Capítulo 31

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Jason condujo por la ciudad hasta llegar a casa de la ojiazul, quien lo miró pidiendo explicaciones. Él la miró con cara de culo al bajar de la moto y al entrar a la habitación.

-¿Estás bien? - preguntó ella un tanto incomoda por la actitud del chico.

-No saldré por ahí contigo así - le dijo tirándose en la cama -. Báñate - le ordenó.

Ella lo miró con la boca abierta y enseguida entendió su juego. ¿Creía que por actuar como un cabrón lo invitaría para ver si dejaba de comportarse así? No le daría el gusto, bueno... al menos no tan pronto.

Tomó sus cosas y se metió al baño cerrando con seguro, se tomaría un largo baño. Encendió la ducha y comenzó a desvestirse, puso la ropa en el cesto y se lavó los dientes, se sacó las cejas, se puso una mascarilla en la cara, entró a la ducha y comenzó a lavarse el cabello con tranquilidad pero algo faltaba. Salió un momento de la ducha y puso música desde su teléfono a todo volumen, escuchó a Jason gruñir en su habitación y sonrío satisfecha. Volvió a la ducha y se volvió a lavar el pelo, se enjabonó, se depiló, se quitó la mascarilla de la cara y se volvió a lavar el pelo.

La puerta del baño sonó tras los golpes del moreno.

-¡Erika! - comenzó -. ¡Llevas más de una puta hora ahí metida!

-¿Y? - respondió ella terminando de lavar su cabello por tercera vez.

-¡Te vas a arrugar como una pasa, sal de ahí!

-¡No! - volvió a responder como una niña que no quiere hacerle caso a sus padres.

Escuchó como el moreno gruñía y resoplaba frustrado al otro lado de la puerta.

Erika peinó su cabello, se vistió con un pantalón deportivo y una camisa corta de tiros holgada. Salió del baño con total calma y vio a Jason sentado en la cama con los brazos cruzados.

-No es justo - dijo como un niño regañado.

Erika lo miró a punto de derretirse de ternura.

-¿Qué? - preguntó cómo quien no quiere la cosa.

-Que ellos vayan y yo no - dijo él levantándose y acercándose a ella en dos zancadas.

-Pues...

-Te besaré si no me invitas - amenazó peligrosamente cerca de ella.

Erika medito aquella oferta y decidió torturarlo un poco.

-Esta bien puedes ir a mi competencia - dijo ella y él la miró con los ojos abiertos de indignación.

-¿Es enserio? ¡Si te lo pido por las buenas no me dejas! ¿Pero si te amenazó con besarte me dices que sí puedo ir? - chilló.

Erika rio.

-De todas maneras me vas a besar - le dijo ella alzando una ceja.

El moreno imitó aquel gesto. Ahora iba a ser su turno de torturarla.

-Pues no - dijo comenzando a alejarse hacia la ventana.

-¿No? - preguntó ella sorprendida.

-No - afirmó él abriendo la ventana -. Nos vemos en la noche - salió por la ventana.

Erika se quedó allí parada sin saber qué hacer, ¿enserio se fue?, se preguntaba. Su cabeza volvió a la actualidad y salió corriendo hasta la ventana.

-¡Jason! - gritó asomándose por ella.

-¡Hey! No grites que no soy sordo - dijo, estaba recostado junto a la ventada con una sonrisa de suficiencia en la boca.

Baila, Mariposa - ESP (Version 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora