—¿Estás...viva? Esto no puede ser verdad, yo...yo te vi caer por ese acantilado—el chico moreno frente a mi parecía estar perdido. Y me estaba haciendo sentir igual de perdida a mi—. ¿Cómo es posible? Tu moriste esa noche. Ese auto te llevó consigo cuando estalló en mil pedazos.
—Lo siento chico, pero yo no tengo idea de que estás hablando—mis manos estaban temblorosas, me encontraba sudando cual cerdo. No entendía el motivo de mis nervios hasta que recordé lo que Xander me había dicho. "No puedes bajo ningún motivo dejar que te vean". Bueno pues, dejé que lo hicieran. Alguien me vio y aún lo seguía haciendo.
—¿Qué quieres decir? ¿No recuerdas lo que sucedió?—sus profundos ojos color café oscuro dictaban calidez. No eran para nada fríos, eran muy cálidos. Emanaban calor, me hacían sentir bien.
—Lo siento, no. No sé quien eres, ni tampoco que sucedió. Ni siquiera se mi maldito nombre.
—Nikkie. Tú nombre es Nikkie. Oye, no sé que ha sucedido contigo las últimas semanas pero...
—Espera, ¿Semanas? ¿Han pasado semanas?—para mí solo había pasado un día, literalmente.
—¿Qué fue lo que pasó contigo Nik? Necesitamos hablar. Necesitamos contar la verdad de una vez y por todas—no le había prestado atención alguna a el chico debido a que pude observar notoriamente como Xander estaba saliendo de la casa acompañado del hombre en muletas.
—Escucha, no puedes decirle a nadie que me has visto. No logro entender ni una mínima parte de todo lo que me estás diciendo, pero por lo que puedo ver soy una persona importante para ti. Así que te lo pido por favor, por lo que más quieras. No digas nada de esto—terminadas de decir aquellas palabras, entré rápidamente a la camioneta y cerré la puerta al instante. Nadie podría verme desde afuera, no con los vidrios arriba.
Aún así podía ver a aquel chico observando fijamente en mi dirección. Parecía estar muy confundido, y apenas me estaba dando cuenta de los distintos vendajes que llevaba alrededor del cuerpo. Había sido herido de alguna manera. Antes de que Xander pudiese llegar a la camioneta él se alejó, caminando lenta y calculadamente fuera del lugar. Diablos, lo había espantado como si fuese alguna clase de bestia o algo así.
Pude escuchar la puerta a mi derecha abrirse y cerrarse en un segundo. Y sabía que vendrían las malas noticias acompañadas primero de un dulce y amargo regaño.
—¿Estás demente no es así? ¿Por qué rayos entraste a ese lugar? Podrían haberte visto—no "podrían". Lo hicieron.
—Lo siento, ¿Está bien? No podía continuar con esto, quería saber que rayos está pasando conmigo. Y solo para que lo sepas, fue un felino el que me hizo bajar.
—¿Un felino? ¿De qué estás hablando?
—Olvídalo, ¿Qué te dijo el sujeto allí dentro?
— Tal vez no estés preparada para saber todo. ¿No crees que necesitas un poco más de tiempo?—ahora mismo el tiempo era lo que menos me preocupaba.
—Quiero saberlo todo.
. . .
La cosa va así. No había gemela. Solo existía una Nikkie, y la mejor parte de la historia es que según todo lo que Xander me contó esa chica era yo. Así es, era verdad. Yo era Nikkie Baxter. La chica que trágicamente había muerto causa de un terrible accidente de tránsito. Habían puntos en la historia que no terminaba de entender, había algunos que apenas empezaba a descifrar. Parecía toda una trama de un estúpido programa de TV.
Ahora mismo mi mirada estaba fija en la ventana de la habitación en la que nos encontrábamos. Debido a el ajustado presupuesto de Xander solo podíamos permitirnos una sola habitación de un motel. Las sábanas parecían estar llenas de barro y la lámpara apenas estaba encendida, consecuencias de estar en un lugar sin tener suficiente dinero. Bueno, no es como si yo estuviese aportando un centavo así que probablemente debería callarme.
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PRETTY FACE ©
Misterio / SuspensoLa fama, todos la desean. Nikkie la consiguió, pero jamás pensó en todos los secretos y mentiras que se esconden a sus espaldas. Detrás de la pantalla hay una sola realidad, y un seguidor infernal está al acecho. No se permite plagio. Magnífica por...