PRETTY FACE ©

Capítulo 3. -¿Cita?

No pude dormir, mis ojos no pudieron cerrarse. 

¿Cómo iba a dormir sabiendo que ese tipo tenía una cámara en el cuarto de papá y Simon? Probablemente colocó más cámaras. Entró a la casa, no podía seguir arriesgándome de tal manera, tenía que decirle a mi familia lo que estaba pasando. No iba a jugar a un sádico juego en el que ellos pudiesen salir heridos.

Lo iba a hacer, cuando los chicos se levantaran, les iba a contar todo. Estaba tan profundamente sumergida en mis pensamientos que no había notado que la alarma estaba sonando. La apagué y me levanté caminando directamente hasta el cuarto de papá, no estaba segura de que me fuesen a creer, pero tenía que hacerlo.

Toqué a la puerta y en menos de un minuto papá estaba indicándome que entrase.

—Papá, Simon, necesito hablar con ustedes—estaba segura de que mi voz se escuchaba temblorosa.

—¿Qué sucede?, ¿Estás bien?—los dos respondieron al mismo tiempo.

—Yo...

Exactamente en el momento en que me disponía a soltar todo, mi teléfono sonó.

—Vuelvo en un minuto.

Entré a mi habitación, tomé el teléfono y revisé el nuevo mensaje recibido. Al momento de leer las palabras "Número privado" ya sabía que no me esperaba nada bueno.

"¿Estás segura de que es buena idea contarle a tus padres sobre mí? Creo que puedo hacer más que escabullirme y colocar cámaras Nikkie, ¿No quieres que estén a salvo?"
-PRETTYFACE.

Le respondí al instante:

"No voy a jugar a tu estúpido juego, aléjate de mí y de mi familia."

A los pocos segundos, obtuve una respuesta rápida:

"¿Crees que es un juego Nikkie? No lo es. ESTO ES LA VIDA REAL, y en la vida real las personas pueden salir muy lastimadas"
-PRETTYFACE.

"¿Qué es lo que quieres de mí?, ¿Qué rayos quieres de mí?"—mis dedos apenas podían moverse de lo nerviosa que estaba.

"Quiero acabar contigo como TÚ lo hiciste conmigo, lo único que puedes hacer es luchar Nik, aunque no creo que tengas más fuerzas que yo"
-PRETTYFACE.

¿Acabé con él?, ¿De que demonios estaba hablando? 

Tenía razón en una sola cosa, no iba a contarle a papá y Simon. Si logró entrar a la casa y colocar esa cámara, ¿Quién sabe que otras cosas podría hacer?

—Nik, ¿Qué era lo que nos ibas a decir?—mi papá y Simon. Necesitaba decirles alguna mentira que fuese creíble, no les mentía desde que tenía quince, cuando me escapaba para estar con Charles. Pero tenía que protegerlos de ese acosador maldito, así que solté la primera cosa que pasó por mi mente.

—Invité a un chico a cenar—cuando caí en cuenta de las palabras que acababan de salir por mi boca, tenía la necesidad de arrancarme la lengua.

Los dos, Simon y papá, pusieron cara de confusión.

—Eh...bueno, no veo porque no. Tráelo hoy a las siete—¿Hoy?, ¿Cómo demonios iba a conseguir que alguien saliese conmigo en menos de doce horas?

—Sí, está bien bebé. Yo tengo que irme, nos vemos esta noche—papá se despidió con dos besos, uno en mi frente y otro en los labios de Simon.

Simon se fue unos minutos después, y yo me quedé inmersa en mis preocupaciones. Recordé la cámara en el cuarto de los chicos, y entré a buscarla. Desordené todo el lugar pero no logré dar con ella, iba a llegar tarde a química así que opté por buscarla luego y me fui al instituto. Tenía que seguir buscando pero no podía faltar, mucho menos a química.