Capítulo 13. -Revelaciones

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Correr nunca fue mi primera opción, siempre pensé en las palabras como medio de solución. Pero esta vez, las palabras eran solo un grito al vacío, uno que no tenía eco. 

PRETTYFACE era sordo, y las palabras no llegaban a sus oídos.

Frank se encontraba en una especie de shock post-traumático, no hablaba, hasta parecía que no respiraba.

Su tía Sofía, había sido asesinada. Otra vida fuera del mundo gracias a mí, gracias a la locura, gracias al odio y a alguna especie de rencor.

Mi padre estaba en la comisaría con el detective Miller, quien volvió antes de tiempo. Mientras que yo me encontraba con Frank en la morgue.

—Quiero que te vayas.

—¿Qué? No Frank...

—Vete, ¿No te das cuenta?, ¡TODO ESTO ES POR TÚ MALDITA CULPA!

—Frank, por favor...no estás viendo las cosas con claridad.

—Aléjate de mí Nikkie, no quiero verte ahora mismo. Vete, ¡Vete ya!

En silencio, me retiré. Sabía que era el dolor y no Frank quien estaba hablando. Estaba hecha una fiera, no sabía cuando se iba a terminar.

Siempre los psicópatas estaban un paso delante de sus víctimas, pero esta vez debía encontrar la manera de impedirle dar otro.

Me fui en el auto, ya eran las seis de la mañana. Jueves, odiaba los jueves con todo mi ser. Mi madre se suicidó un jueves, un siete de marzo.

Mi teléfono sonó indicando una llamada entrante:

—¿Está todo bien?—era Lynn, ella tuvo que ir a la comisaría también por ser quien chocó el coche.

—No, no lo está. Frank me corrió, está muy, muy dolido.

—¿Qué esperabas? Su tía acaba de morir. No es un paseo por la pradera.

—Lo sé, ¿Qué hay de ti? ¿Estás en problemas?

—No, la aseguradora pagará por todo. Pero mi padre esta haciendo muchas preguntas.

—Creo que viví eso antes.

—¿Qué vamos a hacer Nikkie? Cada minuto que pasa es otro en el que esa persona desenfrenada está afuera tramando quién sabe que.

—No lo sé, me quedé sin ideas. Creo que tengo que resistir esto.

—¿En serio?, ¿Vas a dejar que te ganen? No. Pues yo soy parte de tu equipo ahora, y nadie le gana a Lynn Cooper.

—¿Qué se supone que haremos ahora?

—No rendirnos, apenas salga de aquí iré a tu casa a revisar esa laptop.

—No creo que sea necesario. PRETTYFACE ha demostrado ser demasiado inteligente, no sería idiota para dejar algo comprometedor dentro de ese aparato.

—Tienes razón, espera...

—¿Qué?

—Creo que puedo ayudar, un poco, con algo más que hackear computadores.

—¿Y qué es exactamente eso?—pregunté algo confundida.

—Te diré lo que leí en aquel diario, sé que no hay otra opción. Y de igual manera, mi vida ya está en peligro.

—¿Estás segura?

—Mucho, ven a la comisaría. Nos vemos en el estacionamiento.

—Voy en camino.

PRETTY FACE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora