PRETTY FACE ©

Capítulo 22. -Explosiva sorpresa

Opté por ignorar a la persona que intentaba tratar de asustarme o quien sabía que, PRETTYFACE estaba fuera de mi vida, no volvería a sentirme amenazada de alguna otra forma. Ahora estaba segura de que podía ser alguien a quien ellos tuviesen que temer, alguien fuerte que pudiera hacerles sentir minimizados, hacerlos arrastrarse como gusanos en el suelo. Ya no había manera alguna de que me volviera a sentir asustada, no de la misma manera, mis miedos necesitaban bloquearse, necesitaba estar completamente tranquila. Aún tenía cosas mucho más importantes que resolver en mi vida.

Todavía tenía que tratar de entender como haría con esa criatura sin forma, con esa pequeña cosa que se estaba gestando dentro de mí. Me aterraba cualquier cosa al respecto, no quería eso en mi vida, no quería despertar por la madrugada debido a sus gritos, o tener que alimentarlo a cada rato. No podía verlo todos los días y recordar a quien lo engendró, no podía hacer tantas cosas sin saber como empezar, por ello necesitaba terminarlo antes de que empezara. Necesitaba acabar con este embarazo rápido, porque cuando todo terminara mi vida comenzaría de nuevo.

Sabía muy bien que estaba siendo demasiado dura, y que aquí la culpa recaía en Liam, pero eso no resolvería mis problemas. Ojalá tuviese una maldita varita mágica con la cual poder acabar con todo esto, la fantasía siempre era una porquería, pasaba de ser una blasfemia que irradiaba luz a una realidad que te encerraba y te dejaba sin ella.  Ahora la única fantasía aquí era la de tener este bebé, eso no podía ni iba a suceder.

—¿Estás bien?—giré mi cuerpo asustada, no había notado que llevaba todo este tiempo parada frente a mi casa. Mi padre tenía su mano sobre mi hombro, parecía preocupado.

—Sí, lo siento. Estoy un poco confundida.

—¿Confundida?

—No puedo explicarte, no cuando estoy confundida. ¿En dónde está Katherine?—mi padre era realmente muy fisgón, tenía que cambiar el tema de conversación.

—Fue a la casa del lago con Simon. Por cierto, Frank dejó esta nota para ti cariño.

—¿Nota? ¿No está en casa?—ahora sí estaba confundida de verdad.

—Al parecer tuvo que hacer algo muy importante, estaba muy impaciente. Me dijo que volvería tan rápido como pudiera, pero que necesitaba que leyeras esta carta apenas te la diera.

Tomé la carta impacientemente, no entendía nada de lo que me comentaba mi papá. ¿Por qué habría de irse Frank? ¿Qué rayos tenía que hacer con tanta impaciencia? Sería mejor que leyese el pedazo de papel y me sacara de dudas a mí misma.

Entré a mi casa en donde seguidamente procedí a dirigirme hasta mi habitación, me senté en la cama y sin nada más que hacer abrí la carta de una vez.

"Hey luchadora, cuando leas esto tal vez ya me encuentre un poco lejos, no te imaginas lo que ha pasado. Hace algunas noches atrás recibí un mensaje de alguien que decía ser mi madre, sí, leíste bien Nikkie, esta persona decía ser mi mismísima madre. Me confundí mucho, demasiado para que negarlo, al principio pensé que era solo una patética broma telefónica estúpida, pero mi idea cambio totalmente en el momento en el que recibí una imagen que ni siquiera sabía que existía. Es tan gracioso, éramos yo y mi padre, seguramente tendría unos cuatro años para esos momentos, o tres, no lo sé. Debo decir que ver esa foto despertó muchas emociones y hizo una especie de cortocircuito dentro de mí, no recordaba mucho el rostro de mi padre. En fin, ya me está doliendo la mano (soy un maldito flojo, gracias) tomé la decisión de aceptar reunirme con ella mañana en la dirección que verás más abajo, te dejo esta carta si se le puede llamar así, porque no estoy seguro del todo acerca de esto y si algo me sucede necesito que seas tú la primera en auxiliarme.  Sé que soy un egoísta muy idiota, pero si vuelvo con vida y mi madre se encuentra conmigo, compartiré muchas cosas contigo Nik, incluyendo mi amor por ti"
-Frankie.