PRETTY FACE ©

Capítulo 15. -Impacto letal

Mi corazón palpitaba siguiendo a los segundos, ¿En dónde estaban los chicos?

Me encontraba caminando por cada pasillo del instituto, tratando de encontrarlos. Una corona plástica en mi cabeza y unos tacones no ayudaban para nada.

Di unos cuantos pasos más hasta la cafetería, y allí me encontré con él.

Estaba frente a mí, con su máscara y ahora llevaba un traje negro. No podía entender porque no me sentía amenazada estando a solo pasos de su persona.

Me sorprendía ver que solo se quedaba parado, mirándome fijamente. Estaba asustada pero el miedo no podía ser más grande que la vida de otras personas.

—¿Dónde están?, ¿Les hiciste daño?

PRETTYFACE solo se dio la vuelta y caminó, ¿Ahora qué podía hacer yo?

Tenía que seguirlo, eso era lo que él deseaba que hiciera.

Y fue lo que hice. Caminé hasta donde se dirigía, estaba muy segura de que me estaba llevando con los chicos. Si me hubiese querido hacer daño, ya estuviera herida de por sí.

Subí las escaleras hasta el segundo piso, todavía podía escuchar la música que provenía del gimnasio.

Observé como entró en uno de los salones, el de biología de primer año. Todas las luces estaban apagadas, aún así la luz de la noche se colaba por las ventanas.

Luego de entrar, me encontré con Rynn, amordazado de la misma manera en la que estaba Frank horas antes.

—Déjalo ir. Él no tiene nada que ver aquí, esto es entre tú y yo.

A pesar de no tener ni la más mínima idea de saber en donde estaban Lynn y Frank no podía dejar que siguiera reteniendo a Rynn.

—Dije que lo dejes ir—mi tono era alto esta vez. No estaba asustada o al menos eso necesitaba creer.

Seguidamente abrió la puerta de un pequeño armario de instrumentos, y allí estaba Lynn atada igualmente.

—¿Dónde está Frank?—justo en ese preciso momento todo se volvió negro...

. . .

—¡Nikkie!, ¡Nikkie, despierta!

Podía escuchar voces, no estaba segura de si eran gritos o no. Mi cabeza estaba a punto de explotar.

—Nikkie, por favor despierta.

Abrí los ojos y la primera cosa que vi fue el rostro de Frank.

—Frank, estás bien. Espera, ¿En dónde estamos?

—No lo sé, parece un sótano pero no estoy seguro.

—No creo que estemos en el instituto, no escucho la música.

—No estamos en el instituto, no sé en donde estamos pero no es el instituto.

—¿Dónde están Lynn y Rynn?

—No lo sé, llevo aquí más de dos horas. Te trajeron hace media.

—¿Trajeron?

—No sé como decirlo pero...son dos de ellos Nikkie.

—¿Qué?

—Los vi a ambos cuando te trajeron hasta aquí.

—Oh Dios, no, no puede ser verdad.

—Créeme, es verdad.

—Si no podía con uno solo, ¿Cómo demonios podré con dos?

—Solo es cuestión de tiempo, ambos caerán, tarde o temprano.