Capítulo 17

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Eran casi  las tres de la madrugada, Steven había dejado a Erika en su casa hace unos quince minutos; ella se había desmaquillado, cambiado a un pijama y acostado en su cama, pero todavía no podía conciliar el sueño. Su madre había ido a pasar la noche con su padre para que "no se sintiera tan sólo" pero la pelinegra sabía que en realidad era para que ella no se sintiese sola.

La joven ya obstinada de no poder dormir se levantó de su cama para ir a buscar un vaso de agua en la cocina. Se sentía extrañamente traicionada. Cuando volvió a su cuarto divisó una sombra fuera de su ventana y se congeló, asustada y sin saber que hacer, la mente de Erika no reaccionaba y aún tenía el vaso de agua en la mano. Tomó una bocanada de aire y  llenó sus pulmones para vaciarlos pesadamente. En silencio, se acercó lo más que pudo a la ventana y escuchó un leve toqueteo en el cristal, como si alguien estuviese tocando la puerta de una casa desesperadamente.

¿Pero qué...?, se preguntó la pelinegra con el ceño fruncido.

-Mariposa...

Erika se sorprendió un segundo al escuchar aquella voz y luego giró los ojos. Aquel  chico no tenía arreglo y eso ella lo sabía.

Colocó el vaso en la mesita de noche junto a su cama y se apresuró a abrir la ventana. Jason entró a su habitación, borracho y maltrecho, se tambaleó un poco y Erika tuvo que sujetarlo para que no se fuera de boca contra el piso.

-Hola. Mariposa - susurró y Erika pudo sentir la sonrisa chueca en la cara del moreno.

La ojiazul gruñó y lo sentó en su cama con un poco de dificultad, encendió la luz de la mesita de noche y al ver al moreno sus ojos se abrieron de par en par y se llevó las manos a la boca con sorpresa y preocupación. El moreno tenía un ojo morado y sangraba por el labio, la ceja y los nudillos.

Jason le dedico una sonrisa ladeada.

-Ja...

-¿Qué tal tu cita de hoy? - preguntó cortándole la frase -. ¡Déjame adivinar! ¡FUE MAGNIFICA PORQUE NO FUE CONMIGO! - gritó exasperado.

Erika lo miró sorprendida de ver que aún borracho había sido capaz de utilizar la palabra: magnifica. Luego frunció el ceño, estaba enojada, no entendía a ese chico y eso la desesperaba al límite.

-No es tu incumbencia - respondió seca.

Jason dejo salir una risita entre dientes.

-No, pero aún así ¡Tengo razón!

-¡RAZÓN! - le devolvió el grito ella - ¡¿Y que razón tenías para pagarle a unos drogadictos para que me persiguieran?! - cuestionó sin todavía poder creerlo.

-¡ES QUE NO TE DAS CUENTA! - gritó de vuelta balanceándose en la cama.

-¡¿De qué no me doy cuenta?!

Jason se paso las manos por la cara frustrado y luego se agarró los pelos de la cabeza jalándolos sin mucha fuerza, Erika notó que al moreno le costaba enfocarla así que dio un paso dubitativa y Jason se levantó con dificultad para acercarse un poco más a ella. No fue hasta que estuvieron uno frente al otro, a unos dos pasos de distancia, que Jason le respondió.

-De lo hermosa que eres - dijo y bajó la cabeza para reír bajito.

Erika se sonrojó y negó con la cabeza. Iba a hablar pero Jason la volvió a interrumpir.

-¿Y también le tiraste piña colada? ¡Oh, ¡déjame volver a adivinar! - hizo una pausa como si estuviese pensando -. ¡NO! - gritó más alto y la ojiazul dio un respingo -. Porque él no te metería en problemas ¡Por supuesto! Pero como yo soy una mierda entonces es mejor salir con él.

Baila, Mariposa - ESP (Version 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora