Erika se sintió mejor los días siguientes y practicó con más fuerza para poder estar bien preparada. El viernes llegó más rápido de lo que ella pensaba y junto con aquel día también llegaron sus nervios, había estado tan concentrada en la rutina y lo demás que ni siquiera pensó en que tendría que bailar frente a un jurado que decidiría su carrera universitaria y un montón de personas más.Ese día comenzó todo mal, despertó tarde y por ende llegó tarde a una clase a la que no la dejaron entrar. Sus otras clases fueron normales hasta que fue la hora del almuerzo y se reunió con Alana y Steven.
-¿Estás emocionada por hoy? -preguntó el rubio.
-Siento que me dará un ataque de pánico en medio del escenario y olvidaré la coreografía completamente - dijo sin dejar de mirar el plato.
-Sí - dijo Alana en tono sarcástico mirando a Steven-, está muy emocionada.
Ambos comenzaron a darle ánimos cuando de pronto una bebida comenzó a caer sobre Erika, quien se levantó asustada y sorprendida. Alana y Steven también estaban asombrados, sin mencionar a todas las personas en la cafetería que veían aquella escena. Erika se giró para encontrarse con la chica que les sirvió la comida a ella y a Jason la primera vez que salieron, con una cara de suficiencia y una sonrisa torcida que le dio escalofríos a la ojiazul.
-Ups - fue todo lo que dijo la muchacha sonriendo.
La cafetería completa comenzó a reír y a gritar cosas tanto a ella como a la chica que le lanzó la bebida. Erika tomó sus cosas y le dio una última mirada a Alana, quien estaba furiosa por lo que Erika pudo observar; les lanzó a sus amigos una mirada apenada y salió corriendo de la cafetería mientras la gente seguía de chismosa. Lo último que escuchó fue la voz de su mejor amiga rugir algo parecido a "Puta asquerosa" y un chillido que supuso era de la chica que la lanzó la bebida pero no le importo, no le importaba nada en ese momento.
Erika pensaba que su vida no podía ser más penosa. Era una nerd sin muchos amigos, su padre tenía cancer y estaba en coma, su mamá no le prestaba atención y la quería hacer sentir mal cada vez que ella se sentía mal, el chico que quería estar con ella era un mujeriego, todos en el colegio se burlaban de ella y ahora esto... Ella simplemente no pudo más y se metió al baño de mujeres con las lágrimas escapándose por sus mejillas. Lloró un buen rato y se quedó en el cubículo donde estaba, pensando en todas las razones por las cuales no debía participar en la competencia.
Escuchó la puerta del baño abrirse y rezó por qué no fueran más chicas queriendo burlarse de ella.
-¿Draculiña?
Erika abrió los ojos con sorpresa. ¿Enserio Steven había entrado al baño de niñas?
-Se que estás aquí - tocó la puerta del cubículo donde estaba-. Por favor, abre la puerta - pidió amablemente.
La pelinegra se sorbió los mocos y abrió lentamente la puerta. Steven estaba delante de ella con los brazos abiertos, con la cara llena de preocupación y enojo. Erika se lanzó en sus brazos y lloró en silencio un poco más.
-Ya, ya... - decía el rubio-. No pasa nada, ya pasó...
Una vez Erika se calmó Steven le trajo una camisa de repuesto que recordó tener en su casillero. Erika miró la camiseta de su amigo y comenzó a reírse de verdad, pues la camisa en serio le daba gracia, era verde y tenía a las tortugas ninja en el centro con un círculo.
-Tengo otra cosa que puede hacerte sentir mejor - le dijo el rubio y ella lo miró con curiosidad -. ¿Quieres saber que es? - asintió que sí -. Vamos - le dijo tomándola de la mano y con la otra tomando el bolso de la chica para comenzar a guiarla fuera del colegio.
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Baila, Mariposa - ESP (Version 2016)
Teen FictionErika Phillips ha pasado los últimos cinco años de su vida en un trance, viviendo una rutina aburrida debido al cáncer de su padre. Había dejado sus sueños de lado y nadie en su escuela sabía por lo que su familia estaba pasando, con excepción de su...