PRETTY FACE ©

Capítulo 20. -Invasor

Una semana, sí, una semana había pasado desde los acontecimientos que sacudieron todo Crewvile y a mí misma.

Salí en el periódico y en las noticias, no de la manera que quise alguna vez claro está. Solo hablaban de como dos chicos habían asesinado y torturado personas, poniéndome como "la principal sobreviviente".

Sin contar que no había sido la única que sobrevivió, pero al parecer mi nombre seguiría apareciendo en todos lados sin importar eso.

Estaba sentada en mi cama, viéndome fijamente al espejo. Era la misma Nikkie, al menos por fuera lo seguía siendo.

Tuvimos un pequeño funeral para mi tío, aún seguía pensando en el porque de la situación, el no debía de haber estado allí esa noche. Todo debió ser diferente.

Por supuesto que todo debió ser diferente. No debiste crear el blog, no debiste iniciar todo para que al final murieran personas y junto con ellas tus sueños y aspiraciones.

Necesitaba tiempo para sanar, pero no quería sanar realmente porque no estaba herida, estaba muerta por dentro.

Y la Nikkie que antes estaba, se fue, dejando solo rastros de miles de migajas emocionales dentro de mí.

Ahora mismo estaba a punto de irme, iría al hospital, tenía que saber si estaba creciendo el hijo de un asesino en mi vientre.

Tenía que saber si estaba embarazada.

. . .

—Te habías tardado mucho en venir—el doctor que me estaba atendiendo era exactamente el mismo que detectó la hormona en mi sistema la vez anterior.

—Sí, las cosas han estado algo turbias para mi últimamente.

—Oh Dios claro, los asesinatos, lo siento tanto no recordaba...

—Está bien, no necesita disculparse.

—¿Cómo has estado? Ya sabes físicamente, contando el hecho de que fuiste atacada simultáneamente por dos jóvenes con delirios mentales.

—De hecho, me siento bien—me refería a lo físico después de todo.

—¿No han habido más mareos, náuseas, vómitos?

—Oh, sí, eso si.

—Bueno, entonces procederemos con las pruebas de sangre, se supone que te las haces un día y no sabes los resultados hasta dos después, pero contigo haré una excepción. Esto me tomará una hora mínimo, ¿Está bien?

Estaría mejor si todos me dejaran de tratar como si fuese una antigua pieza de porcelana china.

Tuve que quedarme tiesa, como una roca, mientras la aguja entraba en mi vena de manera sencilla. No sentí dolor, ya estaba acostumbrada a esto, de niña Simon solía hacerme exámenes de sangre cada vez que parecía estar muy enferma.

Y vivía de enfermarme cuando era pequeña, recordaba que me dio anemia y neumonía, los dos mejores lugares que conocía a la perfección eran el hospital y el juzgado. Tenía un padre abogado y otro doctor, era sumamente obvio. 

—¿Te sientes bien? Te veo muy pensativa.

—Sí, a veces me agrada pasar tiempo en mi cabeza.

—A todos nos agrada pasar tiempo con nosotros mismos.

—Tal vez a algunos mucho más que a otros.

No pude evitar pensar en como sería todo a partir de aquí si de verdad estaba embarazada, tendría que tomar muchas decisiones muy difíciles en muy poco tiempo con muy corta edad. No creía estar preparada para eso.