Capítulo 38

2.7K 172 14
                                    


*

Eran las 11 de la noche, Ashton y Jason estaban en las afueras de la ciudad aproximándose a un edificio abandonado.

-¿Listo, hermano? -preguntó Ash divertido.

El otro sonrió y asintió con la cabeza. Ambos se adentraron en la oscuridad de las calles y comenzaron su trabajo.

*

Erika había pasado un día duro en la escuela. Todos la miraban y hablaban de ella. Parece que la foto de ella subiendo en la patrulla no sólo llego a manos de los jueces del concurso pero para esta alturas, ya se había acostumbrado a las miradas de sus compañeros y de los otros estudiantes, como si la estuviesen amenazando. Pero Erika nunca bajo la cabeza, y nunca dejó que la intimidaran, puede que la Erika de hace un mes y medio lo hiciera pero no la nueva. La nueva Erika era más fuerte que ellos.

Visitó a su padre toda la tarde, pensando en distintas maneras de recaudar los 5 mil dólares pero no se le ocurrió nada que lo lograse en menos de 2 semanas. Era algo prácticamente imposible, suspiró y miró a su padre.

Los doctores decían que estaba mejorando y que los pronósticos eran buenos para él, pero ya llevaba dos semanas así y aún no despertaba.

Al llegar a la casa encontró una nota de su madre en el microondas dejándole la comida. No la veía desde el domingo en la mañana. Suspiró molesta con todo y decidió darse una ducha y acostarse a dormir.

En la oscuridad de su habitación, escuchó los grillos afuera de su casa y el sonido del viento contra la madera de su casa. Cerró los ojos y dejo que la oscuridad la envolviera en un sueño profundo.


Beep. Beep.

Beep. Beep.

Erika gruñó y maldijo en voz alta. Su teléfono estaba sonando. Vio a la hora: 2 am.

-¿Qué demonios? -agarró el teléfono y vio que era Jason, algo debía andar mal-. ¿Capullo?

Una voz entrecortada y nerviosa se escuchaba en la línea.

-Erika...- la voz tembló, era Ashton-. Necesito que vengas.

La ojiazul se levantó de inmediato de la cama.

-¿Qué pasó? ¿Dónde estás? ¿Dónde está Jason? -comenzó a preguntar en voz baja.

-Es-estamos en el apartamento ¿puedes venir? ¿Sabes cómo llegar?

Erika comenzó a vestirse sin darse cuenta. Y maldijo mentalmente. ¿Cómo diablos llegaría?

-Ash... ¿Cómo llego? No tengo auto y ni taxi -el chico la interrumpió.

-Ya mande a un amigo de confianza, tiene un auto azul oscuro, debería estar llegando -parecía estar a punto de tener un ataque de pánico.

-Okey, Okey -le dijo y colgó. Se terminó de poner los zapatos y salió por la ventana.

Se dirigió a la parte de adelante de su casa y vio que definitivamente había un auto azul esperándola. Se armó de valor y caminó derecha hacia el auto, aunque temblaba de pies a cabeza. Entró rápidamente y un muchacho la miró sorprendido.

Baila, Mariposa - ESP (Version 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora