Capítulo 8. -Las mentiras yacen donde la vida termina

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No podía respirar. Estaba sentanda en la sala de espera del hospital, esperando por los padres de Mindy. El detective Miller terminó por descubrirme, y me siguió hasta el instituto.

Vio a Frank cuando Mindy caía, se lo llevó a la estación de policía.

—Aquí tienes—Katherine me hacía compañía. Los padres de Mindy estaban en Italia, volaron hacía acá en el segundo que las autoridades llamaron.

—Gracias.

—Llamé a papá y Simon. Vienen en camino, ¿Estás bien?

—Eso creo. Mindy no es mi amiga ¿Sabes?, pero aún así es algo que no debería pasarle a nadie.

—¿Crees que ese chico lo haya echo?

—No puedo creer nada de lo que está pasando.

—Voy al baño, ya vuelvo.

No tenía sentido, ¿Por qué Frank querría deshacerse de Mindy?

No tenía tiempo para suposiciones, me levanté de la silla y caminé hasta la habitación de Mindy.

No me dejaban entrar, por lo que solo podía verla a través del vidrio. Una máquina estaba conectada a ella, por lo menos no eran tubos.

¿Qué tenía que ver con todo esto?, No iba a tener solo las estúpidas preguntas. Obtendría las respuestas. Salí del hospital y tomé el auto de Katherine, ella podía irse en la moto.

La comisaría no se encontraba tan lejos del hospital. Ya había llegado allí, así que le envié un mensaje a Katherine y me bajé del automóvil.

Entré y observé al detective Miller sentado en su oficina.

—¿Qué está haciendo aquí señorita Baxter?

—Necesito hablar con Frank.

—Eso no va a ser posible.

—Es solo por un segundo, necesito aclarar todo.

—No va a ser posible porque él joven García se fue hace un rato, pensé que se dirigía a hablar con usted.

—¿Conmigo?

—Sí, dijo que necesitaba hablar con "ella". Supuse que era usted ya que la joven Dilorenzo está en el hospital.

Corrí hacia el auto y me fui pitando de la estación. Conduje hasta el lugar que sabía que se había dirigido Frank, mi casa.

. . .

Me tardé un poco en llegar. Bajé y saqué mi teléfono, para llamar a Frank.

Me envío al buzón de voz.

—Frank ¿En dónde estás?, necesito hablar contigo.

Abrí la puerta de mi casa y entré. Iba camino a la sala cuando escuché algo en el pasillo.

"Frank ¿En dónde estás?, necesito hablar contigo"—mi propia voz, el mensaje que le había dejado a Frank provenía de la cocina.

Me acerqué paso a paso. Cuando llegué había un celular en la mesa, pero no era el de Frank. Era otro teléfono.

Escuché ruidos arriba, por lo que subí las escaleras. Me detuve. No sabía si acercarme, o correr. Opté por acercarme. Caminé hasta el cuarto y empujé la puerta.

Grité cuando vi lo que se hallaba tras ella.

Alguien estaba parado frente a mi, vestido con traje de enfermero. Y...esa máscara, la máscara de la lágrima.

Me precipité a correr, bajando las escaleras me tropecé y caí. Quedé a la mitad de los escalones, él se acercó a mí muy despacio. Muy cerca. La máscara tenía los agujeros oculares abiertos, aún así no se podían ver sus ojos. Comencé a ver todo borroso de la nada.

PRETTY FACE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora