Capitulo 11 ''Olivia''

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¿Qué es lo que nos espera en el futuro? Una mejor pregunta y mejor formulada: ¿Qué será de mi futuro? Una niña que ha visto más de lo que debería ver, que sufrió más de lo que debería sufrir, una vida cruel que le toco vivir; que me toco vivir.

Pensar en un futuro para mí se siento como pensar en lo imposible, estoy estancada en el presente.

En el departamento de padres no me gane los mejores. Mi madre prefirió a un delincuente que trato de acabar con mi inocencia que protegerme de las cosas malas que ella misma permitió sin luchar por mi seguridad. Un padre que murió antes de yo nacer, siendo tan egoísta que dejo a su esposa con una niña recién nacida, porque fue tan egoísta e irresponsable que se murió.

Cuando me dieron de alta, supe que la calma en la que había vivido mientras estaba hospitalizada por las graves heridas que tenia por todo mi cuerpo, desde dos costillas fracturadas, una contusión cerebral que vino acompañado de diecisiete puntos en mi cabeza, mas cinco puntos dentro de mi boca, y sin olvidarnos de mi labio partido que hace que no pueda hablar por la inflamación de este–boca de pato hay que llamarme–, no es que tenga con quien hablar, porque mientras estuve en el hospital mi mama se encargo de visitar a su novio y llevarle comida, más preocupada por ese ser despreciable que lastimo a su hija, niña que estaba en un hospital, sola y adolorida. No le importo que estuviera preso por tratar de violarme y golpearme hasta casi matarme, ella quería que él estuviera bien mientras yo estaba en una cama tirada recuperándome de todo lo que él me hizo.

La oficial Pérez presento cargos en contra de él por: intento de homicidio, agresión a una menor, por intentar perpetrar una violación. Y otros cargos más que realmente no puedo recordar. Se habían acordado los juicios para ver cuál sería la condena, querían la declaración del agredido, la defensa del agresor y no sé que mas.

Pero mientras yo estaba saliendo del hospital, uno de los reclusos le propino 10 puñaladas en el cuerpo a Rick–el novio de mi mama–, sin razón alguna. Simplemente lo apuñalaron y según por el llanto de mi madre, sus insultos y palabras hacia mi; sufrió mientras se moría desangrado y podrán llamarme mala persona pero realmente hubiese querido que sufriera mas y mas, que sus últimos minutos fueran agonizantes, que toda la maldad y daño que causo lo atormentara como un velo oscuro y que dicho tormento lo acompañe durante toda la eternidad.

Por órdenes de los doctores tengo que guardar reposo por unas semanas para que pueda recuperarme y estar en óptimas condiciones para volver a hacer mi vida cotidiana.

Cuando estás en una casa vacía las 24 horas del día, sin hacer nada porque tu mama rompió el televisor, porque si ella no es feliz porque por mi culpa mataron a su novio yo no puedo distraerme viendo programas idiotas que me dejaran más estúpida de lo que ya soy–sus palabras, no las mías–lo único que te queda es caminar por toda la casa vacía, revisando todo lo que puedas–no es que exista mucho lugar en el cual buscar–.

La cama de mi madre ocupa casi todo el espacio de su habitación, con las sabanas desordenadas y veo una mancha marrón en el colchón–tomo nota de nunca tocar esa cama y menos querer saber qué es eso–, su armario abierto. Me acerco y comienzo a mover las cosas, por simple curiosidad. La curiosidad mato al gato, pero el gato murió matando su curiosidad.

Una vez cuando era más pequeña vi que ella guardaba en una caja de zapatos varios papeles mientras se secaba las lágrimas, luego de sollozos incontrolables que me despertaron de una siesta. Siempre me quede con la incertidumbre de saber que era lo que había en esa caja, pero nunca siento tan valiente como para buscarla.

Destinado a SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora