Los Elegidos (Legado Elemental #1)

8. ¿Simple y fácil?

Ander había sido el primer en llegar al parque, llevaba en sus hombros una mochila, con sus recuerdos más importantes y algunas prendas de ropa.

La noche, más bien, madrugada, era fría. Las nubes en el cielo parecían espesas y muy oscuras, además que el cielo tronaba como si alguien estuviera atrapado y quisiera salir.

Prácticamente así era como se sentía, atrapado. La duda lo golpeaba constantemente.

Al principio la idea de ser un guerrero y dominar un elemento sonaba interesante e incluso divertida, ahora, cuando pensaba en eso lo único que le causaba era miedo.

El crujido de una rama lo saco de sus pensamientos, rápidamente se puso de pie y busco de dónde provenía el sonido.

−Tranquilo, soy yo.−le respondió una voz masculina, Luca.

−Sí, es difícil saberlo sin que te vea.

−Y más difícil teniendo en cuenta que aún seguimos traumados con el demonio.

−Va ser ridículo, guardianes que le temen a los demonios pero tienen que matarlos.

La risa irónica de Ander rompió un poco el silencio del parque.

−Y... ¿crees que ellas puedan resistir?−le preguntó Luca.

−No lo sé, Navah parece una chica muy superficial, y la verdad es que dudo que renuncie a todos sus lujos para matar demonios...

−Y Nea se ve muy frágil, es el tipo de chica que casi grita "Hey, necesito ser protegida". ¿Crees que escojan a alguien más si ellas cambian de opinión?

Los chicos siguieron platicando, y ambos coincidieron en algo: Navah podría ser el tipo de chica superficial, pero también tenía voluntad, y si ella se lo proponía podría ser una buena guerrera. En cambia, Nea era una chica frágil, no sabían muy bien si iba a resistir, y en caso de que ella regresa a Miranoi también, ellos se encargarían de protegerla.

Atenea había colgado su mochila en su hombro derecho y con el mayor sigilo que pudo salio de su cuarto. Bajo las escaleras y miro por última vez, después de un profundo suspiro abrió la puerta con cuidando, salio de su casa y atravesó el patio.

Un escalofrío recorrió su espalda, nunca había salido de su casa tan noche y menos sola. Trato de caminar lo más rápido posible, la calle se veía muy sola, y solo unos cuantos focos alumbraban su camino, cuando por fin llegó al parque se sintió tremendamente relajada. Lo único que deseaba era que alguno de los chicos ya estuviera.

Escucho las voces de Luca y Ander así que comenzó a acercarse, pero antes de que pudiera decir algo se quedó escuchando.

−No lo sé, Navah parece una chica muy superficial, y la verdad es que dudo que renuncie a todos sus lujos para matar demonios...−había dicho Ander

−Y Nea se ve muy frágil, es el tipo de chica que casi grita "Hey, necesito ser protegida". ¿Crees que escojan a alguien más si ellas cambian de opinión?−Luca había completado la frase de Ander.

¿Así que la creían frágil? Eso no era nada nuevo, al ser ella la única hija mujer y la menor siempre la consideraron "pequeña", era a la que siempre protegían, y eso la hizo dependiente de las personas.

Pero eso se iba a acabar, ya no iba a ser más la niña frágil. Era el momento de madurar, iba a estar lejos de su familia, sí, pero también iba a convertirse en una esperanza para Miranoi.