Baila, Mariposa - ESP (Version 2016)

Capítulo 5

-¡¿Qué?! - gritó Alana sin poder creerlo.

Estaban en el laboratorio del colegio y algunos de los presentes se habían volteado en su dirección para ver a Alana con los ojos abiertos como platos mientras se tapaba la boca con las manos.

Alana estaba que se moría con lo que Erika le había contado sobre la noche anterior. Lo que también implicó que le contara lo del arreglo que tenía con la Srta. Mittermaier para poder entrar a los salones del instituto.

-No lo puedo creer - siguió susurrando la pelirroja -. Te has estado escapando de tu casa todas las noches para ir al estudio a bailar, y Jason ayer te siguió sin que te dieras cuenta ¿Y te chantajeo? ¡¿Para qué fueras con él a una cita?!

-Sí, Alana. Te lo he repetido 3 veces, amiga - le dijo Erika un poco fastidiada.

Alana soltó una risa.

-No quisiera ser tú en estos momentos - Erika le lanzó una mirada asesina -. Lo siento, mal comentario. Lo siento.

Alana se disculpó al darse cuenta del comentario que acababa de hacer.

-No quiero volver a ser el centro de atención - Le dijo Erika -. Si ni pueden olvidar el incidente de la fiesta porque Jason viene a cada rato - se tapó la cara con las manos -. Y hoy me dijo que me iba a venir a buscar para cuadrar nuestra cita del viernes - soltó un suspiro frustrado.

Alana sonrió.

-Ahora sí te envidio.

-¿Qué tal tu cita con Blake? - le preguntó Erika cambiando de tema.

Alana sonrió aún más y le brillaron los ojos. Le conto a Erika que Blake la había llevado a comer a un restaurante muy bonito y que habían ido a ver una película después.

-Es un amor, Eri - le dijo Alana -; te lo juro. No es como los otros chicos, es tan perfecto que estresa - Erika río ante el comentario de su amiga.

-Qué alegría por ti - contesto sincera.

En ese momento sonó el timbre indicando que las clases del día se había n acabado. Erika salió junto con Alana temiendo que Jason estuviera afuera. Caminaron un poco hasta llegar a la salida y justo cuando Erika pensaba que se había salvado de el al moreno, él apareció delante de ellas.

-Mariposa, Mariposa - dijo contento.

-¿Qué quieres?

-Tenemos una cita que cuadrar y ayer te dije que te iba a pasar buscando - le dijo lo obvio -. Ven, iremos por un helado - dijo comenzando a caminar.

-¡Jason! - lo llamó ella -. No iré contigo a ningún lado ahorita, tengo que ir a trabajar.

-No sabía que trabajabas - dijo con el ceño fruncido.

-Pues, sip - le afirmó la pelinegra visiblemente incomoda.

Alana se había alejado apenas ellos habían comenzado a hablar y ya Erika la había perdido de vista. Más le valía a esa pelirroja no haberse ido.

-¿El viernes también trabajaras? - Erika asintió - ¿Hasta qué hora? - insistió este.

-¿No dejaras de insistir verdad? - Se quejó ella en un gruñido al tiempo que el moreno negaba sonriendo - A las 5.

-Perfecto. Nos vemos el viernes, te paso buscando a las 7 - le dio un beso en la mejilla demasiado rápido y se dirigió a su moto.

Erika se fue caminando a su trabajo porque Alana la había dejado. Ya iba a ver cuándo se vieran mañana, lamentaría el segundo en el que decidió dejarla allí.