Erika estaba sentada en una de las sillas de la estación. No sabía qué hacer, ni que pensar, como últimamente le pasaba pues estaba muy confundida; gruñó y se cruzó de brazos observando por la ventana hasta que una voz la sacó de sus pensamientos.-Curioso...
La voz de Ralph hizo que Erika pusiera los ojos en blanco.
-¿Qué quieres ahora? -espetó con desprecio.
Él se encogió de hombros e hizo una mueca.
-Solo me parece curioso... peleador, cobrador mejor dicho, que no siente interés por alguien que no sea él mismo de pronto se preocupe por alguien... -Erika lo miró sorprendida y entendió una parte apenas-. Curioso... -repitió él en un hilo de pensamiento.
Jason era dos personas en realidad, la que creó para el mundo y la que era en verdad, no muchas personas conocían al verdadero Jason, ella era una de las pocas.
Y hablando de baldes de agua fría...
-Con cobrador... -comenzó ella-, te refieres a...
Ralph sonrió maquiavélicamente y Erika supo que sí se refería a eso que ella pensaba, le dio la espalda de nuevo y escuchó como sus pasos se iban alejando hasta desaparecer.
Pensó mucho en lo que estaba a punto de hacer, pero luego se dijo a si misma que no pensara mucho, eso tiende a arruinar las cosas. Así que decidida se levantó y caminó hasta la celda del chico que le gustaba para encontrarlo justo donde lo había dejado, sentado en la entrada de la celda. Al escuchar sus pasos el moreno alzó la cabeza y vio como ella se sentaba junto a él.
Al principio ninguno dijo nada, hasta que Erika rompió el silencio.
-Siempre me haz dicho Mariposa -comenzó ella y él la miró curioso por lo que iba a decir-. En España usan la palabra capullo cuando una persona, normalmente un chico, no es bueno- dijo haciendo unas comillas con los dedos al decir la última palabra-. Esa palabra también la usan para definir el momento en que un gusano está en proceso de convertirse en mariposa, y yo creo que eres un capullo... esperando y preguntándose si serás una mariposa algún día -finalizó sonriendo.
Jason quedó estático, no sabía qué decir, no tenía realmente nada que decir. Primero porque no entendía si le había dicho que era malo o segundo porque le había dicho que era un gusano. Aún así, la miraba a ella con ternura y admiración, ella era increíble, simplemente era la mejor persona que había conocido jamás. Ella estaba sonrojada, pensaba que tal vez había sido una mala idea decir aquellas cosas y como él se limitaba a mirarla decidió volver a hablar por el mero hecho de que no soportaba el silencio que se había formado entre ellos.
-Se que es lo que haces ahora, y no me importa, no puedo cambiar lo que eres, no puedo cambiar quién eres e imaginarte como alguien más no es correcto. Eres como eres, eres quien eres y eso está más que bien para mí - agregó.
Jason se abalanzó a besarla. No podía contenerse con ella, todo su ser le pedía quererla. Era algo extraño, algo anormal.
-Yo... Prometo contarte todo, entiende que son muchas cosas y que no son cosas que puedo simplemente contarte como si fueran historias sobre las vacaciones pasadas.
-Te entiendo -le dijo ella tomando su mano.
-Gracias, mariposa -le dijo sinceramente.
-Gracias a ti, capullo.
Ella le guiñó un ojo y él sonrió.
-¡Chicos! -llamó Mike desde lejos y ellos se levantaron y se acercaron a él.
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Baila, Mariposa - ESP (Version 2016)
Teen FictionErika Phillips ha pasado los últimos cinco años de su vida en un trance, viviendo una rutina aburrida debido al cáncer de su padre. Había dejado sus sueños de lado y nadie en su escuela sabía por lo que su familia estaba pasando, con excepción de su...