Capítulo 11. -Búsqueda mortal

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Cada simple detalle de mi vida estaba siendo cambiado por PRETTYFACE. Quería hacerle daño a todos a mi alrededor, acabar con las personas que más amaba en el mundo.

He terminado contigo PRETTYFACE, es hora de que conozcas la frialdad dentro de mi. Hora de acabar con tus obsesiones.

Mi cabeza estaba tan llena de pensamientos mientras me encontraba sentada en la sala de espera del hospital.

—Nik, ¿Quieres que te traiga algo?

Escuché la voz de mi padre pero no giré mi mirada en su dirección.

—Nikkie, deberíamos ir a casa a cambiarte, estás toda sucia y mojada—Katherine, ¿Crees que me interesa estar sucia ahora mismo? Simon está en emergencias y, ¿De verdad piensas que me interesa asearme?

Me levanté de la silla y di vuelta en círculos.

—Familia del doctor Dixon.

—Somos nosotros doctor.

—Lo que les puedo decir es que no hay nada grave. Está fuera de peligro, fue una caída un poco dura por lo que se fracturó una pierna y unos cuantos dedos de su mano izquierda. Pero se repondrá muy rápido—en ese preciso momento todas mis dudas acerca de un Dios dejaron de existir.

—¿Puedo verlo?—le pregunté al doctor. Mi voz estaba quebrada.

—Por supuesto, se encuentra sedado así que tal vez diga algunas incoherencias. Pueden pasar uno por uno.

—Gracias, muchas gracias—me voy directamente a donde tenían a Simon.

—Hey, lindos ojos—tenía tiempo sin escucharle decirme "lindos ojos", como lo hacía cuando era pequeña.

—Sim...papá—por fin, la palabra había salido de mis labios. Jamás pasaría otro día sin que no le dijese así a Simon, no cuando tuviera la oportunidad.

—¿Papá? Oh Dios mío, ¿Está ese desgraciado aquí?

—Tú eres ese desgraciado.

Simon puso cara de confusión, luego de la nada surgió una gran sonrisa de su rostro.

—Gracias, Nikkie.

—Te abrazaría pero ya sabes tienes dedos rotos y eso. Papá, ¿Qué sucedió en ese bosque? ¿Cómo te caíste?

—Cariño, no me caí. Sentí como alguien en una bicicleta me empujó.

—¿Viste su cara?

—No, estaba de espaldas. Pude sentir la bicicleta contra ella en el golpe.

Lo que yo estaba a punto de hacer era lo peor.

—Fue un chico, iba pasando y no te había visto en el camino. Terminó llevándote por delante, llegué un poco después de que sucediera. Tiene catorce por lo que le dije que se fuera para no meterlo en problemas.

No quería proteger al maldito psicópata, al contrario. Tenía intenciones más fuertes, que pronto pondría en acción.

—¿Estás bien?—Simon estaba moviendo la cabeza de izquierda a derecha.

—Si bebé, solo estoy algo cansado.

—Te dejaré para que descanses. Luego vuelvo.

Salí de la habitación y me fui caminando hasta la salida, sin decirle nada a mi padre o a Katherine.

—¿Nikkie?—la señora Evelyn, la madre de Mindy, estaba sentada en una de la sillas de la sala de espera.

—Evelyn, ¿Qué está haciendo aquí sentada?

PRETTY FACE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora