

Subí a mi habitación y me pegué un buen baño. Estuve como una hora dentro del agua. Cuando salí, parecía mi abuela. Me enrollé la toalla alrededor de mi cuerpo. Cogí una toalla más pequeña y me sequé un poco el pelo, para después dejarlo completamente seco con el secador.

―¡Nadia, date prisa! ―Oí a mi madre gritar desde el piso de abajo―. ¡Lucas estará a punto de llegar!

¿Tan temprano? Miré la hora: las siete y media. Me tendría que dar un poco de prisa.

Abrí el armario, tenía tanta ropa que no sabía que ponerme. Tras pasar una y otra vez los percheros llenos de ropa, me decanté por ponerme un vestido negro ajustado con unas bailarinas también de ese color. Para completar el conjunto, me hice un moño en el pelo y me puse unos pendientes de aro plateados.

―Nadia ―Me dijo mi madre nada más llegué al salón―, ve preparando la mesa mientras yo voy a cambiarme y a ayudar a tu padre con la vestimenta. No quiero que se ponga lo primero que le pase por la cabeza, tu padre no entiende muy bien lo que es ir "bien vestido".

―¿Ha llegado ya papá? ―Pregunté―. ¿Cuándo? Dale un beso de mi parte.

―Sí, ha llegado hace menos de una hora, mientras te estabas lavando. Lo haré, ahora prepara la mesa.

***
―Muy rico, señora ―Dijo Lucas mientras se llenaba otra vez la boca de tallarines.

―Gracias Lucas, pero Nadia me ha ayudado ―Contestó mi madre orgullosa. Yo solo sonreí, tenía la boca llena. La verdad es que estaban muy ricos, pero el mérito había sido todo de mi madre, que era la que había preparado la masa y la había cocido en su punto, yo solo les había dado forma.

―Y cuéntame Lucas, ¿Cómo va con tu trabajo de profesor aquí en Barcelona? ―Preguntó mi madre. Lucas y yo casi nos atragantamos con la comida. Yo enseguida tome un trago de agua―. Nadia me dijo que habías encontrado un trabajo de profesor en un instituto. ¿No es así?

―Sí, sí... ―Dijo solamente Lucas.

―¿Y en qué Instituto estás?

―¿Quieres más tallarines Lu? ―Dije rápidamente sirviéndole más comida a Lucas para evitar la pregunta que acababa de formular mi querida madre.


Sí, profesor [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora