Erika sentía como su conciencia se abría paso desde el fondo de sus sueños, sintió algo húmedo en su mejilla y se despertó para encontrarse con Jason durmiendo a su lado. Parecía más chico y menos peligroso de lo normal, se veía muy tierno, tan desprotegido, era como un niño.La ojiazul se llevó la mano a su cachete húmedo, seguro le había dado un beso al entrar. Sonrió y luego abrió mucho los ojos, se fue al baño y se vio la cara de destrozada con asco. Una vez aseada se dirigió a su cama, donde el moreno seguía durmiendo, y se acurrucó junto a él colocando la cabeza en su pecho; instantáneamente los brazos de Jason la sostuvieron con fuerza, Erika creyó que había despertado pero él parecía estar en un profundo sueño.
Se quedó dormida de nuevo y lo que la volvió a despertar fueron los millones de besos que Jason estaba depositando en toda su cara. La pelinegra arrugó la nariz con fastidio y abrió un solo ojo para encontrarse a Jason sonriendo como el gato rizón; le estampó un beso a la pelinegra en la boca y la abrazó por la cintura acercándola más a él, ella le devolvió el abrazo sonriendo en el beso y finalizándolo. El moreno escondió la cabeza en el cuello de Erika.
-Podría acostumbrarme a esto ¿sabes?
Ella rió.
-Buenos días.
Jason tuvo una especie de escalofrío, pero de los buenos.
-Buenos días, Mariposa - respondió con la voz rasposa haciendo que a Erika le diese una especie de paro cardiaco.
-¿Qué haremos hoy? -preguntó la pelinegra.
-Tenemos dos opciones - aventuró el moreno apoyándose sobre los antebrazos para mirar a Erika mejor -, podemos ir a un lugar que te quiero mostrar... o podemos quedarnos aquí y... - agregó lo último coqueto mientras se acercaba a la ojiazul para besarla causando que ella riera.
-Mi curiosidad es más grande que todo, iremos a tu lugar misterioso/sorpresa -le dijo quitándoselo de encima para ir hasta el armario a buscar ropa.
Jason resopló y se dejó caer boca abajo sobre la cama.
-Temía que dijeras eso.
Erika lo miró divertida y se metió al baño a cambiarse, había optado por un jean roto azul y una camisa verde que combinó con unos zapatos negros. Se amarró el pelo en una cola de caballo alta y se colocó rímel en las pestañas.
Cuando salió del baño se encontró al moreno sentado en el mueblesito que había bajo su ventana. Estaba concentrado tecleando un mensaje y no se dio cuenta que ella había salido. Así que se acercó a él en silencio pues estaba de espaldas a ella y logró ver que cuando salía de la mensajería se veía ella, durmiendo en una posición muy graciosa, de fondo de pantalla.
-¿No podías poner otra foto más bonita?
Jason pegó un brinco del susto y comenzó a reírse negando con la cabeza.
-Todas las fotos que tengo en mi teléfono son tuyas - le guiñó un ojo y luego la tomó de la mano -. Vamos - dijo abriendo la ventana para que ambos salieran.
Una vez se montaron en la moto y volaron por las calles, Jason se detuvo en un restaurante para que pudiesen desayunar; eran las diez y media de la mañana. Era un día muy lindo, el sol estaba alto y hacia fresco. Se adentraron a un café y tomaron asiento en una de las mesas en la esquina, Erika se percató que al moreno le gustaban las esquinas y encontró aquel detalle cómico.
-¿Que quieres comer? - preguntó el chico mirando el menú.
-Lo que tú pidas - le dijo ella distraída.
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Baila, Mariposa - ESP (Version 2016)
Fiksi RemajaErika Phillips ha pasado los últimos cinco años de su vida en un trance, viviendo una rutina aburrida debido al cáncer de su padre. Había dejado sus sueños de lado y nadie en su escuela sabía por lo que su familia estaba pasando, con excepción de su...