Capítulo 10. -Feria de la traición

68 9 2
                                    

Estar sentada en la mesa con papá era lo peor ahora mismo. Anoche no tenía la más remota idea de que hacer, seguía sin tenerla.

Simon había estado a mi lado desde que tenía once,  seis años cumpliendo un rol que no debía. No podía hacerle eso, me refería a mí, por supuesto. Ya mi padre había hecho su parte, no había vuelta atrás.

Pero yo, no podría ni respirar de seguir escondiendo esto. Tenía que decírselo, solo que no sabía como.

—Nik ¿Estás bien?, No has hablado desde que te levantaste.

—Sí papá, estoy perfectamente bien. Solo algo cansada.

—Supongo que no pudiste dormir de la alegría—sí padre, tanta alegría me dejó perpleja.

—Oye Nikkie, estrenarán una nueva película de terror. ¿Quieres ir conmigo?

—Sí, Simon. Sabes que siempre si—ya sabía como y donde le diría. Lo siento papá pero tu aventura tenía que terminarse.

—¿Irás al baile de graduación?, Tengo un vestido que te quedaría espléndido.

—No lo sé Katherine, han pasado muchas cosas.

—Nikkie, esto solo sucederá una vez. Todo pasa solo una vez en la vida, no pierdas tu única oportunidad solo por las circunstancias.

—Tu hermana tiene razón, deberías ir. ¿Ya te invitaron?

—Sí, Frank lo hizo ayer.

—Ese chico es tan ardiente, un poco más y se quema.

—Muy chistosa Kat.

—Me tengo que ir. Mientras más rápido llegue al instituto, más rápido saldré.

—Yo te llevo. Tengo conferencia y las oficinas quedan cerca.

—Preferiría que me llevase Simon. Ha pasado mucho tiempo que no lo hace—realmente no quería tener que mantener conversación con mi padre. No soportaba ver su cara en estos momentos.

—De acuerdo, nos vemos en la noche.

Papá se despidió y salió de la casa.

—¿Nos vamos?

—Sí, deja que vaya a por mi bata.

Tomé mi bolso y salí a la calle, caminé hasta el auto y entré en el.

Simon llegó unos cinco minutos después.

—Y ¿Se ha sabido algo de Mindy?

—Nada nuevo, sigue estando en coma. Los doctores piensan que estará así por un tiempo.

—¿Vivirá?

—Lo único que sabemos es que se encuentra allí dentro. Solo que no puede despertar todavía.

Luego de unas cuadras y una charla sobre películas de terror, Simon encendió el reproductor de música. El de su auto tenía una mini pantalla. Siempre me había parecido graciosa.

Mis ojos estaban a punto de salirse de sus cuencas con lo que estaba viendo. Era el vídeo de mi padre, acostándose con la mujer pelirroja.

Observé a Simon que no quitaba los ojos de la pantalla. No seguía conduciendo, solo veía el vídeo.

—¡Simon! ¡Simon!

Otro auto venía hacia el de nosotros.

—¡Simon!

Reaccionó a última instancia y giró el carro. Después se detuvo en una esquina.

Yo sabía que no podía decir, "¿Estás bien?" Obviamente no lo estaba.

PRETTY FACE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora