*Eran las 11 de la noche, Ashton y Jason estaban en las afueras de la ciudad aproximándose a un edificio abandonado.
-¿Listo, hermano? -preguntó Ash divertido.
El otro sonrió y asintió con la cabeza. Ambos se adentraron en la oscuridad de las calles y comenzaron su trabajo.
*
Erika había pasado un día duro en la escuela. Todos la miraban y hablaban de ella. Parece que la foto de ella subiendo en la patrulla no sólo llego a manos de los jueces del concurso pero para esta alturas, ya se había acostumbrado a las miradas de sus compañeros y de los otros estudiantes, como si la estuviesen amenazando. Pero Erika nunca bajo la cabeza, y nunca dejó que la intimidaran, puede que la Erika de hace un mes y medio lo hiciera pero no la nueva. La nueva Erika era más fuerte que ellos.
Visitó a su padre toda la tarde, pensando en distintas maneras de recaudar los 5 mil dólares pero no se le ocurrió nada que lo lograse en menos de 2 semanas. Era algo prácticamente imposible, suspiró y miró a su padre.
Los doctores decían que estaba mejorando y que los pronósticos eran buenos para él, pero ya llevaba dos semanas así y aún no despertaba.
Al llegar a la casa encontró una nota de su madre en el microondas dejándole la comida. No la veía desde el domingo en la mañana. Suspiró molesta con todo y decidió darse una ducha y acostarse a dormir.
En la oscuridad de su habitación, escuchó los grillos afuera de su casa y el sonido del viento contra la madera de su casa. Cerró los ojos y dejo que la oscuridad la envolviera en un sueño profundo.
Beep. Beep.
Beep. Beep.
Erika gruñó y maldijo en voz alta. Su teléfono estaba sonando. Vio a la hora: 2 am.
-¿Qué demonios? -agarró el teléfono y vio que era Jason, algo debía andar mal-. ¿Capullo?
Una voz entrecortada y nerviosa se escuchaba en la línea.
-Erika...- la voz tembló, era Ashton-. Necesito que vengas.
La ojiazul se levantó de inmediato de la cama.
-¿Qué pasó? ¿Dónde estás? ¿Dónde está Jason? -comenzó a preguntar en voz baja.
-Es-estamos en el apartamento ¿puedes venir? ¿Sabes cómo llegar?
Erika comenzó a vestirse sin darse cuenta. Y maldijo mentalmente. ¿Cómo diablos llegaría?
-Ash... ¿Cómo llego? No tengo auto y ni taxi -el chico la interrumpió.
-Ya mande a un amigo de confianza, tiene un auto azul oscuro, debería estar llegando -parecía estar a punto de tener un ataque de pánico.
-Okey, Okey -le dijo y colgó. Se terminó de poner los zapatos y salió por la ventana.
Se dirigió a la parte de adelante de su casa y vio que definitivamente había un auto azul esperándola. Se armó de valor y caminó derecha hacia el auto, aunque temblaba de pies a cabeza. Entró rápidamente y un muchacho la miró sorprendido.
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Baila, Mariposa - ESP (Version 2016)
أدب المراهقينErika Phillips ha pasado los últimos cinco años de su vida en un trance, viviendo una rutina aburrida debido al cáncer de su padre. Había dejado sus sueños de lado y nadie en su escuela sabía por lo que su familia estaba pasando, con excepción de su...