Capítulo 43

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La última ronda era hoy, Erika había pasado toda la semana ensayando. Cada tarde visitaba a Penny para jugar con ella, se sentía mal porque la pequeña no pudiera ver a sus hermanos pero todo era parte del plan y si todo salía bien entonces estaría con ellos más pronto de lo que imaginaban.

Sally no apareció desde el día en que rescataron a Penny, Erika estaba demasiado preocupada, la llamaba y le dejaba mensajes pero ella no le respondía. Jason le dijo que había hablado con Carl y que la habían localizado en un motel pero que no podían hacer nada. Erika no les dijo nada tampoco, si ella no quería estar en su casa pues no le importaba, ya estaba harta de las estupideces de su madre.

Jason... Jason era perfecto, la volvía loca realmente. Todo iba demasiado bien y tenía miedo de eso. No quería que nada malo sucediese, aunque puede que tal vez las cosas ya estuviesen tomando un mejor rumbo. Aún así, no hay que confiarse tanto en las impresiones de la vida porque si quieres algo con mucha fuerza puede que se cumpla pero si algo te asusta con mucha fuerza puede que se cumpla también. Por eso Erika evitaba a toda costa pensar en lo extrañamente feliz que estaban siendo estos días.

-¿Estás nerviosa? -preguntó Jason.

Ambos estaban tirados en la cama de la pelinegra, Erika escuchaba música y Jason fingía dormir.

-No lo sé, no he pensado en ello así que creo que no -razonó ella sin comprender lo que había dicho realmente.

-Ni tú sabes lo que dijiste -argumentó el moreno. Ambos rieron-. ¿Qué canción usaras?

Erika se sonrojó, usaría una canción que había escuchado a pocas semanas de conocerlo, cuando no sabía que todo esto pasaría y le pareció más que adecuado utilizarla.

-Wicked Game de Chris Isaak -dijo.

Jason obviamente no sabía qué canción era.

-Nunca la he escuchado.

-Lo sé -sonrió ella.

-¿La puedes poner?

Ella negó rápidamente. Jason la miró boquiabierto.

-Bueno, será una sorpresa entonces -decidió no decir nada al ver lo sonrojada que estaba la pelinegra.

-Deberías ir yendo -Erika parecía estar incomoda ante ese tema-. Alana estará aquí en unos minutos para arreglarme -arrugó la cara y Jason carcajeó.

-Es la manera más decente de la que me han botado de un lugar -carcajeó el moreno-, solo por eso me iré...

Erika lo besó y él salió por la ventana sonriendo.

Alana llegó al poco tiempo y comenzó a arreglarla. Decidió de nuevo un maquillaje sencillo pero con los labios color rojo oscuro, una trenza de pescado suelta y de ropa un short negro con un top del mismo color.

-¿No has sabido nada de tu mamá? -preguntó Alana terminando de peinarla.

Erika suspiró y negó con la cabeza. Había comenzado a pensar que su madre tal vez era uno de los misterios de la vida, de esos que no tienen respuesta.

-Ya vendrá -aseguró su amiga pero ella bufo.

-Se necesitaría un milagro porque al parecer que yo esté sola no es suficiente.

Alana le acarició amigablemente el brazo como conforte.

-Todavía falta una hora para la competencia -dijo su amiga mirando el reloj- ¿Quieres ir a alguna parte o hacer algo antes?

Erika iba a negar pero tuvo una idea, miró a Alana con un brillo en los ojos.

-¿Me llevarías al hospital?

Baila, Mariposa - ESP (Version 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora